lunes, 11 de marzo de 2019

JOANA PASTRANA YA ES TRICAMPEONA MUNDIAL


ÁLVARO CARRERA
AS.com

Tic, tac, tic, tac… así comienza la canción que introduce a Joana Pastrana en el ring. No es un reloj, pero para ella significa que empieza el juego. Cuando Joana camina hacia su esquina sólo mira a su rival. La española atravesó a Arrazola con su mirada primero, después dio un recital de boxeo y la venció en las cartulinas. No hubo KO, pero tampoco dudas: 99-91, 100-90 y 100-90. Así se convertía en tricampeona mundial, como Kiko Martínez. Por delante sólo queda Castillejo (siete veces campeón mundial), queda camino, pero hay calidad y una mujer que ya está marcando época. En Moralzarzal reunió a 2.000 personas. Es una superheroína y lo dejó claro en el ring. Nadie puede con ella.
Pastrana estaba en su casa, defendiendo lo suyo y salió a mandar. La española tomó el centro del ring de inicio y mandó. La derecha recta fue su golpe de la noche. El estudio previo de Nicolás González y Álvaro Gil-Casares fue sublime, como siempre, y ella ejecutó sin fisuras. Pasó desapercibido en los primeros asaltos su trabajo de destrucción. Lucen más los golpes al rostro, pero Joana fue una apisonadora. Golpeó sin cesar a Arrazola en la zona de flotación y después se benefició. Antes, Pastrana dominó hasta el cuarto round, cuando la mexicana dio un paso al frente y armó ‘la bronca’. Era lo que quería, pero la distancia y rapidez a la hora de esquivar de la española lo evitó. Era el ecuador del combate y todo cambió.
Arrazola empezó a ir a menos y la exhibición de Pastrana fue mayúscula. Golpes de todos los ángulos, variantes y estilos. Estaba desatada. La mexicana pudo resistir la ofensiva y contragolpeó con criterio, pero Joana estaba rápida y hábil, quitándose todo lo que le llegaba. De diez. “La hostia de Dios”, le pedía el público (en alusión a sus declaraciones en La Resistencia). Joana tomó nota y lo intentó, pero aunque los golpes no arreciaron sobre Arrazola, la mexicana no cedió. La victoria llegó, ella entró al ring vestida de oro y salió igual. Triunfante, como campeona.
"Ha sido el combate más difícil en cuanto a preparación. Me enfrenté a una campeona con gran experiencia, guerrera y zurda. Ella no defraudó y planteó una pelea difícil, pero me voy con muy buenas sensaciones. Las mejores. Hemos bordado la táctica que habíamos preparado. Estoy muy feliz y con ganas de volver a repetir pronto. El apoyo del público ha sido increíble, ha llenado el pabellón y me ha llevado en volandas todo el duelo", aseguró a As tras su victoria.

PORTER VENCE CON POLÉMICA A UGAS


ÁLVARO CARRERA
AS.com

Cuando el árbitro toma las manos de los púgiles para escuchar el veredicto, las caras de los boxeadores dicen mucho. En Carson (California) Shawn Porter tenía rostro de vencido y Yordenis Ugas de vencedor, pero fue al revés para los jueces. El estadounidense ganó por decisión dividida (116-112, 111-117 y 115-113) al cubano para continuar como campeón Mundial WBC del peso welter. Un resultado abucheado por el público y que dejó perplejos a ambos contendientes. Ugas mereció mejor suerte en una pelea difícil de valorar, pero la sensación general fue ver al aspirante mejor.
El fin de semana ya había empezado mal para Porter, que dio algo más de 800 gramos en la báscula por encima del límite de la división y tuvo que hasta cortarse parte de su pelo para poder cumplir. Lo hizo y retuvo el título, primer match ball salvado. Lo festejó como si el combate ya estuviese en su mano, pero lo cierto es que después tuvo que sufrir. El campeón, eso sí, salió muy bien en los dos primeros asaltos. Tenía menor envergadura, pero entraba rápido y con criterio, lo que complicaba a Ugas, que reaccionó desde el tercer asalto y en el siguiente lo evidenció. Consiguió frenar la movilidad del campeón y comenzaron a cruzar manos, con mucho peligro. Porter lanzaba más, pero la precisón estaba del lado del cubano.
El resto de los asaltos siguieron una línea similar. Porter se movía menos que al principio, aunque entraba en distancia con gran maestría. Cuando había menos movilidad se producían más intercambios y ahí siempre parecía más certero el aspirante, salvo para los jueces ,que determinaron que el mejor fue Porter. Fue cerrado el duelo. La percepción, clave, aunque las manos más claras siempre caían para el aspirante... o eso le pareció al público, que abucheó la decisión y aplaudió al perdedor. Mientras Porter disfrutaba. En dos ocasiones durante el fin de semana pensó que se quedaba sin título, pero no fue así. Sigue vistiendo de verde y oro.