lunes, 15 de abril de 2013

¿TIENE FUTURO EL ESTILO DE RIGONDEAUX?


BERNARDO PILATTI
ESPN.com

Aunque parezca una contradicción, la victoria unánime que consiguió Guillermo Rigondeaux sobre Nonito Donaire este sábado en la unificación del título supergallo OMB-AMB, no le garantiza un gran futuro. Las primeras declaraciones del promotor Bob Arum, luego de la batalla celebrada en el Radio City Music Hall de Nueva York, son un reflejo de la impresión mayoritaria. Arum criticó el estilo del cubano ya que su plan táctico determinó una pelea lenta y aburrida. También reconoció que habrá dificultades para encontrarle rival al cubano: "por su poco fascinante estilo no habrá mucho de donde escoger" fue la frase del promotor.
Antes de ello, el presidente de Top Rank afirmó que esperaba una función más entretenida y parecida a las guerras vividas recientemente. La razón de su queja esta en los números, el cubano conectó apenas 129 de 396 golpes lanzados y Donaire sobre 235 lanzados apenas conectó 82. Basta solo recordar que en la pelea deBrandon Ríos y Mike Alvarado cada uno superó los 800 golpes lanzados.

La queja de Bob Arum debe ser tomada en cuenta, por más que le pese a quienes defienden el boxeo técnico y elusivo que practica Guillermo Rigondeaux. Hoy la afición se divide entre quienes defienden al estilista y los que apuestan por el boxeo de choque, de intercambio, el "toma y daca". Para nadie es novedad que estos últimos son la mayoría. Y a esa mayoría apuestan las cadenas de televisión, porque el boxeo mis amigos, es un negocio con todo lo que ello implica de bueno o de malo.
Y considero que no se trata de un problema de escuelas como se pretende hacer creer. El legendario entrenador cubano Alcides Sagarra, un verdadero formador de profesionales y verdadero padre del mejor boxeo cubano, solía estimular a sus dirigidos a que pelearan, a que fueran al choque: "esto es boxeo chico, esto no es una carrera con obstáculos" solía gritarles desde la esquina del ring.
En Panamá, en Cuba, en Puerto Rico, en República Dominicana o en México, los que rodean el cuadrilátero en el momento de la batalla quieren ver a dos individuos golpeándose. Alentar al que soporta, agrede y luego sale aplaudido en el triunfo o la derrota. Es un deporte salvaje, debemos aceptarlo. Es así como le gusta a la mayoría.
Por cierto que las grandes trilogías o los combates que de inmediato son declarados como "pelea del año", no son aquellos donde abunda la técnica, el boxeo elusivo, el golpe esporádico y el eterno movimiento de piernas esquivando el ataque adversario. Las inolvidables guerras de Arturo Gatti (f) con Micky Ward, Juan Manuel Márquez con Manny Pacquiao o los increíbles duelos de Diego Corrales (f) con José Luis Castillo, por nombrarle algunas de esas peleas, son bien elocuentes sobre lo que prefiere el fanático.
Al final de su pelea contra el filipino, a Rgondeaux le cuestionaron ese punto y él alegó que hizo su trabajo y al referirse a su rival, fue contundente: "no se gana una pelea con un solo golpe". A su manera tuvo razón, pero también nos dio la razón. Ganar una pelea con un solo golpe, siempre dará mas dividendos que ganarla sin dar golpes.
Es necesario preguntarse, entonces, a donde llegará Guillermo Rigondeaux con su estilo técnico, defensivo y de pocos golpes lanzados. Aceptemos que como doble campeón tendrá rivales en la fila, aunque dudo que pueda sentarse a negociar con los más taquilleros en igualdad de condiciones. Así como ante Donaire aceptó una bolsa cuatro veces inferior a la de su rival, no dudo que en una hipotética revancha en 126 libras ocurrirá exactamente lo mismo.Los boxeadores que arriesgan, los que dan espectaculo, los que sudan sangre, son los que mandan en la taquilla. Para mal o para bien, esa es la realidad.
El boxeo vive un momento de profundos cambios. La exposición mediática lo ha convertido en un negocio multimillonario, no es un dato menor que en la última lista Forbes de los deportistas que más dinero ganaron en el año se encuentren dos boxeadores: Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Las grandes cadenas de televisión han iniciado una guerra por la audiencia y en otras partes del mundo le nacen competidores a la otrora meca del boxeo: Las Vegas. Entre los mexicanos, que ocupan cerca del 80% del mercado latino en USA, después del fútbol el boxeo es su deporte predilecto. Y por si fuera poco, a las nuevas generaciones se les ofrece la alternativa de las Artes Marciales MixtaS (MMA) con su componente infalible: violencia al cien por ciento.
Lo que decide la mayoría, marca las tendencias del rating televisivo, a más emoción más televidentes. Y en ese aspecto, las peleas de MMA están haciendo escuela en aquello de atender lo que reclama el espectáculo. Si dos luchadores demoran mucho en iniciar las acciones, el propio réferi les advierte y conmina a luchar. En el boxeo, esa práctica aún no ha tomado vuelo, pero este sábado en el combate Rigondeaux-Donaire, el réferi Benji Estévez ,fastidiado con la pasividad de los dos rivales, por dos veces durante la batalla les pidió que se golpearan. Ese es un reflejo de los nuevos tiempos y un detalle que Guillermo Rigondeaux deberá tomar muy en cuenta, si aspira a ganar buen dinero en este negocio.