ÁLVARO CARRERA
AS.com
Gritó sacudiéndose toda la
rabia, miró a su esquina y levantó su brazo derecho.
Amanda Serrano fulminó a
Eva Vorabeger y entró en la historia del boxeo al levantar el WBO del peso
mosca. La puertorriqueña era la gran favorita, pero no se esperaba un
exhibición de tal calibre. KO en 37 segundos y el título era suyo. A sus 30
años la puertorriqueña puede decir que ha ganado, al menos, un Mundial en siete
divisiones diferentes, la mejor de siempre. Antes de subir al ring del teatro
del Madison Square Garden estaba empatada con Manny Pacquiao (que alzó ocho,
pero dos de ellos no eran por las cuatro organizaciones de mayor prestigio) y
Óscar de la Hoya. Ahora esa posición privilegiada es suya en propiedad.
Serrano fue letal y
Vorabeger se equivocó en su planteamiento. Mucho se había hablado del peso de
la puertorriqueña. Debía bajar mucho (11,7 kilos con respecto a su última
pelea) y los más escépticos dudaban de que pudiese hacerlo. Cumplió y se mostró
fuerte en el pesaje. Serrano era consciente de su buen momento, pero sabía que
debía cerrar muchas bocas... ¡Vaya si lo hizo!. Vorabeger también debió dudar
de su estado físico porque salió a cruzar golpes sin cuartel desde el primer
momento. Quería probar si la bajada de peso había mermado a su rival, pero
falló.
Amanda Serrano entró
encantada en la guerra y con un jab demostró que estaba rápida. Con un segundo
golpe con la izquierda dejó tocada a Vorabeger, que tuvo que agarrarse. Estaba
tocada y había pasado poco más de 20 segundos. Debía tomar aire y meter calma,
pero se fue con todo muy desarmada. Concedió muchos huecos y Serrano le clavó
un hook al hígado que la fulminó en 37 segundos. Sin oposición. Campeona en los
pesos gallo, supergallo, pluma, superpluma, ligero y superligero y ahora
también en el supermosca. Amanda Serrano es historia viva del boxeo.