EMILIO MARQUIEGUI
Marca.com
El pasado viernes se celebró un emotivo acto en la localidad
valenciana de Alfara del Patriarca, dirigido por su alcalde Lorenzo Rodado,
donde se dio a una de sus calles el nombre de un boxeador olvidado tras la
guerra civil, pero que está en la historia del boxeo español en uno de sus
capítulos destacados, José Martínez Valero "El Tigre de Alfara". Fue
el único español campeón europeo del peso semipesado de la historia y en su
época de esplendor en los años 30 del siglo pasado, era un ídolo capaz de
llenar, como ningún otro deportista, la plaza de Toros de Valencia con decenas
de miles de aficionados. Nacido en 1911, muy joven fue campeón de España y en
su tercer intento por el título continental consiguió la hazaña en febrero de
1934 en Barcelona derrotando por puntos al belga Leonard Steyaert.
Perdió la corona ante el campeón mundial del peso medio
Marcel Thil, en París un mes después, por descalificación en el 13º asalto de
una pelea igualada que finalizó el árbitro al considerar golpes bajos algunas
acciones del valenciano. Hizo peleas memorables antes de que estallara la
guerra civil, y, entre ellas, combate nulo con, para algunos, el mejor boxeador
español de la historia, Ignacio Ara. La contienda española golpeó por ambos
costados al "Tigre". Por un lado, los grupos anarquistas que tomaron
el poder de la localidad en los inicios de la guerra expropiaron los bienes del
campeón que tanto había luchado en el ring por conseguir, teniendo que irse a
Francia a seguir su carrera pugilística, sin que a su familia se le permitiera
acompañarle. Y cuando tras la guerra civil pretendía regresar a España, le
persuadieron de que no lo hiciera por posibles represalias al haber participado
en veladas de boxeo benéficas que organizó el ejército republicano, con el que
simpatizaba el excampeón de Europa.
Por ello, decidió seguir su carrera en Argentina, donde fue
un púgil muy popular. En 1943 colgó los guantes y se hizo entrenador de
destacados campeones argentinos como Ubaldo Sacco, Tito Yanni o Antonio Cuevas.
Lamentablemente José Martínez Valero falleció en 1963, a los 52 años, de un
ataque al corazón.
El vecino de la localidad de Alfara del Patriarca, Francisco
Cabo, continuó la iniciativa de su padre, y ha finalizado una gran labor de
reconocimiento con el libro "El Tigre de Alfara. El gran campeón que la
guerra destronó", editado por el Ayuntamiento de la localidad con la ayuda
de la Diputación
de Valencia. Una gran acción de recompensa a deportistas olvidados, unos por el
paso del tiempo, otros por no coincidir sus ideas políticas con las del
gobernante de turno, como así ha ocurrido con otros grandes púgiles que no
poseen siquiera una placa en sus pueblos, desconocidos prácticamente si no
fuera por haber nacido allí estos ilustres deportistas. Es el caso de José
Manuel Ibar "Urtain", que no está reconocido en Cestona (Guipúzcoa) o
Paulino Uzcudun, tampoco en la localidad de Régil, de la misma provincia vasca.
Deporte y política deben ser como el agua y el aceite, pero muchos políticos de
cualquier signo no entienden de justicia.