BERNARDO PILATTI
Que ya nadie lo dude. La historia del boxeo pasa por un período oscuro. Con sólo un mes y medio dentro del año 2011, ya se acumulan las críticas, aunque no son cuestionamientos a lo que pasó. Es una crítica casi unánime a lo que pasará.
Entiendo que el rechazo a las peleas planificadas está justificado, pero debemos recordar que durante los próximos meses también ocurrirán, seguramente, cosas buenas.
LO MALO
Si considerar que la batalla de Manny Pacquiao ante Shane Mosley es parte de un circo, imaginar que después de enfrentar a Mathew Hatton, Saúl Canelo Álvarez pueda aspirar al título vacante de las 154 libras, es un insulto al sentido común.
Los títulos deberían ser un premio al esfuerzo, a la acumulación de grandes victorias, pero también a la suma de victorias sobre grandes peleasdores en su palmarés. El Canelo no cumple aún ninguno de esos requisitos. Y la peor noticia: Oscar de la Hoya quiere que ya ante Hatton, Canelo sea campeón en caso de ganar ese combate.
Tampoco es para sentirnos felices ver que el argentino Marcos Maidana, protagonista de una de las mejores peleas del 2010 ante Amir Khan, descienda hasta a los sótanos de la pasada gloria de Erik Morales. ¿Enfrentar a una leyenda, aunque acabada, es lo que necesita Maidana? No y no. Él es hoy uno de los mejor posicionados entre los pocos buenos con que cuenta la élite del boxeo profesional. Es un desatino llevarlo también al circo de los nombres. Es agredir la inteligencia de los fanáticos.
Marco Antonio Barrera regresa el sábado a los cuadriláteros y en el momento de escribir este artículo aún no sabemos como le fue. Pero de antemano tenemos algo muy claro. No es ni será el de antes, entonces por el bien de su salud y su recuerdo, debería de una buena vez colgar los guantes.
Israel Vázquez quiere regresar y todos queremos que no regrese. Ojalá en algún momento encuentre la luz en el sentido común y entienda que su salud, es más importante que el dinero o las interesadas alabanzas de algún empresario cualquiera.
Lo de Miguel Cotto vs. Ricardo Mayorga exime comentarios, hasta me da pena mencionarlo. Por eso dejaré que los propios fanáticos lo hagan en el foro de esta nota.
Yuriorkis Gamboa va contra el mexicano Jorge Solís, y comienzo a preocuparme. Es verdad que el "Coloradito" es campeón, pero, entre los posibles rivales para Gamboa, me suena a que eligieron al más accesible. Por eso me pregunto, ¿cuándo llegarán los rivales de grandes ligas al camino de este cubano campeón invicto?
Regresa Fernando Vargas en peso supermediano. También les dejo a los foristas el comentario. Temo excederme en mis críticas a este otro desatino.
Con relación a Julio César Chávez Jr. no me atrevo a imaginar su futuro inmediato. Tiene a uno de los mejores entrenadores y hasta se atrevió a expresar públicamente su deseo de enfrentar a Sergio Maravilla Martínez. Si eso ocurre, pues, aunque le vaya mal, la carrera del Junior comenzará a funcionar mejor. Ya es hora de que se ponga a pelear en serio. Hasta entonces, no habrá nada para aplaudir.
LO BUENO
Khan deberá cruzarse este año con Timothy Bradley Jr. para unificar el título de las 140 libras y esa es una buena noticia. Juan Manuel López volverá a pelear con Rafael Márquez, pero antes se las verá con Orlando Salido. El boricua no elige rivales y eso habla muy bien de él. Victor Ortiz podría subir de categoría para enfrentar a Andre Berto. El haitiano-americano desde mi punto de vista es favorito, pero aplaudo la determinación de Ortiz. Para hacer historia hay que enfrentar a los mejores. Es la única receta.
Fernando Montiel va contra Nonito Donaire y le apuesto de antemano a que esa pelea será candidata a mejor del año.
Y hay otros nombres de los que felizmente podemos esperar cosas buenas este año. Lucian Bute , que defiende su corona en marzo; el cierre del torneo de los supermedianos o lo que pueda lograr Abner Mares en la final del torneo de peso gallo ante Joseph Agbeko. No olviden que Mares ya venció a Vic Darchinyan.
LA CONSECUENCIA
Mientras los empresarios se pelean entre si, los poderosos organismos (CMB, AMB, OMB, FIB) se autoflagelan con un ránking tomado de los pelos, y con los grandes campeones del presente en un nivel que ni siquiera serviría para atarle los guantes a los campeones del pasado, el boxeo se mantiene en terapia intensiva.
No es una casualidad que las artes marciales mixtas siguen creciendo a un ritmo exorbitante, ni tampoco es una casualidad de que, a excepción de Pacquiao, no existan más atractivos para una cartelera de PPV. Pedir a quienes dirigen este negocio que recapaciten, parece ya una utopía, ero es nuestro deber hacerlo una y otra vez. Aunque no les guste.
