Decía en las vísperas Arthur Abraham que únicamente pensaba en su pelea con el hispano norteamericano Elvin Ayala, que el sueño de boxear el próximo 7 de junio en el Madison Square Garden, pasaba por ganar este combate ante un boxeador casi desconocido.
Lo cierto que el "rey" Arturo salió un tanto confiado en los 3 primeros asaltos, en los que concedió la iniciativa a un pundonoroso Ayala, que se hartó de lanzar golpes, sin lastimar casi nunca a un Abraham, con una defensa impenetrable.
En el quinto asalto, reaccionó el armenio nacionalizado alemán, y enviaba la lona a Ayala, en un descuido de éste, con una potente derecha.
El árbitro, el boricua Roberto Ramírez, llamó 3 veces la atención al local, por utilizar el codo de forma repetida. En el séptimo round, lo pasó mal Ayala para no besar la lona de nuevo, recuperándose milagrosamente en el siguiente asalto.
Así transcurría la pelea, con un Abraham reservón en los comienzos de cada asalto, para lanzarse en tromba en los finales de los mismos. Soltaba más golpes el americano, pero sin potencia. Parecía que todo se dirimiría a los puntos, en una diferencia de alrededor de 4 puntos, cuando, a falta de 30 segundos, el armenio lanzó su temible embestida, con un sensacional upper de izquierda, cayendo tronchado al tapiz Ayala, con la cabeza sobre la lona, decretando Roberto Ramírez el final con prontitud.
Lució bien Ayala, en su primera oportunidad de luchar por un título, y ahora, Abraham tiene el camino abierto para demostrar en la Meca del Boxeo, que puede luchar de igual a igual con los Pavlik, Taylor y demás estrellas del peso medio americanas.