El político más popular de Sudáfrica, Jacob Zuma, dejó hoy plantado al boxeador Mike Tyson en una gala en su honor que iba a encabezar hoy en Johannesburgo y que estaba rodeada de una fuerte polémica por el pasado violento del estadounidense. Poco antes de comenzar, los organizadores del banquete de caridad que iba a celebrarse anunciaron que Zuma, presidente del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, en inglés), no podría asistir por un compromiso "urgente" con su partido. No se dieron detalles sobre tal actividad política de Zuma, pero, de asistir a la gala, como había prometido anteriormente, el político sudafricano se arriesgaba a recibir fuertes críticas y alguna que otra protesta en el exterior del recinto. "Ha sido citado para un asunto urgente del ANC, según el portavoz de su oficina", dijo la empresa organizadora de la gala en honor de Tyson y que debía contar con un discurso de Zuma, favorito para las elecciones presidenciales de 2009. La visita de Tyson a Sudáfrica estaba rodeada de gran polémica y críticas de organizaciones defensoras de los derechos de la mujer y que lideran campañas contra la violación. En Sudáfrica, uno de los países con los mayores niveles de violaciones, el pasado criminal de Tyson, condenado a seis años de cárcel por violación, no era precisamente una buena carta de presentación. Y tampoco parecía ser buena idea que la persona que encabezara el homenaje fuera Zuma Tyson, de 41 años, ex campeón mundial de pesos pasados, fue condenado en 1992 a seis años de prisión por la violación de una joven de 18 años que aspiraba al título de Miss América Negra, Desiree Washington. También es famoso por el mordisco que le dio en la oreja a su rival Evander Holyfield en un combate que disputaron el 28 de junio de 1997, lo que le valió su descalificación y la repulsa de muchos aficionados del boxeo y del público en general. Zuma, por su parte, arrastra también una mala imagen de su vida privada, que incluye una acusación de violación en 2006, de la que fue declarado inocente. Pero las declaraciones que hizo en ese juicio sobre la supuesta provocación sexual de la joven que le denunció y con la que asegura tuvo una "relación consentida", le han ganado muchos enemigos y muchas críticas, especialmente de organizaciones sociales. Tyson no sólo quedó privado del discurso del político más popular del país, sino que también se quedó sin hablar por la radio en el programa de mayor audiencia en el área de Johannesburgo. Y no fue por culpa de Tyson. Los encargados del programa decidieron no entrevistarlo, a pesar de haberlo anunciado previamente, a causa de las innumerables llamadas de los oyentes que se oponían a oír voz por las ondas de su emisora favorita. En Sudáfrica, un país de unos 40 millones de habitantes, anualmente se denuncian unas 50.000 violaciones de mujeres, pero organizaciones sociales calculan que sólo llega a oídos de la policía una de cada nueve violaciones. Precisamente la campaña "Una de cada Nueve", que lucha contra el abuso sexual en Sudáfrica, era la que había anunciado una protesta en el exterior del recinto donde iba a hablar Zuma y Tyson. Aunque la protesta no fue autorizada por las autoridades, por si acaso, Zuma se excusó de asistir.
jueves, 31 de enero de 2008
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