Por Diego Morilla
El combate de este sábado entre el filipino Manny Pacquiao y el británico Ricky Hatton es un sueño hecho realidad para todos los amantes del boxeo: un combate entre dos boxeadores que nunca retroceden, nunca abandonan, y que odian perder. Más allá de toda estrategia o pronóstico, esta es la característica más saliente de este choque, y en ella reside su máximo poder de atracción. Ambos se juegan el puesto del boxeador más destacado en su rango divisional, pero también se disputan el puesto más alto en la lista de boxeadores libra por libra del momento.
Aquí compartimos con ustedes algunas apreciaciones sobre las habilidades de estos dos extraordinarios púgiles:
Fuerza Mental: Pacquiao
Transitar a través de media docena de divisiones y enfrentar a boxeadores de una extraordinaria diversidad le fortalecen la mente a cualquiera. Pacquiao ha sobrevivido caídas, cortes, momentos de zozobra, ha vengado derrotas y ha enfrentado con igual solvencia a retadores jóvenes y a peleadores de mayor experiencia en una carrera desarrollada casi siempre en el extranjero. Hatton no puede decir lo mismo en la mayoría de esas afirmaciones.
Quijada: Hatton
Ambos han visitado las lonas en más de una ocasión, pero está claro que Hatton es el más duro de ambos, y no solamente por ser el welter natural en este duelo. Claro, el recuerdo de Hatton cayendo de bruces sobre un rincón del ring tras un gancho de Mayweather hace que muchos pongan en duda su aguante, pero teniendo en cuenta sus peleas anteriores y la mayor cantidad de caídas del Pacman, la elección es clara.
Recta Derecha: Hatton
Las rectas de Hatton son los golpes más engañosamente poderosos del boxeo actual. Y las mencionamos en plural porque nunca llegan solas, aisladas, o sueltas. Vienen en manada, una tras otra. No todas llegan al objetivo, pero cuando llegan son tremendamente efectivas. Es el golpe que llevó a Hatton a donde está ahora, más allá de su excelente gancho.
Recta Zurda: Pacquiao
Probablemente este es "el" golpe que todos deberíamos estar esperando en la pelea. Cuando esa zurda rápida y dura finalmente encuentra un objetivo, es difícil que el rival no sufra sus efectos, que demasiado a menudo son inmediatos e irremediables. Es la mano que hace a Pacquiao el favorito en este combate, y el golpe que le quita el sueño al entrenador de Hatton (el inefable Floyd Mayweather, padre).
Jab: Empate
Si quedaba alguna duda sobre la efectividad del jab del filipino hay que ver entonces la pelea ante De La Hoya para convencerse. Tiene una precisión quirúrgica y una velocidad extraordinaria, y no deja de lanzarlo nunca, esté avanzando o retrocediendo. Por otra parte, el jab de Hatton no es un mero toque anotador o un presagio de golpes más fuertes. Es un golpe tan válido como cualquier otro, y causa el mismo daño que un gancho o un cruzado. El cruce de jabs derechos e izquierdos le agrega más sabor a esta batalla, que puede llegar a definir el resultado de la guerra entre ambos, al menos en el plano estratégico.
Movimiento Piernas: Pacquiao
Los extraños saltos de Pacquiao sobre el ring se asemejan a los de un lanzador de criquet dispuesto a tirar la bola o a un boxeador tailandés a punto de lanzar una patada. Poco ortodoxo, pero extremadamente efectivo. Uno de los pocos boxeadores actuales que sabe como cortar el ring con efectividad y agilidad.
Movimiento Cintura: Pacquiao
Aquí no hay disputa mayor: estamos hablando de un boxeador que tiene mucho (quizás demasiado) movimiento corporal, contra otro que simplemente no se mueve del todo. Los bailoteos impredecibles de Pacquiao pueden lucir desprolijos y hasta contraproducentes, pero comparados con la rigidez de Hatton son puro arte en movimiento. Un factor no muy valorado que puede llegar a hacer la diferencia en la pelea.
Aguante al Cuerpo: Hatton
Quizás su gigantesca quijada cuadrada, siempre tan expuesta, sea su punto vulnerable, pero pensar en que Pacquiao puede llegar a hacerle daño a Hatton con un golpe al cuerpo es realmente poco serio. Más allá de estar en su peso natural, Hatton tiene la contextura de un jugador de rugby, y no debería tener problemas en absorber los mejores golpes del Pacman a la zona del torso.
