ÁLVARO CARRERA
AS.com
Nadie
en el Arena Marbella de Puerto Banús se podía creer las palabras que el speaker
de la velada acababa de pronunciar. Yokasta Valle se proclamaba campeona
mundial del peso mínimo por la FIB al derrotar, por decisión dividida (96-94,
93-97 y 93-97), a Joana Pastrana. Tampoco ninguno de los presentes se esperaban
las palabras de la española. “Desde el primer asalto noté algo mal en mi mano.
Es la misma sensación que cuando me rompí la mano”, aseguró. Su mano derecha
falló y el árbitro también, pues fue demasiado permisivo con la visitante, algo
que a la postre fue clave. Pese a todo, la ya excampeona dejó un mensaje claro:
“Hay Joana para rato”.
Pastrana
comenzó muy bien. Quitándose todas las manos que le llegaban y contragolpeando
con criterio, sobre todo con el jab. Dominaba y se gustaba. Desde el tercer
asalto Valle apretó más y quiso cerrarle los huecos a la española. No lo
conseguía, porque siempre se encontraba las mejores manos. A partir de ese
momento, la costarricense demostró que haría todo lo posible, legal o ilegal,
para ganar. Entraba con la cabeza por delante y pegaba golpes en la nuca (prohibido), pero el árbitro no hizo nada más
que alguna advertencia. Eso hizo que poco a poco se fuese creciendo y el quinto
y sexto asalto fueron para ella claramente.
En
el séptimo asalto, Pastrana conectó un tremendo upper con su derecha. Debía
seguir ese camino, pero cada vez soltaba menos golpes con esa mano… más tarde
todo tendría sentido. Pese a todo, Joana volvió a recuperar chispa y comenzó a
quitarse manos. Contragolpeó, de nuevo, duro y recibía a la aspirante con
golpes curvos con su mano adelantada. Lo necesario para ganar. En el último
asalto Valle fue con todo y llegó el mayor reproche al árbitro por parte de la
afición. Tres golpes en la nuca y dos cabezazos dejaron tocada a Joana, que
aguantó… pero para los jueces no fue suficiente. Cedió su corona, pero su mente
ya piensa en recuperarla.
Joana siempre vuelve.