Ante 14.213 fanáticos del boxeo, y con el glamour que proporcionaba la presencia de figuras y leyendas en el rignside como Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Catherine Z. Jones, Pete Sampras, Ray Sugar Leonard, Mike Tyson o el reciente campeón de los pesados, Samuel Peter, como sólo Las Vegas es capaz de conseguir, el Thomas y Mack Center, era un hervidero, con nutrida presencia de fans de Calzaghe, afortunadamente, distintos en número y en sus cansinos cánticos a los de Hatton, cuando fue apabullado por el “Pretty Boy”. La primera buena noticia de este combate, con un solo cinturón en juego: el de la revista “The Ring”, la proporcionaba la presencia del gran Michael Buffer como speaker de la pelea, tras su reciente operación de un tumor en las cuerdas vocales. Era la primera ocasión que el galés Joe Calzaghe salía a boxear fuera del Reino Unido, y la primera ocasión en la que peleaba en la categoría de los semipesados. El inicio no pudo ser más espectacular, cuando al minuto justo de combate, un gancho corto de derecha de Hopkins, impactó en el rostro del galés de residencia y corazón, quien se fue a la lona, sorprendido aunque no demasiado lastimado. ¿Se volvería a repetir la misma historia de Hatton, Woods y otros compatriotas cuando cruzaron el charco? La pelea, tras ese sobresalto inicial, respondió a un cliché clarísimo: Calzaghe al ataque, a intentar conectar cuantos más golpes mejor, con ese estilo rudo pero eficaz, y un Hopkins, que sus 43 años, lo tenía claro: boxear a la contra, y a la más mínima, clinch, mucho clinch, para sacar a pasear el upper. A Joe Cortez le esperaba un trabajo arduo por delante. Faltando 35 segundos para finalizar el segundo round, se produjo el primer golpe bajo del británico, sin consecuencias. Asalto para Calzaghe por su mayor agresividad. El tercer episodio comenzó con una derecha corta del “Ejecutor”, seguido de un duro intercambio de golpes. Los fans rugen en las gradas. Calzaghe está remontando el vuelo, con su estilo agresivo y tenaz. En el cuarto asalto, Joe Cortez, de nuevo, pide tiempo, por un golpe a la nuca, propinado por el británico. ¿Pero el sucio no era Hopkins? El de Philadelphia se encuentra como pez en el agua en la corta distancia y los agarrones son continuos. Buena contra de derecha de Hopkins. El quinto es un asalto parejo, sin golpes definidos. Al final de los tres minutos, Cortez agarra a un enfurecido Hopkins. ¿Teatro? En el sexto, Calzaghe saca a pasear su jab, hasta ahora inadvertido, aleccionado por su padre, Enzo. Por cierto, Hopkins ni amagó con sacar un jab en toda la pelea. Pero Hopkins es listo, muy listo y lleva la pelea por el camino que le conviene, a sus 43 años. En los segundos finales, siempre los mejores de cada asalto, resbala el británico. Tras el ecuador de la pelea, Cortez advierte a ambas esquinas de que quiere una pelea más limpia. Comienza la segunda mitad del combate, con un buen crochet de Calzaghe, y al final, una excelente y rápida combinación de Joe hace que Hopkins se vaya algo tambaleante a su rincón. Rugen los fans británicos. Upper de Hopkins para comenzar el octavo episodio, luciendo su típico estilo defensivo, con el brazo izquierdo abajo, desafiante, buscando la contra decisiva. Ambos aprovechan, como “perros viejos” los segundos finales para intercambiar los mejores golpes, llevándose la mejor parte el más veterano. La pelea va ligeramente a favor del americano, a pesar de la mayor agresividad del zurdo británico de origen italiano. Cuatro apasionantes asaltos por delante. Una buena izquierda de Calzaghe para comenzar las hostilidades del noveno round, que se convierte en anodino, ante la escasez de intercambio de cuero entre ambos veteranos del ring. Enzo abronca y anima a su pupilo tras este asalto, a falta de los asaltos que llaman “de campeonato”. La polémica llega en el comienzo del décimo round, cuando una izquierda de Calzaghe impacta por debajo de la cinturilla de Hopkins, que aprovecha hasta dos minutos, para recuperarse del golpe bajo y para tomar aire. ¿Debió descontar un punto Cortez al de Hammersmith? ¡Cuándo si no! Pues no lo hizo, quizás mediatizado por las críticas de casero recibidas tras el Mayweather-Hatton. Calzaghe tira de manual, y hace gestos a sus fans, para que metan más presión a la pelea. Tras el parón, vemos un Hopkins más agresivo, más dispuesto a la batalla, de frente a su rival. Duros intercambios, con un rápido Joe y un efectivo Bernard. Todo en el aire para los dos últimos asaltos. Buena combinación del zurdo británico para empezar el penúltimo asalto. Otro golpe ilegal, ahora a la nuca, que propina Calzaghe. Todos estos golpes ilegales quizás eran más previsibles en Hopkins, pero el británico tampoco es un dechado de ortodoxia en el ring. Tras otra combinación de Calzaghe, Hopkins sonríe maliciosamente, negando cualquier señal de andar lastimado. Otro tiempo muerto de Cortez, por un nuevo golpe bajo de Calzaghe, esta vez menos evidente. Hopkins también juega su estrategia de encontrar aire en estas últimas rondas. El público ruge, y Calzaghe se adjudica el penúltimo episodio. Freddy Roach alecciona al “Verdugo” antes de que ambos contendientes choquen sus guantes para los últimos tres minutos de batalla. Calzaghe sigue de frente, y Hopkins ahora baila y baila, rehuye el cuerpo a cuerpo, se comporta como el púgil que se sabe ganador, y que tiene que evitar un golpe de sorpresa, cuando tiene el botín en el zurrón. El último asalto no es de nadie, ¿de quién será la decisión final? A mi juicio, Hopkins ha jugado mejor sus bazas, con siete años más que un rival que, sin duda, se mostró más agresivo y con más golpes lanzados durante toda la pelea. En mis cuentas, 115-114 para Hopkins, y un nulo no lo vería para nada injusto, pero los jueces dictaminan una decisión nada “casera” como las habituales en Inglaterra o Alemania. Lo tres jueces son americanos. Ted Gizma (115-112) y Chuck Giampa (116-111) dan la victoria a Calzaghe y solo la juez Adalaide Byrd ve a su compatriota ganador, por 114-113. Para Dan Rafael, de ESPN, y Associated Press, 114-113 para Hopkins, casi coincidentes con mis puntuaciones. Parece que no he visto otro combate.
El CompuBox, esa máquina a veces engañosa de estadísticas sobre los golpes de ambos boxeadores, ofrece una historia diferente: Calzaghe ha llegado en 232 ocasiones de 707 golpes lanzados (33%) y Hopkins, sólo 127 sobre 468 (27%).
Calzaghe sigue invicto, y en cuanto acaba la pelea, ya se pide un deseo: enfrentarse a otro veterano: Roy Jones Jr. Ese combate huele a dólares, se hará.
El CompuBox, esa máquina a veces engañosa de estadísticas sobre los golpes de ambos boxeadores, ofrece una historia diferente: Calzaghe ha llegado en 232 ocasiones de 707 golpes lanzados (33%) y Hopkins, sólo 127 sobre 468 (27%).
Calzaghe sigue invicto, y en cuanto acaba la pelea, ya se pide un deseo: enfrentarse a otro veterano: Roy Jones Jr. Ese combate huele a dólares, se hará.