ÁLVARO CARRERA
AS.com
Manny Pacquiao ganó a Timothy Bradley en abril de 2016,
después presentó su candidatura al Senado de Filipinas y dijo que se retiraba.
Solo unos meses más tarde (en noviembre) regresó, ganó a Jessie Vargas y dijo
que seguiría en activo. 'PacMan' pretendía hacer unos tres combates al año,
pero en 2017 ese objetivo parece improbable. Bob Arum anunció que pelearía con
Jeff Horn, después parecía que sería con Amir Khan... pero no salió y Horn fue
finalmente su rival.
Con sólo 17 peleas profesionales (16 victorias y un nulo) el
pleito ante el australiano no llama demasiado, aun así situar el nombre de
Pacquiao en un cartel hace que esa velada tenga repercusión. Pese a ello, y en
un intento de vender el combate, Bob Arum catalogó el combate como 'la ley de
la selva'. Una expresión que está marcando la lucha de este domingo ante ambos.
Pacquiao es el 'león viejo' que vive plácido, Horn el 'león joven' que quiere
imponerse y ser el 'rey de la selva'. La lectura es correcta, pero su pelea
sigue sin levantar expectación.
En un nuevo intento de animar a los fans, Freddie Roach,
entrenador de Pacquiao, no se cortado a la hora de decir que "no veía a
Pacquiao así desde hace 10 años". El domingo se acerca y la emoción va
creciendo, con un principal atractivo, ver si esas palabras son ciertas y si
Pacquiao logra recuperar la dinamita que tenía por aquel entonces. Suma nueve
victoria sin ganar antes del límite, algo que puede ser un debe importante ante
un rival de entidad. Frente a Horn no debería ser un problema.
Si para Pacquiao el principal motivo de esa pelea es el
económico, ya que pretende hacer una gira mundial antes de despedirse con un
gran combate, para Horn es un salto al estrellato si logra hace un buen papel.
Invicto, pero ante rivales de poca envergadura, tiene una buena carrera, pero
quizá medirse ante PacMan le venga grande. El australiano es zurdo y con buena
movilidad, Pacquiao buscará sacar mucho trabajo para sumar asaltos a su favor.
Horn debería esperar las contras, aunque al pelear frente a los suyos puede
buscar la iniciativa. Si consigue la victoria entrará en grandes carteles, si
pierde... será olvidado. El brete también es difícil para el australiano.
