ÁLVARO CARRERA
AS.com
Deontay
Wilder (40-0-1, 39 KO) tiene un lado polémico muy importante. Sus
declaraciones, en ocasiones, están fuera de lugar y suelen hacerse virales. La
última vez que le ocurrió fue en abril de 2018, cuando aseguró que "quería
un muerto en su currículum". Tuvo incluso que retractarse y aunque antes
de pelear contra Fury le preguntó al inglés si "había mirado alguna vez a
un asesino a la cara", no había vuelto a repetir sus declaraciones...
hasta esta semana. El sábado Wilder expone su Mundial WBC del peso pesado ante
Dominic Breazeale. En la previa realizó un entrenamiento público en el
Gleason's Gym de Brooklyn. Tras el ejercicio atendió a la prensa, y a
sobrepasarse.
"Él
es como una mosca en mi oreja. Planeo golpearlo y golpearlo. Lo sacaré de allí
y será dramático, de una manera que nunca ha visto nadie. Todavía estoy
tratando de conseguir un cadáver en mi registro. Este es un deporte brutal, no
de caballeros. Cualquiera puede y tenemos mala sangre los unos contra los
otros. Es el único deporte donde puedes matar a un hombre y cobrar por ello.
Todo es legal, ¿por qué no usar mi derecho para hacerlo?", apuntó. Se
volvió a meter en un jardín importante, buscando seguramente vender todavía más
la pelea.
Fuera
de eso, Wilder también habló de futuro. Es muy favorito el sábado y si gana
Fury o Joshua son su objetivo. Él, retó a ambos. "Le di a Fury una
conmoción cerebral y le hice perder memoria. Si él siente que me golpeó por un
margen salvaje, es fácil. ¿Por qué no la revancha? Con Joshua traté de pelear
cinco veces, ahora no tiene opciones, no tiene dónde ir, de repente es humo y
espejos. Quiero sacarlos a los dos, así que cualquier orden que venga, me vale.
Estoy seguro de que ustedes serán felices", concluyó.