El invicto Ruslan Chagaev defendió con éxito por vex primera vez su título mundial del peso pesado, versión WBA, ante el inglés Matt Skelton (21-2) en el Burg-Wächter Castello de Dusseldorf, Alemania. El combate resultó más duro de lo previsto para el boxeador uzbeko, residente en Hamburgo (24-0). En los primeros asaltos el británico de 40 años, seis centímetros más alto que el campeón, llevó la iniciativa y propinó los mejores golpes. A partir de ahí, Chagaev se vio inmerso en un tipo de combate embarullado, tosco, feo en definitiva, con continuos agarrones del inglés, que vio, cómo en el 8º asalto, el árbitro de la pelea, el panameño Guillermo Pérez Pineda, que se dirigió en todo momento en español a los contendientes, le descontaba un punto por reiteración de golpes en la nuca de su adversario. Skelton parecía sentirse cómodo en ese tipo de combate en la corta distancia, pero a pesar de lo cual, los mejores golpes, casi siempre ganchos y upper, correspondían al titular del cinturón. Al final, victoria por decisión unánime: Glen Feldman, 117-110, Pierluigi Poppi, 117-111 y Giuseppe Quantarone, 117-111. Victoria justa en un combate deslucido ante el gélido ambiente de los más de seis mil espectadores que llenaron la sala donde se desarrolló la pelea. Ghagaev y Skelton, volvieron a poner de manifiesto el flojo nivel existente en el peso pesado en los últimos años, desde la retirada de Lennox Lewis y Vitaly Klitschko. En la pelea de semifondo, el ucraniano Taras Bidenko venció por decisión unánime al boxeador de Malí, Cisse Salif, por el título internacional del WBC de los pesos pesados.
sábado, 19 de enero de 2008
DE LA HOYA BOXEARÁ EN MÉXICO EL 3 MAYO, ANTES QUE CON MAYWEATHER EN SEPTIEMBRE
El púgil mexicano-americano Oscar de la Hoya dijo que había llegado el momento de volver a sus raíces y a las del deporte del boxeo cuando lo podía ver todo el mundo por televisión.
Con ésta filosofía temporal, porque sólo la aplicará para la pelea previa de revancha que sostendrá ante el estadounidense Floyd Mayweather Jr., De la Hoya dijo que el combate podría celebrarse el próximo 3 de mayo con un rival que todavía no ha sido dado a conocer.
La pelea de preparación que tiene prevista De la Hoya podría celebrarse o bien el Estadio Azteca de la ciudad de México o en el Home Depot Center, en Carson, California.
De la Hoya tomará ese combate como parte de su preparación para el enfrentamiento que ya tiene firmado para el 13 de septiembre ante Mayweather Jr., quien el año pasado lo ganó a los puntos.
"Espero estar en mi mejor forma cuando me enfrente a Mayweather", dijo el peleador, que hizo énfasis en que el combate se transmitirá por televisión abierta a todo el mundo.
"Debemos volver a las raíces, y que transmitan nuestras peleas en televisión abierta, creo que los aficionados se lo merecen y espero que otros peleadores tomen esa misma decisión", indicó De la Hoya.
El "Golden Boy", ahora convertido también en un exitoso empresario y promotor, ha logrado toda su fortuna gracias a los millones que recibió por los combates profesionales que se disputaron a través del sistema de la televisión de pago.
De La Hoya ha sido uno de los púgiles que mejor ha sabido aprovechar su imagen a través de este sistema de pago desde que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Pero dando un giro como promotor y en la forma en que quiere promover el boxeo, De la Hoya dijo que quiere dar acceso a los aficionados que normalmente no pueden ver peleas estelares en vivo o en televisión de pago.
El ex campeón del mundo reitero que su único objetivo era "agradecer el apoyo que siempre he recibido por parte de mis aficionados".
El púgil de peso mediano más taquillero en la historia del deporte del boxeo también comentó que quiere hacer de su último año activo dentro del mundo del deporte el mejor de su carrera, venciendo a Mayweather, quien está considerado actualmente como el mejor peleador del mundo libra por libra.
Richard Schaefer, el presidente de la Golden Boy Promotions, está realizando las respectivas conversaciones tanto con las autoridades del Home Depot Center, que tiene capacidad para 45.000 personas, como con las del Estadio Azteca, que puede albergar a 130.000 aficionados.
Schaefer indicó que si la pelea se lleva a cabo en la ciudad de México los boletos de entrada serían de "unos cuantos dólares", y que si se lleva a cabo en California, el precio más económico estaría entre los 10 y los 20 dólares.
El presidente de la Golden Boy Promotions dijo que hasta ahora se mencionan los nombres de tres posibles oponentes para De la Hoya, pero no quiso decir de quiénes se trata, sólo comentó que la decisión la tomará el púgil durante el fin de semana, para que el acuerdo se finalice en los primeros días de la siguiente.
Indicó también que si todo sigue de acuerdo con los planes del peleador y empresario, después de la pelea contra Mayweather Jr., la carrera de De la Hoya terminaría con una gran promoción boxística, en diciembre.
Se está mencionando que la velada presentaría a sus oponentes más famosos, así como jóvenes talentos, incluyendo el debut de campeones de los Juegos Olímpicos que puedan surgir en Pekín 2008.
Respecto de la pelea contra Mayweather Jr., la intriga continúa por saber si el padre de éste entrenará a De la Hoya.
Inicialmente Floyd Mayweather Sr. acordó entrenar a De la Hoya por tres peleas en el transcurso de este año, sin que se especificase si iba a darse de nuevo la revancha contra su hijo, algo que estaba establecido antes que hiciesen la primera.
Ambos trabajaron juntos durante seis años, pero Mayweather Sr. dejó de entrenar a De la Hoya el año pasado, cuando el mexicano-estadounidense se enfrentó a su hijo.
En ese combate, disputado el pasado 5 de mayo, Mayweather Jr. (39-0) derrotó a De la Hoya por decisión dividida y el campeón del mundo invicto dejó más de una interrogante sobre su actuación en el cuadrilátero.
"Floyd me dijo que me entrenaría para enfrentar a su hijo", comentó De la Hoya.
"Esa fue una gran noticia para mí porque confío mucho en Floyd padre, cuando él está en mi esquina. Además él sabe que su hijo es el mejor, y él lo creó, teniendo a Floyd padre en mi esquina, mis posibilidades de ganar crecen".
Sin embargo, De la Hoya tendrá que aportar cosas nuevas en su segunda pelea contra Mayweather Jr. porque en la primera nunca pudo con la mayor rapidez, fuerza física y reflejos de su rival.
"Soy consciente que para llegar a la segunda pelea debo mantenerme entrenando todo el año y estar en plena forma, algo que una vez conseguido, es muy difícil que un rival me pueda ganar", comentó De la Hoya. "Quiero enfrentarme al mejor púgil del mundo y conseguir la victoria".
De la Hoya reiteró que la tercera pelea que pueda darse en este año será sin "duda" la "última" de su carrera profesional porque es consciente que no puede darle machar atrás al tiempo.
"Lo he conseguido todo dentro del mundo del boxeo, pero ahora lo más importante es también aceptar que me ha llegado el momento de la retirada, cuando todavía puedo demostrar que estoy en plenitud de forma", agregó De la Hoya.
Con ésta filosofía temporal, porque sólo la aplicará para la pelea previa de revancha que sostendrá ante el estadounidense Floyd Mayweather Jr., De la Hoya dijo que el combate podría celebrarse el próximo 3 de mayo con un rival que todavía no ha sido dado a conocer.
La pelea de preparación que tiene prevista De la Hoya podría celebrarse o bien el Estadio Azteca de la ciudad de México o en el Home Depot Center, en Carson, California.
De la Hoya tomará ese combate como parte de su preparación para el enfrentamiento que ya tiene firmado para el 13 de septiembre ante Mayweather Jr., quien el año pasado lo ganó a los puntos.
"Espero estar en mi mejor forma cuando me enfrente a Mayweather", dijo el peleador, que hizo énfasis en que el combate se transmitirá por televisión abierta a todo el mundo.
"Debemos volver a las raíces, y que transmitan nuestras peleas en televisión abierta, creo que los aficionados se lo merecen y espero que otros peleadores tomen esa misma decisión", indicó De la Hoya.
El "Golden Boy", ahora convertido también en un exitoso empresario y promotor, ha logrado toda su fortuna gracias a los millones que recibió por los combates profesionales que se disputaron a través del sistema de la televisión de pago.
De La Hoya ha sido uno de los púgiles que mejor ha sabido aprovechar su imagen a través de este sistema de pago desde que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Pero dando un giro como promotor y en la forma en que quiere promover el boxeo, De la Hoya dijo que quiere dar acceso a los aficionados que normalmente no pueden ver peleas estelares en vivo o en televisión de pago.
El ex campeón del mundo reitero que su único objetivo era "agradecer el apoyo que siempre he recibido por parte de mis aficionados".
El púgil de peso mediano más taquillero en la historia del deporte del boxeo también comentó que quiere hacer de su último año activo dentro del mundo del deporte el mejor de su carrera, venciendo a Mayweather, quien está considerado actualmente como el mejor peleador del mundo libra por libra.
Richard Schaefer, el presidente de la Golden Boy Promotions, está realizando las respectivas conversaciones tanto con las autoridades del Home Depot Center, que tiene capacidad para 45.000 personas, como con las del Estadio Azteca, que puede albergar a 130.000 aficionados.
Schaefer indicó que si la pelea se lleva a cabo en la ciudad de México los boletos de entrada serían de "unos cuantos dólares", y que si se lleva a cabo en California, el precio más económico estaría entre los 10 y los 20 dólares.
El presidente de la Golden Boy Promotions dijo que hasta ahora se mencionan los nombres de tres posibles oponentes para De la Hoya, pero no quiso decir de quiénes se trata, sólo comentó que la decisión la tomará el púgil durante el fin de semana, para que el acuerdo se finalice en los primeros días de la siguiente.
Indicó también que si todo sigue de acuerdo con los planes del peleador y empresario, después de la pelea contra Mayweather Jr., la carrera de De la Hoya terminaría con una gran promoción boxística, en diciembre.
Se está mencionando que la velada presentaría a sus oponentes más famosos, así como jóvenes talentos, incluyendo el debut de campeones de los Juegos Olímpicos que puedan surgir en Pekín 2008.
Respecto de la pelea contra Mayweather Jr., la intriga continúa por saber si el padre de éste entrenará a De la Hoya.
Inicialmente Floyd Mayweather Sr. acordó entrenar a De la Hoya por tres peleas en el transcurso de este año, sin que se especificase si iba a darse de nuevo la revancha contra su hijo, algo que estaba establecido antes que hiciesen la primera.
Ambos trabajaron juntos durante seis años, pero Mayweather Sr. dejó de entrenar a De la Hoya el año pasado, cuando el mexicano-estadounidense se enfrentó a su hijo.
En ese combate, disputado el pasado 5 de mayo, Mayweather Jr. (39-0) derrotó a De la Hoya por decisión dividida y el campeón del mundo invicto dejó más de una interrogante sobre su actuación en el cuadrilátero.
"Floyd me dijo que me entrenaría para enfrentar a su hijo", comentó De la Hoya.
"Esa fue una gran noticia para mí porque confío mucho en Floyd padre, cuando él está en mi esquina. Además él sabe que su hijo es el mejor, y él lo creó, teniendo a Floyd padre en mi esquina, mis posibilidades de ganar crecen".
Sin embargo, De la Hoya tendrá que aportar cosas nuevas en su segunda pelea contra Mayweather Jr. porque en la primera nunca pudo con la mayor rapidez, fuerza física y reflejos de su rival.
"Soy consciente que para llegar a la segunda pelea debo mantenerme entrenando todo el año y estar en plena forma, algo que una vez conseguido, es muy difícil que un rival me pueda ganar", comentó De la Hoya. "Quiero enfrentarme al mejor púgil del mundo y conseguir la victoria".
De la Hoya reiteró que la tercera pelea que pueda darse en este año será sin "duda" la "última" de su carrera profesional porque es consciente que no puede darle machar atrás al tiempo.
"Lo he conseguido todo dentro del mundo del boxeo, pero ahora lo más importante es también aceptar que me ha llegado el momento de la retirada, cuando todavía puedo demostrar que estoy en plenitud de forma", agregó De la Hoya.
VICTORIA DE RANDALL BAILEY
El ex campeón mundial estadounidense Randall Bailey noqueó en cinco asaltos a su compatriota Anthony Mora, para conquistar el vacante título superligero latino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), esta noche de viernes en el Mallory Square de Key West, Florida, Estados Unidos.
Bailey mandó a la lona a Mora en el cuarto asalto y lo volvió a tumbar en el quinto, para acabar la pelea a los 2:30 minutos de este round, para acelerar esta importante victoria después de su última presentación de junio del año pasado, cuando fue vencido por Herman Ngoudjo. Bailey mejoró su record a 36-6, con 33 nocauts, mientras que Mora cayó a 15-2.
En un choque de pesos completos, Eric Fields (11-0) mantuvo su invicto al noquear en el primer asalto al experimentado Kelvin Davis (24-8), el welter Ed Paredes (18-2) noqueó en el quinto asalto a César Vega (10-13) y el superligero Danie van Staden (6-3) noqueó en el primero a Damian Tinker (3-2).
Bailey mandó a la lona a Mora en el cuarto asalto y lo volvió a tumbar en el quinto, para acabar la pelea a los 2:30 minutos de este round, para acelerar esta importante victoria después de su última presentación de junio del año pasado, cuando fue vencido por Herman Ngoudjo. Bailey mejoró su record a 36-6, con 33 nocauts, mientras que Mora cayó a 15-2.
En un choque de pesos completos, Eric Fields (11-0) mantuvo su invicto al noquear en el primer asalto al experimentado Kelvin Davis (24-8), el welter Ed Paredes (18-2) noqueó en el quinto asalto a César Vega (10-13) y el superligero Danie van Staden (6-3) noqueó en el primero a Damian Tinker (3-2).
MÁS SOBRE EL POLÉMICO PESAJE DE TRINIDAD Y JONES JR
Entre confusión, tensión y un breve intercambio de palabras, Félix ‘Tito’ Trinidad tuvo que ir a un tercer intento para cumplir ayer con éxito su cita oficial con la báscula, y sin necesidad de quitarse los calzoncillos, marcando el peso máximo estipulado de 170 libras para su combate de esta noche frente a Roy Jones, Jr., en el Madison Square Garden.
Sorpresivamente, Jones, Jr., tuvo un peso inferior a Trinidad, al marcar la balanza en 169 y ½ durante la concurrida y accidentada ceremonia realizada a media tarde en el WaMu Theater del Garden, que cerró con una controversia entre ambos bandos por la selección de los guantes.
“Siempre estoy seguro. Sabía que estaba en 170. Él (Jones Jr.) puede decir lo que le dé la gana”, dijo Tito a la prensa que lo esperó por cerca de una hora tras una reunión celebrada a puerta cerrada en un salón contiguo, aunque los oficiales de seguridad del Garden intentaban impedir las labores periodísticas. Sólo la aguerrida intervención de Juan Miguel González, de la oficina del promotor Don King, salvó la situación.
A eso de las 3:30 de la tarde -hora de Puerto Rico-, Jones, Jr. entró a la tarima al tiempo que recibía un sonoro abucheo ‘cortesía’ de las decenas de fanáticos boricuas que colmaron el auditorio, y que unos segundos después estallaron en júbilo con la llegada del orgullo de Cupey Alto, al tiempo que retumbaba el estribillo ‘Tito, Tito, Tito’.
Unos minutos más tarde, tras el acto de apertura de King, le tocó el turno en la báscula a Jones, Jr., quien lucía un físico delgado y de poco color, pero de abdominales excepcionalmente definidos. Uno de sus allegados se acercó a saludarlo y pareció tropezar con la balanza. Entonces llegó el llamado al ‘campeón del pueblo’, quien abrió los ojos con incredulidad al percatarse que la balanza se había detenido en 170.2
Le dieron una segunda oportunidad, y se repitió el resultado para evidente sorpresa de Tito y de su padre, entrenador y manejador, don Félix Trinidad Rodríguez. En ese momento, Jones, Jr., tomó el micrófono y exclamó que “a mí no me importa el peso. Si Tito quiere subir con dos libras más, que suba. A mí únicamente que me den mis guantes Grant y vamos a pelear”.
Ahí comenzó el intercambio de palabras entre Trinidad Rodríguez, el entrenador de Jones, Jr., Alton Merkerson, y miembros de ambos grupos, al tiempo que don Félix exigía una revisión de la báscula al presidente de la Comisión Atlética del Estado de Nueva York, Ron Scott Stevens, quien explicó a El Nuevo Día que el instrumento se mantuvo fluctuando entre 169.8 y 170.2 en las primeras dos oportunidades, hasta que se corrigió la situación. Una vez repuesto el orden, Tito volvió a subir y finalmente marcó las 170 ante los gritos delirantes de su fanaticada y familiares.
“No hay ningún problema. Yo estoy seguro del peso que iba a dar. Solamente me dijeron que estaban moviéndose dos o tres personas, y la pesa estaba en 0.2 -y se miró con todos ellos- inclusive mi papá me dijo que nos íbamos a quitar el calzoncillo, y le dije que no. Yo sabía que estaba en peso”, precisó el ex triple campeón mundial boricua, restándole importancia a las expresiones de Jones, Jr.
“Puede decir lo que le dé la gana, pero él sabe que estoy en el peso y tiene que pelear como quiera”, agregó, tras anticipar que aumentaría un máximo de 10 libras a la hora del combate, y revelar entre risas que “el caldo de gallina hace rato que pasó a ser cadáver”.
Sin embargo, aún restaba resolver la polémica de los guantes. Según King, hay un acuerdo contractual que obliga a ambos peleadores a usar la marca Everlast, con color azul para Tito, aunque Jones, Jr., insistió en su deseo por lucir sus tradicionales Grant.
“Ellos (el grupo de Jones, Jr.) están defendiendo su inversión. Si uno de sus entrenadores quiere montar un debate y exigir que sean Grant, yo no puedo hacer nada. Pero los contratos están claros, y al final del día, con la puesta del sol, estaremos con Everlast. Los guantes no ganan peleas. Los boxeadores ganan peleas, no importa el guante que tengan puesto”, aseveró King, y Trinidad Rodríguez sentenció que “pueden decir lo que quieran. Los guantes los vamos a escoger nosotros, hicieron un issue de eso y se fueron. Hasta la fecha están molestos y a lo mejor no quieren pelear, pero nosotros estamos bien”, dijo.
Sorpresivamente, Jones, Jr., tuvo un peso inferior a Trinidad, al marcar la balanza en 169 y ½ durante la concurrida y accidentada ceremonia realizada a media tarde en el WaMu Theater del Garden, que cerró con una controversia entre ambos bandos por la selección de los guantes.
“Siempre estoy seguro. Sabía que estaba en 170. Él (Jones Jr.) puede decir lo que le dé la gana”, dijo Tito a la prensa que lo esperó por cerca de una hora tras una reunión celebrada a puerta cerrada en un salón contiguo, aunque los oficiales de seguridad del Garden intentaban impedir las labores periodísticas. Sólo la aguerrida intervención de Juan Miguel González, de la oficina del promotor Don King, salvó la situación.
A eso de las 3:30 de la tarde -hora de Puerto Rico-, Jones, Jr. entró a la tarima al tiempo que recibía un sonoro abucheo ‘cortesía’ de las decenas de fanáticos boricuas que colmaron el auditorio, y que unos segundos después estallaron en júbilo con la llegada del orgullo de Cupey Alto, al tiempo que retumbaba el estribillo ‘Tito, Tito, Tito’.
Unos minutos más tarde, tras el acto de apertura de King, le tocó el turno en la báscula a Jones, Jr., quien lucía un físico delgado y de poco color, pero de abdominales excepcionalmente definidos. Uno de sus allegados se acercó a saludarlo y pareció tropezar con la balanza. Entonces llegó el llamado al ‘campeón del pueblo’, quien abrió los ojos con incredulidad al percatarse que la balanza se había detenido en 170.2
Le dieron una segunda oportunidad, y se repitió el resultado para evidente sorpresa de Tito y de su padre, entrenador y manejador, don Félix Trinidad Rodríguez. En ese momento, Jones, Jr., tomó el micrófono y exclamó que “a mí no me importa el peso. Si Tito quiere subir con dos libras más, que suba. A mí únicamente que me den mis guantes Grant y vamos a pelear”.
Ahí comenzó el intercambio de palabras entre Trinidad Rodríguez, el entrenador de Jones, Jr., Alton Merkerson, y miembros de ambos grupos, al tiempo que don Félix exigía una revisión de la báscula al presidente de la Comisión Atlética del Estado de Nueva York, Ron Scott Stevens, quien explicó a El Nuevo Día que el instrumento se mantuvo fluctuando entre 169.8 y 170.2 en las primeras dos oportunidades, hasta que se corrigió la situación. Una vez repuesto el orden, Tito volvió a subir y finalmente marcó las 170 ante los gritos delirantes de su fanaticada y familiares.
“No hay ningún problema. Yo estoy seguro del peso que iba a dar. Solamente me dijeron que estaban moviéndose dos o tres personas, y la pesa estaba en 0.2 -y se miró con todos ellos- inclusive mi papá me dijo que nos íbamos a quitar el calzoncillo, y le dije que no. Yo sabía que estaba en peso”, precisó el ex triple campeón mundial boricua, restándole importancia a las expresiones de Jones, Jr.
“Puede decir lo que le dé la gana, pero él sabe que estoy en el peso y tiene que pelear como quiera”, agregó, tras anticipar que aumentaría un máximo de 10 libras a la hora del combate, y revelar entre risas que “el caldo de gallina hace rato que pasó a ser cadáver”.
Sin embargo, aún restaba resolver la polémica de los guantes. Según King, hay un acuerdo contractual que obliga a ambos peleadores a usar la marca Everlast, con color azul para Tito, aunque Jones, Jr., insistió en su deseo por lucir sus tradicionales Grant.
“Ellos (el grupo de Jones, Jr.) están defendiendo su inversión. Si uno de sus entrenadores quiere montar un debate y exigir que sean Grant, yo no puedo hacer nada. Pero los contratos están claros, y al final del día, con la puesta del sol, estaremos con Everlast. Los guantes no ganan peleas. Los boxeadores ganan peleas, no importa el guante que tengan puesto”, aseveró King, y Trinidad Rodríguez sentenció que “pueden decir lo que quieran. Los guantes los vamos a escoger nosotros, hicieron un issue de eso y se fueron. Hasta la fecha están molestos y a lo mejor no quieren pelear, pero nosotros estamos bien”, dijo.
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