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El boxeador estadounidense Shane Mosley consiguió este miércoles una victoria fuera del cuadrilátero cuando un juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York sostuvo su caso de difamación contra Victor Conte, ex jefe de los laboratorios BALCO.
El juez Louis York dictaminó a favor de Mosley, campeón welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), al negar la petición de Conte de desestimar el caso por carecer de fundamentos.
Conte, fundador de BALCO, centro del escándalo por dopaje que se ha llevado por delante la carrera de varios atletas del mundo, había hecho fuertes declaraciones en las que involucraba a Mosley con el dopaje de sus productos.
Conte dijo que Mosley tomaba una limusina para visitar la oficina de BALCO, donde él proveía al púgil de esteroides, y ha afirmado que vio a Mosley inyectarse a sabiendas EPO, sustancia que incrementa la resistencia física.
Mosley, que ha negado siempre todas las imputaciones, decidió llevar a Conte a la corte por difamación.
"Este es un paso a lo largo del camino de asegurar la justicia para Shane", dijo Judd Burstein, el abogado de Mosley. "Conte, puede correr, pero no puede esconderse de mí".
Mosley, con récord de 46-5, 39 nocauts, puso fuera de combate al mexicano Antonio Margarito en el noveno asalto en enero para reclamar el trono de los pesos welter.
Actualmente el púgil de Los Angeles está en conversaciones con el filipino Manny Pacquiao para una pelea, y también se ha mencionado como futuro rival de su invicto compatriota Floyd Mayweather Jr., quien regresa a los encordados el mes próximo, después de un retiro, para medirse con el mexicano Juan Manuel Márquez.
En testimonios ante el gran jurado que examinó el caso BALCO, Mosley reconoció haber tomado esteroides y EPO mientras se preparaba para la pelea de 2003 contra Oscar de la Hoya, pero dijo desconocer que las sustancias que estaba tomando eran sancionadas.
Mosley derrotó a De la Hoya por decisión unánime para agenciarse el título de los mediano ligeros de la AMB.
Conte desató uno de los más sonados escándalos de dopaje, en que se vieron envueltos estrellas del atletismo y el béisbol.
En julio de 2005 llegó a un acuerdo con la fiscalía en el que se declaró culpable de "distribución ilegal de productos dopantes y blanqueo de dinero" y aceptó una sanción de cuatro meses de prisión y otros cuatro meses de residencia supervisada.
