ÁLVARO CARRERA
AS.com
Muchos ya se frotaban las manos. El anuncio del duelo entre
Anthony Joshua (21-0, 20 KO) y Deontay Wilder (40-0, 39 KO) por los cuatro títulos
del peso pesado parecía inminente. El estadounidense aseguró en las redes
sociales que aceptaba las estipulaciones del británico... podia suceder de un
momento a otro, pero en el boxeo todo puede cambiar. Lo hizo. La Asociación
Mundial de Boxeo (WBA, en inglés) metió en un brete a Joshua: "o cierras
una pelea ya o perderás tu título". La amenaza era seria y AJ no quería
ceder ninguno de sus cinturones. Había sólo 24 horas y todo se dinamitó. Joshua
entró por el aro y se enfrentará al aspirante oficial, Alexander Povetkin
(34-1, 24 KO). Será, casi con total seguridad, el 22 o 29 de septiembre en
Londres (Wembley o Twickenham).
Por tanto, no habrá Joshua vs Wilder en lo que resta de
2018. La opción que parecía muy cercana, pero los tira y afloja entre ambas
partes lo han impedido. El motivo real es una incógnita, ya que el cruce de
acusaciones es alto. Ninguno quiere la culpa de que el combate más esperado del
año no se produzca. Ambos la tienen. Joshua ganó a Parker y pidió públicamente
a Wilder para su próximo duelo. Después dijo que aceptaría por 50 millones de
dólares. Wilder le envió una oferta al británico con esa cantidad para pelear
en Estados Unidos. Ahí está el primer punto de roce, Joshua quería pelear en
Reino Unido. Entonces Hearn mandó una contraoferta.
Eran 12,5 millones de dólares lo que le ofrecían a Wilder,
quien dijo un 50-50 y la nueva réplica le daba 15 millones, sin variables. El
estadounidense aceptó, creyendo desde su equipo y el mismo que hacían un gran
esfuerzo. Lo es. "Acepté la oferta más baja de la historia por una pelea
de este tipo", ha apuntado en su cuenta de Twitter. En este punto es donde
reside toda la problemática. El estadounidense dijo públicamente que estaba de
acuerdo y Hearn envió un contrato a su equipo. "El viernes responderemos
con algunos apuntes", asegura el promotor británico que le contestaron.
Esa réplica nunca llegó y la WBA se cansó de esperar. Quería movimiento en su
cinturón y apretó la situación. En 24 horas se buscó un acuerdo final... pero
todo era más largo, y Joshua fue claro: "No quiero perder ningún título.
Primero Povetkin y después Wilder". Dicho y hecho.
La situación se podía haber evitado, pero la lucha por el
mayor beneficio económico frenó todo. Los dos tienen la culpa y los fans deben
esperar. Joshua tendrá una dura lucha ante Povektin, quien tras dos positivos
siempre tiene detrás la sombra del dopaje. No gusta la pelea en su entorno. "Es
muy complicada... aunque así AJ llegaría en su mejor momento a Wilder".
Mientras, el estadounidense ya otea un nuevo rival, parece que Dominic
Breazeale (19-1, 17 KO), a quien ya noqueó, gana enteros. Después se volverían
a sentar con el 13 de abril de 2019 en la mente. Esa debe ser la fecha
definitiva.