BERNARDO PILATTI
ESPN.com
Cuando terminó el 2015 parecía que las mayores expectativas
boxísticas de los fanáticos comenzaban y terminaban con la posible pelea de
setiembre entre Gennady Golovkin y Saúl Canelo Álvarez. Sin embargo, las
primeras cinco semanas del 2016 nos han demostrado otra cosa. Habrá mucho y
mejor boxeo pese a Canelo y pese a GGG.
Pero antes de especular sobre las alternativas consistentes
que tenemos este año en materia de buenos combates, es necesario aclarar la
mención a Canelo y GGG. El manejo de los posibles rivales y la falta de
certezas sobre la realización de la pelea entre ambos, increíblemente, van
transformando su futuro de gloria en un presente de fiascos.
Curiosamente, con los dos monarcas CMB de los medianos se
establece una dicotomía del "no" que raya con lo absurdo. A Golovkin
"no" lo quieren enfrentar los mejores y Canelo "no" quiere
enfrentar a los mejores. Entiéndase por mejores a figuras de su mismo peso y
división, que además se encuentran en el mejor momento de sus carreras. La
historia de ambos es tan irreal que, por si algo faltara, a cada nuevo anuncio,
las dudas sobre su posible enfrentamiento no hacen más que aumentar.
Todo parece muy lejos de lo que esperábamos para el 2016,
sin embargo seríamos egoístas si nos limitáramos a valorar esta temporada
exclusivamente en base a esas dos figuras. Y de eso se trata esta columna,
desmitificar la pelea de GGG-Canelo como la única panacea del boxeo 2016.
En ese escenario, basta recordar las tres grandes peleas que
presenciamos en el mes de enero para avizorar que el futuro cercano, al fin de
cuentas, no es tan malo como lo pintan. Sergey Kovalev vapuleó a Jean Pascal y
quedó listo para Andre Ward o Adonis Stevenson. Deontay Wilder noqueó a Artur
Szpilka y por delante solo tiene guerras de verdad. Danny García venció a
Robert Guerrero y nadie duda que en algún momento del año se verá las caras en
un cuadrilátero con Keith Thurman para unificar los cinturoners CMB-AMB.
De esos tres casos, tal vez, el de los pesos pesados sea el
que mayores atractivos reúne como alternativa cierta de un boxeo competitivo,
explosivo, de intercambio y donde veremos a figuras de calidad parecida
ejerciendo su derecho a demostrar que son mejores porque enfrentan y vencen a
los mejores.
El estadounidense campeón CMB deberá cumplir con una defensa
mandatoria muy peligrosa frente al ruso Alexander Povetkin y si supera ese
escollo, tendrá por la frente a Tyson Fury o Wladimir Klintschko. Esos dos
celebran su esperada revancha, tal vez, en el mes de mayo y lo que rodea a
cualquiera de esas batallas es puro morbo y la certeza de un gran espectáculo.
A ese panorama, deben sumarse las peleas de otros grandes nombres en la
categoría como el cubano Ortiz, el neozelandés Joseph Parker y la sensación
británica Antonhy Joshua.
Danny García conquistó el vacante título CMB de los welters
y debía cumplir una defensa mandatoria, antes de junio, contra Amir Khan. Ya
sabemos lo que eligió el británico: subir a disputar el cetro mediano contra
Canelo Álvarez. Ahora García espera por su nuevo rival y al mismo tiempo se
prepara para chocar contra Keith Thurman.
Tal como le ocurrió en las 140 libras, la mayoría
de los fanáticos no cree en el boxeo de García. Su destino parece destinado a
romper pronósticos y doblegar a favoritos a contracorriente, tal como le
ocurrió antes de sus victorias sobre Amir Khan, Lucas Martín Matthysse o Erik
Morales. Keith Thurman hoy por hoy es el monarca más sólido de la categoría, el
hombre a vencer y al igual que García, su manejo depende de Al Haymon por lo
cual no habrá impedimentos para ese combate. Y García podría seguir dando sorpresas.
Sergey Kovalev, es hoy por hoy, el único triple campeón
legítimo. Su dominio de la división semipesada no ofrece ninguna duda. Ante ese
panorama, se suponía que solamente le quedaba enfrentar y vencer al monarca
CMB, Adonis Stevenson, para transformarse en el más grande semipesado de la
historia. Pero Stevenson siempre esquivó esta pelea y por si fuera poco, ambos
se encuentran bajo control de diferentes promotoras. Pero cuando parecía que no
quedaban opciones atractivas para Kovalev, Andre Ward levantó la mano y dijo
"aquí estoy".
El ex monarca invicto de los supermedios, está subiendo
para desafiarlo en 175
libras y esa pelea deberá ocurrir durante el presente
año. Aunque existe una salvedad demasiado importante, antes de dar como un
hecho esa batalla; la pelea previa de Ward. El 26 de marzo en Oakland, CA,
enfrentará al invicto cubano Sullivan Barrera. Desde mi punto de vista, es una
batalla de pronóstico reservado y donde la agresividad del cubano pondrá a
prueba la movilidad y la técnica del estadounidense. Puede ganar cualquiera.
Pero no solo las grandes batallas mencionadas deben atraer
nuestras expectativas en el 2016. El mejor libra por libra del planeta, Román
"Chocolatito" González, tiene un duro pleito contra el campeón
mundial súper mosca del CMB, el invicto mexicano Carlos Cuadras, y si gana
luego tiene dos alternativas a cuál de ellas más atractiva. El nicaragüense
puede ir contra Juan Francisco "Gallo" Estrada en una anhelada
revancha o enfrentar al fenómeno japonés Naoya Inoue, campeón mundial súper
mosca de la OMB.
A todo lo que podemos esperar de los súper moscas, sumemos
lo que depare el 2016 en las 126 y 130 libras donde se ha juntado una generación
de campeones con mucha calidad o la posibilidad de ver - como se especula - a
Miguel Ángel Cotto frente a Erislandy Lara por el título AMB de las 154 libras o una
eventual unificación en 140
libras entre Viktor Postol (CMB) y Terence Crawford
(OMB).
Es verdad que en el amanecer del segundo mes del 2016 nos
desayunamos con los decepcionantes nombres de los futuros rivales de Golovkin
(Dominic Wade) y Canelo (Amir Khan) , pero no por ello vamos a descartar el
futuro del mejor boxeo. Más allá de las malas peleas por llegar, también hay
grandes batallas en camino. Y por ley de vida, en la ecuación final, lo bueno
siempre sobrevive y lo mediocre siempre se olvida.