lunes, 18 de junio de 2018

LA REUNIFICACIÓN WILDER-JOSHUA, MÁS CERCA


ÁLVARO CARRERA
AS.com

La unificación de los pesos pesados entre Anthony Joshua (21-0, 20 KO y campeón ABM, FIB y OMB) y Deontay Wilder (40-0, 39 KO y monarca CMB) estaba estancada. La afición lo pedía, pero las partes no se entendían. Joshua reclamaba 50 millones de dólares para pelear. Wilder se lo ofreció por Twitter, pero debía ser en Estados Unidos y no convencía al británico. Sin pregonarlo a los cuatro vientos y enviando un contrato real, Eddie Hearn, promotor de Joshua, le dio la réplica al estadounidense. Este se calló durante tres semanas, lo que hizo entender a los ingleses que la pelea no se daría y comenzaron a barajar otros nombres... aunque el boxeo es impredecible y de nuevo se cumplió. Wilder utilizó de nuevo su cuenta de Twitter para confirmar que aceptaba la oferta. Habría unificación del peso pesado, sólo queda la oficialidad.
Pese a la demora, Eddie Hearn habló claro: “La pelea se hará”. Palabras claras, pero eso ocurrió el martes y hoy todavía no hay confirmación oficial. El inglés también lo explicó. “Si Wilder hubiese aceptado al principio sería en septiembre, pero por su retraso, nosotros teníamos negociaciones avanzadas con otros rivales y debemos recomponernos. Será difícil que sea en septiembre, octubre es la fecha más probable”, reconoció. La pelea se hace por deseo de Joshua. Quería a Wilder y no le ha importado mover sus planes. Su segunda petición es clara: pelear en Wembley ante 90.000 espectadores, como con Klitschko. Su sueño está cerca de cumplirse.

lunes, 11 de junio de 2018

TERENCE CRAWFORD YA ES UN GRANDE


ÁLVARO CARRERA
AS.com

Terence Crawford citó sólo 8.112 fans en el MGM Grand de Las Vegas (con capacidad para 16.000 espectadores). El estadounidense todavía no tiene el tirón mediático que su boxeo merece, pero tras derrotar a Jeff Horn esa masa social crecerá, seguro. Crawford ganó por KOT en el noveno asalto al australiano. Así le arrebató el mundial WBO del welter y logró un hito: ser el tercer boxeador en la historia que menos tiempo ha tardado en ser campeón en tres divisiones (ligero, superligero y welter). Lo ha hecho en 33 combates, dos menos que Floyd Maywether (el más precoz, Lomachenko, con 12). Datos de leyenda.
Crawford también mostró en la tarima de Las Vegas que no siempre es necesario lucir para ganar con contundencia. El estadounidense no pudo brillar porque el boxeo de su rival no dejaba. Constantes trabas deslucían la pelea, pero él no se obcecó. Horn salió a mandar, quería mostrar que era el campeón y fue directo a por Crawford. Este le toreo, fue dejando correr los asaltos y cada vez iba a más. Esquivar y percutir, de menos a más, pero sin crear dudas. Golpes abajo, arriba, upper, crochet. Todas las variedades entraban... y el rostro de Horn se iba hinchando.
El fuelle le duró a Horn cuatro asaltos. Desde ahí dejó de tirar manos. Se dedició a entrar en distancia y agarrar a Crawford. No eran las mejores condiciones para pelear, pero el estadounidense fue aumentando de manera progresiva la velocidad de su rodillo. Cada vez más golpes entraban en el rostro de Horn, el australiano devolvía menos y el final era inevitable. Llegó en el noveno asalto. Un crochet con la derecha entró directo a la pera de Horn, resistió, pero acto seguido otro con la izquierda le envió al suelo. Se levantó, pero estaba flotando. Crawford apretó, carrusel de golpes y ante la nula respuesta, el árbitro se cruzó. Ejercicio de madurez de Terence Crawford, supo esperar a que la fruta se cayese de árbol y la recogió. Exhibción para pasar la historia. Es uno de los grandes.