lunes, 1 de abril de 2013

EL BOXEO FUE EL GANADOR

 
BRIAN CAMPBELL
ESPN.com

Fue una lucida noche de boxeo en dos continentes el sábado, desde un impresionante nocaut de Gennady Golovkin en Mónaco hasta la guerra en el Mandalay Bay. Aquí tenemos cinco impresiones de lo que vimos y aprendimos:  

1. Pese a él mismo, el boxeo continúa sorprendiendo Muy a menudo, la cobertura y el diálogo del boxeo se concentra en lo negativo: las peleas que no se realizan o no resultan a la altura de las expectativas; decisiones de los jueces que parecen improbables -- en el mejor escenario -- o de un robo en el peor de los casos; promotores que no hablan con las televisoras y viceversa; mordidas a las orejas y el Fan Man; boxeadores que son arrestados, que públicamente hunden sus rostros contra sus genitales o, que actúan como bufones. Y cuando el boxeo lo hace bien, hasta el más cínico de los testigos lo único que hace es quedarse en el fondo, aplaudir y reconocer que los peleadores profesionales son atletas como ningún otro. Piensen en la transmisión repetida del resumen en "SportCenter" del shortstop que sangra de la nariz luego de que una rola, en el papel rutinaria, se le estrella en el rostro; y luego vean la imagen de Brandon Ríos y, especialmente, Mike Alvarado, al final de su guerra de 12 rounds. Extenuante se queda corto para describir su combate. La condición física de ambos hombres debió ser muy buena para aguantar lo que hicieron, sin tomar en cuenta su extraordinario corazón y coraje. Hubo ocasiones durante la pelea del sábado en Las Vegas donde los golpes fluían con tal velocidad y ferocidad, que el dominio cambiaba con una rapidez relampagueante, que no había esperanza para mantener notas detalladas y certeras; no había otra opción más que sentarse con la boca abierta, sorprendidos. Y pese a que la atención estará -- justificadamente -- hacia el castigo que ambos hombres se propinaron mutuamente, también hubo para destacar -- mentalidad para boxear así como fortaleza física, particularmente por parte de Alvarado, cuyo éxito llegó no solamente por sus derechazos y ganchos con la izquierda, pero con sus pies y su habilidad para moverse lateralmente, cambiar su posición y reducir la efectividad de su oponente. Fue una de esas noches destacadas, donde estar sentado en ringside resultó ser un privilegio. Y, aunque nos arriesguemos a incurrir en una de esas actividades extra-curriculares y tontas que mencionamos previamente, con esta guerra pisándole los talones a la de Timothy Bradley Jr.-Ruslan Provodnikov, ¿ustedes creen verdaderamente que HBO extraña a Adrian Broner o Bernard Hopkins actualmente?  

2. Ser respetuoso afuera del ring no evita que vayas a la guerra adentro del mismo Olviden la tensión en el ring inmediatamente tras finalizar la pelea, que llegó con la adrenalina a tope y Ríos, a quien le sacudieron el cerebro dentro del cráneo durante 12 episodios, lidiando con el hecho de que sería su primera derrota. Concéntrense en la promoción para el combate y el respeto mutuo que se mostraron ambos púgiles. Habían estado en una guerra antes y a punto de chocar otra vez, pero en cada oportunidad, sonrieron, estrecharon las manos e incluso se abrazaron durante el pesaje. Al final de la noche, ambos fueron al mismo centro de traumas en el mismo hospital. ¿Quieren apostar que, al igual que Arturo Gatti y Micky Ward, ellos estuvieron en algún punto ocupando camas adyacentes y, al amanecer, se elogiaron mutuamente por lo que se habían hecho uno al otro?

3. GGG sigue adelante De acuerdo, nadie esperaba que Nobuhiro Ishiada venciera a Gennady Golovkin. Es dudoso que mucha gente que no fuera la señora Ishida esperara que él lograra al menos una pelea disputada. Ishida tampoco ayudó mucho para su causa, al no usar su jab y su alcance, optando mejor por plantarse ante Golovkin y pelear. Pero, aunque en el boxeo no se otorgan puntos oficiales por estilo, la forma en cómo un púgil gana la pelea cuenta mucho, y el derechazo espectacular que derribó y noqueó a Ishida en el tercer round aportó para la leyenda creciente de Golovkin, quien combina un estilo de presión, acosador y sofocante de una víbora pitón, con el repentino y malicioso ataque de una víbora de cascabel. Es una bestia dentro del ring, pero afuera es un caballero. Cuando Dmitry Pirog sane de una lesión en la espalda, su encuentro pospuesto contra Golovkin es prácticamente un hecho. Y el prospecto de que GGG choque contra Sergio Martínez, para ver quién es efectivamente el mejor peso medio del mundo, es algo para saborearse.  

4. Hay pocas cosas que igualan a los aficionados británicos en una pelea En el orden de importancia, no hay nada extraordinario acerca de Derry Mathews ni de Anthony Crolla. Para darnos una idea, Crolla fue vencido por Matthews, quien a la vez fue noqueado por Gavin Rees, quien también fue noqueado, pero por Adrien Broner. Matthews y Crolla se combinaban para sumar 12 derrotas, previo a subir al ring en la Echo Arena de Liverpool, en la pelea co-estelar de la función donde Tony Bellew defendía su cetro semi completo contra Isaac Chilemba. Pero los aficionados británicos los apoyaron de forma ensordecedora cuando hacían su arribo al cuadrilátero, que parecía que Lennox Lewis iba a pelear contra el fantasma de Henry Cooper. Uno de los motivos fue que Matthews es originario de Merseyside, mientras que Crolla nació en Manchester, la ciudad vecina más odiada de Liverpool. Pero, como puede corroborar cualquier persona que recuerde las noches mágicas de Ricky Hatton en Las Vegas, los aficionados británicos al boxeo derrochan una pasión que pocas ciudades en Norteamérica que no sea Montreal- pueden igualar.  

5. Macao espera su turno para entrar a escena Esta semana, Montecarlo, Liverpool y Las Vegas. La semana entrante, el mundo boxístico pondrá su atención en Macao, para lo que promete ser una función entretenida y la primera de muchas por venir. Bob Arum, de Top Rank, había hablado por mucho tiempo acerca de montar una pelea en Macao, y ahora las circunstancias finalmente lo hicieron posible. La firma del prospecto amateur chino Zou Shiming fue una llave importante para abrir la puerta. Al mismo tiempo, Macao aporta sus riquezas crecientes a la mesa, ya que los casinos del territorio generaron más ingresos en enero de este año, que lo que promediaron todas las propiedades del Strip en Las Vegas durante seis meses. En una cena con periodistas la noche del viernes, Arum sonó confiado en que la próxima pelea de Manny Pacquiao -- programada para el 14 de septiembre -- sería en el mismo escenario que la cartelera del próximo sábado, a menos que la propiedad hermana en Singapur pruebe que puede arrebatarla. Aunque nadie puede decir que el MGM Grand se alejará sin dar una pelea. Y tampoco significa que la posición de la Ciudad del Pecado como la capital mundial del boxeo se vea amenazada todavía; un número de factores, incluyendo la ubicación geográfica y el dinero de la televisión, tendrá que ver. Muchos otros rivales -- Atlantic City, el Cowboys Stadium en Dallas e incluso el Madison Square Garden -- han llegado y se han ido, o se quedan cortos respecto a lo que el MGM Grand y el Mandalay Bay pueden ofrecer. Pero si el globo de prueba flota la semana entrante como se ha planeado, entonces con los peleadores correctos y las carteleras adecuadas, atendiendo a los demográficos correctos y peleando por las bolsas adecuadas, Macao se puede ubicar como una de las escalas importantes en el circuito global del boxeo.