Daniel Alonso
Anselmo “Chemito” Moreno sabe administrar su tiempo. Como un joven de 23 años le gusta divertirse y pasarla bien, pero cuando se trata de pelear, toma las cosas muy en serio, como un profesional del ring.
Al actual campeón gallo de la AMB se le ha criticado en los últimos días por el hecho de haber “carnavaleado” en el interior del país y descuidado su preparación física. “Chemito” no ve nada de malo en esto y lo explica de la siguiente manera:
“Siempre que me toca pelear le meto ganas. La pelea es en mayo y los carnavales fueron en febrero. Ya me divertí, ahora me toca concentrarme para mi pelea y tengo el tiempo suficiente para ello”, comentó en tono sereno el peleador criado en el populoso sector de “El Martillo”, en San Miguelito.
Como lo hizo en la primera pelea con Sidorenko, Moreno se ha mudado de su casa a la residencia de su apoderado, el Doctor Roberto Grimaldo, y ya inició su preparación en el gimnasio de Curundú. “Corro en las mañanas y en mis sesiones de entrenamiento hago de todo, sogas, saco, pera, etc. Mañana (hoy) inicio mis guanteos”, agregó.
Moreno acepta que se ha subido de peso pero no ve inconvenientes en rebajar las libras de más. En cuanto a la revancha con Sidorenko, pactada para el 2 de mayo en Alemania, el campeón considera que la primera pelea fue dura, pero que esta vez las cosas serán más fáciles.
“Yo no creo que mi revancha será difícil. Ya peleé con él, lo conozco. La primera vez me afectó la inactividad, pero ahora me siento confiado y con más experiencia. Además, no le ví nada del otro mundo”, explica el púgil.
El titular gallo tiene planificado viajar a Irlanda para acompañar a su compañero de cuadra y amigo de infancia, Ricardo “El Maestrito” Córdoba, quien defenderá el cetro supergallo el 21 de marzo ante Bernard Dunne. Para ello viajarán el 10 de marzo hacia el viejo continente.
Así las cosas, los aficionados al boxeo pueden respirar tranquilos, en el sentido de que nuestro campeón gallo se preparará a conciencia para su tercera defensa. Moreno no subestima a su rival, pero sabe que tiene con qué derrotarlo. El tiempo de divertirse pasó y ahora comprende que tiene que trabajar duro.
