Rodrigo Azurmendi
ESPN.com
En el marco del 'Almuerzo con las Leyendas' de ESPN Deportes Los Ángeles Radio, el angelino opinó del presente del boxeo, de las claves de su lucha contra la adicción al alcohol y recordó grandes momentos de su carrera.
Una de las aseveraciones más importantes fue basada en una charla que tuvo con el campeón mundial de peso superwélter Floyd Mayweather, quien explicó la razón por la que probablemente nunca se enfrente al filipino Manny Pacquiao.
"Mayweather me dijo que la pelea con Pacquiao nunca ocurrirá mientras Bob Arum esté de por medio", aseguró. "Si Arum no estuviera en el medio puede ocurrir mañana".
Sin embargo, eso no impidió que el niño dorado se decantara por uno de ellos en un eventual combate.
"Diría que Mayweather [ganaría]", opinó. "Los estilos hacen peleas. Manny es un poco arriesgado y el hecho de que Mayweather sea un boxeador puro hará que lo espere toda la noche hasta que cometa un error".
SUS INICIOS
De la Hoya dijo que adoptó el boxeo casi por decantación.
"Mi padre era boxeador, mi abuelo, mi hermano mayor, mis tíos y algunos primos eran boxeadores", recordó. "Como que no tenía opción. Tenía cuatro años la primera vez que me puse los guantes".
Esa tradición pugilística en la sangre le dio un aliciente fundamental.
"Hay que nacer con un cierto porcentaje de talento", observó. "Se puede mejorar el acondicionamiento y la derecha y el gancho pero lo que hizo la diferencia en mi carrera y me permitió pelear contra los mejores fue lo que tuve de nacimiento".
Clave para formar su personalidad fue la influencia de su madre, quien falleció previo a los Juegos Olímpicos de 1992.
"Mi madre no era la típica que si te lastimabas venía y te daba un abrazo", avisó. "Era una mujer dura y cuando iba a mis peleas era la única de pie y gritando. Daba miedo pero era una motivación porque quería que fuera feliz".
El duelo lo mantuvo fuera de los cuadriláteros pero el querer cumplir los deseos de su madre lo inspiró a regresar.
"Cuando murió pensé que mi vida se terminaba", indicó. "Colgué los guantes por un tiempo y un día me inspiré y pensé que si ella estuviera vida querría que siguiera boxeando. Ahí empezó todo el sueño olímpico".
El oriundo del este de Los Ángeles también admitió que su espejo siempre fue Sugar Ray Leonard.
"Aprendí su pasión por el deporte y me motivó a dar lo mejor", confesó. "Me sigue inspirando hasta el día de hoy. Es un gran maestro".
SU TRAYECTORIA
Un combate que lo marcó fue el realizado ante uno de sus ídolos: Julio César Chávez, a quien derrotó contundentemente en 1996.
"Nací aquí y siempre estuve muy orgullo de representar a mi país", expresó. "Pero cuando enfrenté a Julio César Chávez la gente de mi cultura se puso en mi contra. No lo entendí pero siempre dije también que estoy orgulloso de mis raíces".
Su pelea favorita fue ante el también angelino Fernando Vargas, tanto por el desarrollo de la duela como por lo que vino después.
"Fue clásica y todavía siento los efectos de esa pelea", confirmó. "Lo que hizo la victoria más dulce, teniendo en cuenta que me tenía casi terminado en el primer round, fue que dos semanas más tarde anunciaron que él había tomado esteroides".
De la Hoya dijo que tiene una espina clavada por su duelo ante el boricua Félix "Tito" Trinidad.
"La más difícil de superar fue contra Félix Trinidad", dijo. "Lo había superado y mi esquina me decía que me alejara de él porque él tenía el poder para noquear. Me defendí en los últimos tres rounds y al final le dieron la decisión a Trinidad".
EL ÉXITO FUERA DEL RING
Para el México-americano lo más importante son sus valores.
"Creo que la clave para mí es la humildad", resaltó. "Siempre me funcionó ser honesto conmigo mismo. He probado el éxito pero tuve más éxito siendo honesto. Tener gente positiva alrededor mío funcionó muy bien".
De la Hoya ha sido capaz de continuar ligado al boxeo, siendo ahora uno de los promotores más importantes del mundo. Actualmente es el fundador de Golden Boy Promotions.
Sin embargo, ese no fue su único emprendimiento sin tener que lanzar puñetazo alguno. En el 2000 lanzó un disco con canciones en español e inglés, ante el escepticismo de propios y extraños.
"Definitivamente estoy contento de haberlo hecho", se sinceró. "Mi madre era cantante profesional y lo quise hacer en su honor. Cuando anunciaron mi nominación a los Grammys casi me caigo de la cama".
DEMONIOS INTERNOS
"No me arrestar ni fui a la cárcel pero sabía que tenía un problema y que estaba yendo por la dirección equivocada", confesó sobre su adicción. "No estaba teniendo una relación con mi familia. Descubrí cual era el problema: no puedo tomar una gota de alcohol".
De la Hoya entró al programa de alcohólicos anónimos y fue capaz de revertir la situación.
"Hice una rehabilitación de dos meses", aseguró. "Hace 15 meses y 23 días que estoy sobrio. Volví a nacer y mi vida es mucho mejor ahora. Puedo pensar y tomar buenas decisiones".
Lo que más le costó fue retomar la paz interior.
"Lo más difícil fue perdonarme a mí mismo", remató. "Lastimé a mucha gente pero estoy convencido que es lo que tengo que hacer".
EL PRESENTE Y FUTURO DEL BOXEO
De la Hoya confesó que en estos momentos el boxeo es algo confuso por la cantidad de organizaciones, divisiones y títulos. También agregó que imagina una sola promotora, unificada, manejando el futuro del deporte, como sucede con el UFC.
"El boxeo necesita ayuda", se lamentó. "Soy optimista que en los próximos cinco años el boxeo estará organizado y ya no habrá malos fallos y se verán las mejores peleas".
Al ser preguntado por la próxima superestrella, el 'Golden Boy' no dudó en señalar a Saúl 'Canelo' Álvarez como su favorito, y alguien que le recuerda a si mismo.
"Cuando han visto a un mexicano pelirrojo con pecas que además puede pelear", concluyó. "Creo que va a ser un campeón por muchos años y un ídolo por todo el mundo".