lunes, 18 de marzo de 2019

MANNY PACQUIAO SE OFRECE PARA PELEAR ANTE SPENCE


AGENCIA REFORMA

Errol Spence Jr. mostró que es una realidad y ya tiene en la mira a un ícono del boxeo.
Tras aplastar la noche del sábado en el AT&T Stadium a Mikey García, y retener el título Welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el púgil de DeSoto, Texas lanzó un reto a Manny Pacquiao, quien subió al ring para saludarlo.
“(Pacquiao) ha roto todos los récords, es una leyenda del deporte y sería un honor para mí pelear con él en mi siguiente combate”, afirmó Spence Jr., tras conseguir una clara decisión unánime en la casa de los Cowboys de Dallas.
El “Pacman” (61-7-2, 39 KOs) es el actual monarca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en la misma categoría y ha dicho que quiere volver a los cuadriláteros en julio, mes en el que Spence (25-0, 21 KOs) estaría dispuesto a reaparecer.
Al preguntársele a Pacquiao si estaría dispuesto a enfrentar a Errol, el filipino respondió:
 “Sí, ¿por qué no? Le daremos a los fans una gran pelea. Estoy feliz de estar aquí en Dallas y espero estar de regreso pronto”.
Agregó: “Puedo pelear contra quien sea. No tengo idea de lo que (Floyd) Mayweather quiera hacer, él está retirado y yo estoy buscando una pelea real”.

PETROV VUELVE EN ALBACETE: "HE TENIDO UN AÑO SABÁTICO"


ÁLVARO CARRERA
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En su carrera Petr Petrov (38-6-2, 19 KO) nunca ha rechazado una oportunidad.
En 2011, y con 15 días de antelación, aceptó pelear en Argentina contra Marcos Maidana por el Mundial WBA del superligero. Tuvo que trabajar mucho, trasladándose a Estados Unidos, para poder tener otra pelear similar. La tuvo en 2017, cuando disputó el WBO del ligero ante Terry Flanagan y en marzo de 2018, también avisado con muy poca antelación, aceptó cruzarse contra Baranchyk por una eliminatoria mundial. Nunca ha rehuido, pero la suerte siempre le ha esquivado. Pese a ello, el ruso, de 35 años y afincado en España desde los 16, no se rinde y este sábado 23 de marzo en Albacete vuelve al ring para volver a reclamar su sitio.
"Mis dos últimos combates me han dado experiencia y han sido la demostración de que aunque haya perdido estoy para el máximo nivel, siempre he dado buenas peleas y la afición ha disfrutado vaya donde vaya. Me gustan los retos, creo que si quieres estar en las grandes ligas no puede decir que no a esas oportunidades. Si ganas pasas al siguiente nivel, y si pierdes… no pasa nada. Ahora mismo me siento muy bien. Hace un año de mi última pelea. Se puede decir que he tenido un año sabático, he estado al lado de mi mujer que estaba embarazada y ahora hace dos meses que somos padres. Pese a ello he mantenido la forma y he estado entrenando siempre", reconoce el Zar a As.
Este sábado, en su retorno, le espera el venezolano Hermin Isava (10-18, 5 KO), un duelo para reencontrarse. "Lo que busco sobre todo es volver a sentir el ring y volver a la senda de la victoria", apunta. Toca rodarse, pero lo hace de un modo especial, ya que desde noviembre de 2012 no peleaba en España. "Tenía muchísimas ganas de pelear aquí. Cuando mi amigo Sergio Castillo hacía una velada y buscaba un profesional enseguida hablé con él. Tengo que darle las gracias a él, a su gimnasio (Formas A Power Boxing), a FightTape, HMF Group y Albamocion, que han permitido que sea posible. Hace muchos años que mi familia, amigos y afición en España no me ven pelear en directo y estoy encantado de poderme reencontrar con ellos", asegura.
Durante esta preparación, Petrov, ha entrenado a las órdenes de su hermano Vladimir, algo que cambiará tras su duelo en Albacete. "Lo primero es ganar esta pelea y después volveré a California para entrenar allí. Pronto tiene que salir otra pelea en suelo estadounidense. Una vez allí seguiré mi preparación con Danny Zamora y mi preparador físico, Jerry Arias", concluyó Petrov.

SPENCE SE DOCTORA EN LA PRIMERA DERROTA DE MIKEY GARCÍA


ÁLVARO CARRERA
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"Estoy muy cansado", reconoció Mikey García a su esquina antes de salir al noveno asalto. En el siguiente descanso, su hermano y entrenador (Robert) le preguntó si quería salir. Mikey es un guerrero y aguantó los dos rounds que le quedaban. No tenía opciones, pero quería morir en pie. Lo consiguió porque Errol Spence le dejó. El campeón fue muy superior y no quiso arriesgar al final, de lo contrario el desenlace podía haber sido otro. Spence era más grande, pudo aprovecharlo, pero su idea era demostrar su calidad y lo hizo. Los jueces no tuvieron ninguna duda (120-107, 120-108 y 120-108, en las cartulinas), los aficionados tampoco. El púgil de Dallas fue un rodillo para retener ante los suyos (hubo 47.525 en el AT&T Stadium) el IBF del peso welter y dejar un mensaje al resto de la división: hay boxeador para marcar época.
Spence mandó desde que sonó la campana. Impuso su jab desde el primer segundo y fue percutiendo con su izquierda recta (es zurdo) en la zona de flotación de García. El aspirante se dedicó a estudiar la pelea en los dos primeros actos, a partir de ahí el guión fue el mismo. Quiso sorprender con velocidad y anticipación, pero la subida de categoría fue una losa demasiado grande. Spence era más rápido y siempre le dejaba fuera de distancia (cuando no lo hizo se quitaba golpes con el hombro con gran facilidad). Cuando intercambiaban la diferencia también era notable. El campeón, al tener mayor envergadura, impactaba antes y con más potencia. No había manera, era inexpugnable. En la esquina de García le pedían que se cubriese bien y entrase en distancia. Una quimera. García se llevó más castigo en Dallas que en toda su carrera y a partir del octavo asalto todo se evidenció.
Spence le había conectado golpes de todas las formas posibles... y Mikey intentó batallar, pero poco pudo hacer ante la superioridad de su rival. El trabajo a la zona de flotación del campeón se dejó ver. García no se movía, era un blanco fácil. No tenía ni fuerzas para cabecear. Del noveno al undécimo asalto su respuesta fue casi nula, otro no hubiese salido, pero él tiene un legado que defender. En el último acto Spence bajó el ritmo. "Cabeza", le pidieron en la esquina. Lo hizo, había dado una clase magistral y no la tiró por la borda. Arrolló a la leyenda en las cartulinas y también en los estadísticas. El dato define todo: Mikey García sacó en 12 asalto 406 manos, sólo impactó 75. Spence, intentó 1.082 y llegó con 345. “Quería demostrar que soy versátil y puedo hacer de todo”, afirmaba orgulloso el campeón tras su victoria. Ya tiene su doctorado.