Álvaro Carrera
AS.com
Los pesos pesados han recuperado su lustre. Los aficionados
ansían ver grandes combates en esa categoría y los que están llamados a ser
grandes antagonistas el sábado fueron protagonistas. Mirando a la faceta
deportiva sólo destacó Anthony Joshua, que venció a Joseph Parker a los puntos.
Mientras, Deontay Wilder lo hizo por unas declaraciones salidas de todo que le
han generado grandes críticas. Siempre polémico el 'Bombardero de Bronce'.
"Quiero que haya un muerto en mi palmarés. Quiero uno,
de verdad. Siempre lo digo, cuando me subo al ring soy un bombardero y estoy
loco. No cuenta si siento compasión por el ser humano que está ante mí",
espetó sin tapujos el boxeador en el programa de radio The Breakfast Club. Pero
no se quedó ahí, afirmó que en 2016, tras noquear a Artur Szpilka lo había
logrado. "Cuando le tumbé, no respiraba, y pensaba de verdad que estaba
muerto", concluyó.
Sin duda fuera de lugar, pero consiguió lo que quería: ser la
noticia antes del Joshua vs Parker. También lo fue después, porque el británico
no se cortó a la hora de hablar de su posible combate. "Consigue a Wilder
en un ring y le noquearé", afirmó, aunque puso una línea roja: "No
quiero pelear en Estados Unidos, quiero hacerlo en Londres". No le pareció
importar a Wilder, que poco tardó en replicar: "acepto al 100%". Los
pesados están al rojo vivo.