DAN RAFAEL
Sólo Miguel Cotto sabe las consecuencias sicológicas que le dejó su derrota por nocaut de undécimo round contra Antonio Margarito.
Claro está, deben haber habido días oscuros y dudas que siguieron a la derrota de julio de 2008, la única de la carrera de Cotto.
Pero sin importar el daño cometido, al menos mentalmente, ciertamente Cotto parece haber superado el momento, o al menos haberlo dejado en el pasado para poder seguir adelante como siempre.
Cuando se volvió a enfrentar con un oponente de nivel, esta vez el ex titular Joshua Clottey -- sin mencionar un brutal corte por sobre su ojo izquierdo a causa de un accidental choque de cabezas en el tercer round -- Cotto no flaqueó.
Luchó contra la adversidad y la sangre que iba cayendo por su cara para tomar una decisión dividida para retener su título welter en el Madison Square Garden el sábado por la noche.
El resultado envió a una tribuna de 17,734 fans a casa con una sonrisa. Se trataba de una sorprendente tribuna portorriqueña que estaba alentando a su hijo predilecto, Cotto, en la víspera del National Puerto Rican Day Parade.
Era difícil no admirar la determinación que mostró Cotto, especialmente cuando piensas en la forma en que arremetió contra Margarito -- tomando una rodilla dos veces y resignando.
No así contra Clottey, quien lo castigó duramente toda la noche.
"Agallas, agallas, agallas", dijo el promotor de Top Rank, Bob Arum, dijo de Cotto. "Creo que Clottey fue muy bueno y, recuerden, Cotto tuvo que pelear contra la adversidad casi toda la pelea a causa del corte. Podría haber tomado la salida más fácil porque claramente estaba por delante en puntaje, pero trabajaron duro para cerrar el corte. Vi muchos rounds en los que no pudo enfocarse porque la sangre le corría por el ojo, pero demostró su valía. Fue una performance corajuda contra una pistola fuerte a la que no podía vencer realmente".
Clottey quedó disgustado con la decisión, amenazando con retirarse y saliendo del ring enfadado.
"Fui robado y quiero una revancha", dijo Clottey, quien había cedido un título alfabético para poder facilitar la pelea. "Me robaron. El corría y yo lo perseguía. Di los golpes más duros".
Cotto (34-1, 27 KOs) está metido para una mega pelea próximamente. Arum tiene el sueño de enfrentarlo en el otoño a su otra superestrella, el rey de la libra por libra y campeón de welter junior Manny Pacquiao, que estaba al costado del ring.
"La pelea me mostró que Cotto y Pacquiao es una pelea extraordinaria", dijo Arum. "Creo que es una pelea muy competitiva. Cotto-Pacquiao es la pelea que quiero armar. Es la pelea que quiero armar".
Es ciertamente posible, a menos que una Pacquiao-Floyd Mayweather Jr. se materialice para el otoño.
Pero también hay otra pelea en la que Cotto y Arum tienen su mente enfocada: una revancha con Margarito, quien se presenta como eventual regreso de una licencia revocada tras que se lo hubiera pescado intentando pelear contra Shane Mosley con straps de manos cargados en enero. Mosley pasaría a noquear a Margarito, pero una pelea revancha para Cotto aún sería importante.
"Una revancha entre Margarito y Cotto sería una pelea sorprendente", dijo Arum.
Dijo Cotto, "La pelea Margarito es una posibilidad para cuando regrese tras su suspensión. Lo voy a tomar. Pero al igual que siempre, quiero pelear contra los mejores, con lo que aquel que quiera pelear conmigo, estoy disponible".
Clottey (35-3, 21 KOs), un nativo de Gana que vive en el Bronx, estaba dispuesto. Cotto anotó un derribamiento hacia fines del primer round con un golpe zurdo, pero no salió herido. De todas maneras, estableció el tono para una muy buena pelea.
En el tercer round, cuando un accidental choque de cabezas abrió un corte brutal en la ceja izquierda de Cotto antes de que la campana final lo terminara.
Hubo un poco de lucha profesional en el quinto, cuando Cotto tuvo suerte de que el árbitro Arthur Mercante Jr. no lo descalificara por derribar a Clottey con el cuerpo al piso. Clottey
Clottey parecía estar dolorido y se levantó lentamente tras que Mercante llamara a tiempo. Cuando finalmente se puso de pie, Clottey estaba favoreciendo su rodilla derecha.
"Creo que tengo un problema nervioso", dijo Clottey. "Me molestó el resto de la pelea".
Cotto tuvo un sexto round masivo, atrapando a Clottey en su propia esquina. Desató golpe tras golpe con ambas manos. Cotto terminó el round habiendo aterrizado 35 de 95golpes (37 por ciento).
Varios de los rounds restantes fueron ajustados y cuando se terminó, el juez Don Trella (116-111) y John McKaie (115-112) la marcaron a favor de Cotto mientras que Tom Miller la marcó a favor de Clottey (114-113). ESPN.com la marcó a favor de Cotto por 116-111.
Clottey fue incendiado con los puntajes.
"Me robaron", dijo.
Dijo Arum, "Le dije, 'Joshua diste una gran pelea. No ayuda que seas un mal perdedor. Se un buen deportista y te volveremos a dar una gran pelea. No puedes criticar el resultado".
"Yo enfrentaría a Clottey y a Paul Williams cualquier día. Creo que Clottey lo correrá fuera del ring. Ciertamente vencería al titular Andre Berto. Lo enfrentaría a Shane Mosley también, pero esa es una pelea mucho más dura porque Shane es un excelente boxeador".
Arum intentará calmar a Clottey y hará grandes planes para Cotto, quien, sin importar lo que pase en el futuro, tuvo que mostrarse satisfecho con su corajuda performance.
"Tuvo que boxear con toda la sangre que me salía del ojo", dijo Cotto, quien había clamado un título vacante en el Garden en febrero contra Michael Jennings, un oponente de bajo nivel. "Los últimos rounds no podía ver bien. Me golpeó con fuerza. El corte hizo que la pelea fuera más difícil, pero me sentí ganador a lo largo de la pelea".
Y en algún punto en su cabeza, también puso muchos demonios a dormir.
