DAN RAFAEL
ESPN.com
En el espíritu de las festividades, ESPN celebra las fiestas
con nuestro propio listado de deseos de los "12 días de Navidad" de
las peleas que nos interesaría ver, sin importar dificultades entre promotores
u otras situaciones. Manténgase atento en los próximos días para que vea nuevas
peleas, discutir nuestras selecciones o recomendar las suyas a través de
#BoxeoESPN.
Cuando Muhammad Ali y Joe Frazier eran los mejores pesos
completos del mundo, ambos invictos y ambos clamando ser el auténtico campeón,
ellos eventualmente se enfrentaron. Porque el público lo exigió, porque ellos
podían ganar el premio económico más alto de sus carreras y porque ellos se
atrevieron a ser grandes.
Se convirtió en una de las rivalidades más prestigiadas en
la historia del deporte y produjo la trilogía más famosa del boxeo.
Las confrontaciones entre dos grandes ocurren, pero es raro
cuando suceden cuando ambos peleadores están en la cima de sus carreras.
Ocurrió cuando Sugar Ray Leonard y Thomas Hearn chocaron para unificar el
título welter hace más de 30 años, una pelea de la cual la gente habla todavía.
En años más recientes, la pelea que trascendió en el boxeo,
por la que incluso los aficionados casuales a los deportes estaban interesados,
era una confrontación entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. Todavía no
ocurre y las posibilidades lucen desalentadoras.
El ícono filipino Pacquiao es el pegador con poder humilde,
que impuso récord al ganar títulos mundiales en ocho categorías de peso
distintas, que fue nombrado peleador del año tres veces, y el peleador de la primera
década del nuevo milenio. Mayweather es el genio técnico descarado, que marcha
invicto y que ha ganado títulos mundiales en cinco divisiones distintas. Él
también tiene un galardón de peleador del año en su palmarés.
Por unos cuantos años, Pacquiao y Mayweather fueron
considerados como los dos mejores peleadores del mundo libra-por-libra. En el
orden que fuera, eran el 1-2 (o 1A y 1B, mejor dicho) y nadie más era
considerado seriamente en esa plática. Oh, y ambos eran pesos welter y vencían
a varios de los mismos rivales, incluyendo a grandes nombres como Oscar de la
Hoya, Ricky Hatton, Juan Manuel Márquez, Shane Mosley y Miguel Cotto.
Como todos sabemos ya, a menos que ustedes hayan vivido en
Marte o debajo de una piedra, ambos bandos han intentado negociar la pelea
múltiples ocasiones, la más notable el primer intento a finales de 2009 para un
pleito a principios de 2010 que, según mi punto de vista, hubiera generado más
de 3 millones de adquisiciones en Pago-Por-Ver. Creo que la pelea fácilmente hubiera
sacudido cada récord de ingresos que existiera en el boxeo.
Era una pelea que el mundo rogaba por ver. La confrontación
por excelencia entre los mejores del boxeo, dos hombres con personalidades
opuestas y estilos contrastantes.
Ambos bandos habían definido los detalles, desde la división
de la bolsa (50-50), hasta una fecha, ubicación, y cualquier otro punto,
excepto uno. Mayweather exigía que ambos se sometieran a exámenes antidopaje al
azar sangre y orina-- previo a la pelea. En ese entonces, Pacquiao objetó los
exámenes de sangre cercanos a la pelea y el acuerdo se vino abajo.
Una segunda negociación, la cual el campamento de Mayweather
sigue negando que haya ocurrido (pese a que el campamento de Pacquiao y HBO,
que estuvo involucrado, afirman que sí se dio), no fue a ninguna parte. Para
este momento, Pacquiao estaba de acuerdo con los exámenes de sangre al azar
(algo que sí hizo para su pelea del 23 de noviembre ante Brandon Ríos), pero
Mayweather tenía otras ideas y quería más de la mitad de la bolsa. Cuando él y
Pacquiao hablaron por teléfono directamente acerca de una posible pelea,
Mayweather solamente ofreció una cuota fija a Pacquiao, en lugar de un
porcentaje adecuado de la promoción que podría exceder los $200 millones.
Los rencores entre Top Rank, promotor de Pacquiao, contra Al
Haymon, consultor de Mayweather, y Golden Boy, que de hecho es el promotor de
Mayweather, también fueron enormes obstáculos para pactar la pelea.
Mientras Mayweather se ha mantenido en la cima y ahora es
claramente el rey libra-por-libra, Pacquiao sufrió un par de derrotas, una
fraudulenta decisión dividida ante Timothy Bradley Jr. y un duro nocaut ante
Márquez en su cuarta confrontación. Esos resultados enfriaron la emoción por la
pelea. Sin embargo, al recuperarse con una victoria tan dominante ante Ríos, la
pelea está de nuevo en la mente de la gente. Y aunque nunca será lo que debió
haber sido los dos mejores enfrentándose en su mejor momento en el 2010 sigue
siendo, por mucho, la mejor pelea que el boxeo puede ofrecer.
Pero eso no ha marcado la diferencia en los últimos años y,
tristemente, no parece significa nada ahora que ambos peleadores están más
distanciados que nunca.
Pacquiao peleará el 12 de abril y Mayweather el 3 de mayo.
Ninguno ha anunciado formalmente a su rival, pero hay algo que uno puede dar
por seguro: no se enfrentarán entre ellos, y eso es una verdadera pena.