La pelea entre Manny Pacquiao y el estadounidense Timothy
Bradley, la tercera que disputaron entre ambos, podría haber sido la última que
dispute el púgil filipino, que antes del combate dijo que se retiraba, pero
luego que tendrá que discutirlo con la familia.
Pacquiao, que ganó por decisión unánime de los tres jueces
(116-110) y se llevó una bolsa garantizada de siete millones y 13 más por los
derechos de televisión, dijo que en principio la pelea contra Bradley había
sido la última.
Aunque luego Pacquiao no dejó en claro si se va o no sea.
"Si vuelvo a pelear, aquí los veo de nuevo", dijo, aclarando después
"sólo si?".
Mientras Pacquiao daba la imagen de la indefinición, el
veterano promotor Bob Arum, que lleva sus derechos, reconoció que el púgil
estaba dividido en cuanto que ha hecho una promesa a su familia, pero a la vez
ha recuperado su entusiasmo y mejor boxeo como lo demostró ante Bradley al que
tiro dos veces a la lona.
"Pienso que se trata de una lucha interior que tendrá
que definir ya que por un lado desea cumplir con su familia que le pide que no
siga en el boxeo y por otro piensa que todavía puede hacerlo bien,
especialmente si se trata de hacer una o dos peleas multimillonarias.
Como la que protagonizó ante Floyd Mayweather Jr., que le
anticipó en otra retirada simboliza después que ambos protagonizaron el pasado
año la pelea más frustrante en la historia del boxeo, pero la que a la vez dejó
mejor marca de ingresos económicos al superar los 600 millones de dólares.
Mayweather Jr., que la ganó por decisión unánime, en una
pelea donde el campeón filipino subió lesionado del hombro derecho, tuvo una
ganancia de más de 200 millones de dólares y Pacquiao se recibió un ingreso de
más de 150 millones de dólares.
Arum ya anticipó que Pacquiao no tendría ningún problema de
hacer una "mega" pelea que le permitiese volver a ganar muchos
millones de dólares.
Nada mejor para eso que el preparar la pelea revancha contra
Mayweather Jr., que en su línea de preparar el camino para la vuelta a los
cuadriláteros con un gran combate ya comenzó a decir que el tercer duelo entre
Pacquiao y Bradley debió haber sido un empate.
A pesar que todos vieron lo contrario, un triunfo
convincente de Pacquiao, el ex campeón mundial en cinco divisiones, que se
retiró invicto luego de una victoria sobre el haitiano Andre Berto el pasado
septiembre, elogió el esfuerzo de Bradley contra Pacquiao, en una breve
conversación afuera de la sala de prensa del MGM Grand poco después de la
pelea.
Mayweather le llamó al equipo de Bradley y les pidió que
retrasaran un poco un viaje de rutina al hospital luego de la pelea, para que
pudiera visitar a Bradley al que le dijo que él pensaba que la pelea fue mucho
más reñida de lo que indican las tarjetas y que en la suya había puesto un
empate.
Mientras que viajó ya de regreso a Los Angeles, desde donde
partirá el martes de regreso a Filipinas y seguir con su campaña política de
candidato a senador.
Al margen de cual sea la decisión final que tome acerca de
su futuro dentro del boxeo, donde ahora es campeón del peso welter, versión
Organización Mundial (OMB), Pacquiao, de 37 años, ya tiene decidido seguir en
el mundo de la política con el objetivo de ayudar a las personas más necesitas.
Pacquiao volvió a recordar que él en sus comienzos pasó todo
tipo de necesidades, entre ellas la de no tener que comer y mantenerse a base
de agua.
De ahí su preocupación y compromiso de ayudar a las personas
más necesitadas que hay en su país, pero a la vez también es consciente que todavía
tiene el poder suficiente en sus puños como para disputar al menos dos peleas
más que hagan que su patrimonio se incremente de forma considerable y pueda
ofrecer todavía más cosas a las que las necesitan en su país.