MANUEL VALERO
Marca.com
El estadounidense Deontay Wilder (40-0, 39 KO) dio un golpe
en la mesa en el Barclays Center de Brooklyn (Estados Unidos), derrotando por
nocaut técnico en el décimo asalto al cubano Luis Ortiz (24-1, 20 KO). El
respeto entre ambos en los cuatro primeros asaltos se terminó en el quinto
round, cuando Wilder alcanzó al caribeño por primera vez con su potente mano
derecha, enviándolo a la lona. "King Kong" dio la vuelta a la pelea
en el séptimo, teniendo muy sentido a Wilder, que logró mantenerse en pie. La
edad jugó en contra de Ortiz, que acusó el esfuerzo realizado, lanzándose a por
la victoria con un desordenado ataque hacia el estadounidense, que aprovechó
derribando en dos ocasiones en el décimo asalto a su rival, debiendo detener la
pelea el árbitro.
El duelo se tornó emocionante tras los primeros cuatro
asaltos, y ha vuelto la incertidumbre a los pesos pesados tras el reinado de
los hermanos Klitschko. Aunque esta haya sido su séptima defensa del título
mundial WBC del peso pesado, Wilder está a años luz de campeones anteriores,
siendo muy indicativo del nivel de la categoría en los últimos años. Lo que
nadie puede negar al estadounidense es que con su mano derecha puede finiquitar
sus peleas en cualquier instante, supliendo sus visibles carencias técnicas con
su pegada. El boxeo más depurado no le valió a Ortiz para romper los
pronósticos, aunque también tuvo el combate en sus manos en el séptimo
round.Wilder seguirá con atención lo que suceda el 31 de marzo en Cardiff
(Gales), en la unificación que realizarán Anthony Joshua y Joseph Parker. Si el
británico sale con el brazo en alto, la pelea más mediática de los últimos
quince años en la histórica categoría de los pesos pesados estaría servida.