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Errol
Spence se impuso a Shawn Porter por decisión dividida (116-111 ES, 112-115 SP,
116-111 ES) en el que ya se puede calificar como uno de los combates del año
debido a la calidad y la intensidad de las acciones, y así lo reconoció el
público del Staples Center, puesto en pie durante el último asalto. Las
cartulinas dieron a ganador a The Truth, que llegó a derribar a Showtime en el
undécimo asalto, pero fue una contienda en la que las acciones estuvieron más
parejas de lo que los jueces dictaron. Porter volvió a demostrar que en tesón
no le gana nadie, y que ha sido un digno monarca portando el cinturón verde del
Consejo, pero cedió su corona a Spence, que ya es campeón de la IBF y de la WBC
del peso wélter. Ahora se espera que el de Texas (aunque nació en NY) se mida a
Pacquiao (que se 'pidió' al ganador de este combate) o a Crawford.
Porter
entró muy metido en el combate, muy agresivo y rápido, ofreciendo su mejor
versión, acortando la distancia frente a su menor envergadura, en definitiva,
buscando el cuerpo con Spence. Showtime era pura presión mientras The Truth bailaba
para esquivar a su rival. Era tal la intensidad que el segundo round ya levantó
al público de los asientos. Spence tuvo incluso que lanzar un par de golpes
bajos, ilegales a todas luces, para quitarse de en encima a su oponente.En el
tercer asalto el campeón de la WBC volvió a ser un torbellino, no daba respiro,
era un incordio y puso en apuros al boxeador nacido en Long Island (Nueva
York). En el cuarto, volvieron los intercambios y ambos sacaron lo mejor de su
repertorio. El monarca de la IBF entró al juego y sufrió, recibió todo tipo de
golpes, pero se recompuso para quitarse a su oponente de encima con una potente
izquierda.
Al
fin en la quinta ronda The Truth podía mantener en parte a distancia a su
rival. En la sexta Spence salió a hacer de Porter y se llevó contra las cuerdas
a Showtime, pero le salió mal y se cambiaron las tornas. En cualquier caso
Spence ya sumaba dos rounds de control. La igualdad volvió a adueñarse de la
pelea en el séptimo, aunque los ataques no fueron tan continuados. Spence
empezaba a sacar más rédito de los asaltos y a recuperar terreno.Los dos
púgiles volvieron a poner toda la carne en el asador en el octavo, y esta vez
tanto uno como otro sacaron buenas manos, especialmente un crochet de derecha
potentiísimo de Porter. En el noveno asalto hubo de nuevo alternativas
acertadas por uno y otro. Los intercambios en este round fueron memorables y
los dos contendientes sufrieron, pero encajaron con entereza golpes que habrían
mandado a otros boxeadores a la lona. La intensidad y la calidad de las
acciones era tal que ya no cabía duda de que se trataba de un combate
excepcional.
Quedaban
tres asaltos definitivos y de nuevo Porter salió a presionar. Sus ganchos y su
hook al cuerpo entraban, pero también Spence respondió con varias manos
acertadas. El Akron en cualquier caso se mostró más activo. En el undécimo
ninguno quería ceder y de nuevo entraron en batalla. Los intercambios parecían
no tener fin... y llegó una semicaída de Porter, que apenas tocó la lona tras
un crochet con la izquierda de Spence, pero hubo cuenta de protección. El
duodécimo Spence fue al frente para anotarse también el último. Más cruce de
golpes, más dinamita y el público encantado. Finalmente, como se esperaba
aunque con algún momento de apuro, Errol se impuso a Shawn.