lunes, 6 de octubre de 2008

Ya se vive la rivalidad


La promoción de la velada "Combate Soñado" subió de tono durante la visita en la ciudad de Houston y San Antonio, tercera y cuarta parada de la gira promocional para el pleito que protagonizarán el mexicoamericano Oscar De La Hoya y el filipino Manny Pacquiao, el 6 próximo de diciembre en el hotel MGM Grand de Las Vegas.

Teniendo como escenario de lujo al memorable Centro Espacial de Houston, y al mítico Álamo de San Antonio, esta súper promoción cobró más importancia e interés entre los medios de comunicación y aficionados que se dieron cita.

Aprovechando la visita, en ambas ciudades se hicieron donaciones de dinero para los damnificados del pasado huracán que azotó Houston, y para la recuperación del peleador que estuvo en coma inducido, Oscar Díaz, cuyos miembros de su familia estuvieron en la conferencia en San Antonio. Juan Torito Díaz, Ricardo Rocky Juárez y Jeff Lacy, peleadores del establo de Golden Boy Promotions se presentaron a la conferencia en la Ciudad Espacial.

En Houston, De la Hoya, quien por lo regular no suele alterarse ni siquiera hablar mal del rival o su equipo de trabajo, despertó de su letargo y respondió con autoridad a los comentarios del entrenador estadounidense Freddie Roach, y a la misma vez fue secundado por su flamante estratega mexicano Ignacio Nacho Beristain, y Richard Schaefer, jefe ejecutivo de GBP.

"Ya me cansé de escuchar que Freddie [Roach] me conoce a la perfección, que habla de mi edad, de la velocidad, el poderío de Manny Pacquiao así como de mi inactividad, pero solamente quiero recordarle que yo también lo conozco perfectamente a él [Roach], y sé lo que va a decirle en su esquina a su peleador: "Houston, tenemos un problema", dijo De la Hoya en alusión al Centro Espacial, arrancando los gritos de los presentes y los gestos atónitos por parte de Freddie Roach, Manny Pacquiao y el promotor Bob Arum.

Nacho Beristain, quien poco a poco se ha ido amoldando a este tipo de escenarios y los típicos dimes y diretes de los protagonistas, también fue más agresivo y escuetamente pero con firmeza, respaldó a su pupilo.

"El 6 de diciembre será un día muy importante pues vamos a descarrilar a esa máquina que dicen es Manny Pacquiao. No tengo ninguna duda que Oscar De La Hoya saldrá con el brazo en alto pues es un peleador muy inteligente, agresivo, y se ofrecerá como siempre lo ha hecho en su excelsa carrera", manifestó.

EL GRAN SUEÑO DE PACQUIAO
Manny Pacquiao está viviendo una nueva y distinta aventura en esta etapa de su brillante carrera, pues es la primera vez que se encuentra en proceso de una magna promoción para una cartelera de corte internacional.

"Mi sueño es i r la luna, y por ello estoy muy feliz de estar hoy en Houston. Les aseguro que será una pelea inolvidable. A la misma vez, todos saben que nunca he defraudado a mi gente filipina, y por ello entrenaré muy fuerte para ganar este combate", manifestó.

"Me gusta pelear, pelear y pelear, y por eso les digo que no los voy a defraudar", admitió.

Y... NO OLVIDEN EL ALAMO


De La Hoya y Pacquiao le dieron color al Alamo
El promotor Bob Arum es conocido por su experiencia en el deporte del boxeo, pero se encontró con una fuerte muralla en San Antonio, donde fue abucheado cuando menciono que los peleadores filipinos eran más fuertes que los mexicanos pues tienen un gran corazón y férrea disciplina, acto que censuraron De La Hoya y Beristain, teniendo como mudo testigo al fuerte del Álamo, reliquia de esta ciudad texana.

Freddie Roach tampoco se aguantó y cuando le tocó el turno de hablar frente a una muchedumbre ensordecedora, lo hizo con mucha firmeza: "Óscar, el 6 de diciembre vas a necesitar de muy buena suerte".

Acto seguido, Bob Arum le puso más leña al fuego, provocando que más de 1000 personas gritaran de todo y por todo, callando con sus gritos al interlocutor.

"Yo promoví a Oscar De La Hoya, y sé que nunca quiso enfrentar a un peleador zurdo desde su pelea contra Pernell Whitaker, en la que si Whitaker sale con todo en el último asalto en vez de danzar, hubiera ganado".

Beristain respondió con un gancho en forma de guante blanco hacia esos comentarios. "El 6 de diciembre en Las Vegas, De La Hoya va a pelear por los mexicanos, para los mexicanos y va a noquear a Manny Pacquiao", dijo el mentor jarocho, haciendo rugir de alegría y exclamación al público presente.

LOS RECUERDOS DE SAN ANTONIO PARA DE LA HOYA
Para el séxtuple campeón mundial en distintas categorías, San Antonio no es ajeno a su carrera. En 1999 vino a esta ciudad texana para promover su duelo contra el puertorriqueño Félix Tito Trinidad, en una velada que se denominó la Pelea del Milenio.

"Aquí [San Antonio] conocí a mi esposa. Aquí pelee contra David Kamau, y por eso para mi los mejores fanáticos son los de San Antonio, y quiero decirles que este tipo de peleas son las que me motivan, y por ello saldré a dar un gran espectáculo para probar que la edad es simplemente un número".

"Le enseñaré a mi rival, ex entrenador y ex promotor que no estoy viejo, y esto va dirigido precisamente para Freddie Roach y para Manny Pacquiao: voy a noquearte para que te acuerdes del Álamo", dijo De la Hoya apuntando con el dedo índice a su rival y ex entrenador.

SIGUE LA GIRA
El resto del calendario de la gira promocional del "Combate Soñado" se mudó el sábadoa San Francisco, para finalizar el próximo martes en el Este de Los Ángeles, en el arco del Whittier Boulevard, donde se espera una masiva llegada de aficionados mexicanos y filipinos.

DAVID HAYE DEBUTA EN EL PESO PESADO


La primera incursión del boxeador británico, David Haye, en el peso pesado podría llegar a ser también la última si no es capaz de derrotar al estadounidense, Monte Barrett.
Haye subió al peso pesado después de unificar tres títulos mundiales en el peso crucero en marzo y dijo que su objetivo principal era el campeón mundial ucraniano, Wladimir Klitschko, quien es dueño de cinturones de la FIB y de la OMB.

Pero antes, Haye debe superar a Barrett en una pelea que ha sido definida como una "apuesta masiva".
"No quiero hacer perder a nadie el tiempo", dijo Haye. "Si no soy capaz de superar a Monte, ¿Qué sentido tiene? Definitivamente no seré capaz de derrotar a Wladimir Klitschko, de modo que si no le gano a Monte, no iré por Klitschko".
Haye, quien cuenta con una marca 21-1 y 20 nocauts, enfrentará a Barrett el 15 de noviembre en Londres, en el 02 Arena. Haye espera poder derrotar a otro púgil que se ubica entre los mejores diez, a principios del próximo año, antes de su encuentro con Klitschko.
Barrett, de 37 años de edad, cuenta con 34 peleas ganadas, seis derrotas, pero dos de las mismas fueron antes los campeones mundiales, Nikolai Valuev y Hasim Rahman, y otra fue ante el futuro campeón mundial, Klitschko.
Pero Barrett ha tenido buenas performances ante los anteriores. Ante Rahman perdió por puntos. Fue noqueado en la ronda 11 ante Valuev y ante Klitschko se levantó del piso cinco veces antes de que detengan el encuentro en el round siete.
Hace poco, Barrett anotó un nocaut en la primera ronda ante Tye Fields y espera que una victoria ante Haye le pueda dar otra oportunidad de enfrentar a Klitschko.
"Estoy muy contento de que David haya aceptado la pelea", dijo Barrett. "Ha tenido muchas oportunidades de enfrentar a más de un boxeador en la división. Soy el más peligroso de esos púgiles. Soy quien más concentrado está y quien tiene más ansias de quedarse con una victoria".

Para Haye, enfrentar a Barrett -- en sexto lugar en la OMB -- es una manera de cementar su credibilidad en el peso pesado.
"Todos saben lo que Barrett les puede ofrecer", dijo Haye. "Ha estado enfrentando a pesos pesados mundiales y trabajado cerca de ellos por años".

Haye está tercero en el ránking de la OMB a pesar de que nunca ha peleado en la división del peso pesado.
Haye reconoció que haber subido de división era una apuesta fuerte, pero que su intención era probar si podía resistir la potencia de los pesos pesados.

"Sé que probará mi quijada", dijo Haye haciendo referencia a Barrett. "Estoy ansioso por ver qué ocurre cuando me pega un verdadero peso pesado... Es simple, eres capaz de soportarlo o no".

Haye dijo que su intención es emular a Evander Holyfield, quien hizo la transición del peso crucero al peso pesado de manera exitosa, quedándose con el campeonato mundial y derrotando dos veces a Mike Tyson.

"Evander es uno de mis ídolos, me encantaría poder hacer lo mismo", dijo Haye, agregando que el hecho de no tener que bajar de peso para pelear en el peso crucero le daría más potencia y resistencia.

"Creo que será diferente", dijo Haye. "No es un secreto que siempre he tenido dificultades para llegar al peso".

Maravilla Martínez maravilla al boxeo...


Hace seis años se radicó en España y allí construyó una carrera admirable, con 28 victorias consecutivas. Ayer derrotó por nocaut técnico al congoleño Alex Bunema y peleará por el título con el estadounidense Vernon Forrest.

Por Daniel Guiñazú

Mereció otro marco. La leyenda del Madison Square Garden de Nueva York, o la opulencia de los hoteles de Las Vegas, en lugar del Pechanga Resort Casino de Temécula, en el estado de California. Televisión abierta a todo el mundo, en vez de la pantalla para pocos de HBO. Sergio Maravilla Martínez, argentino, quilmeño, y de 33 años, dio una cátedra de boxeo veloz, talentoso, profundo y efectivo. Y como consecuencia de todo ello, derrotó por nocaut técnico al final del 8º round al congoleño Alex Bunema, ganó el título interino de los mediano juniors del Consejo Mundial de Boxeo (pomposa manera de denominar lo que, en verdad, fue una eliminatoria) y, lo que es más importante, obtuvo el derecho de pelear dentro de 120 días ante el estadounidense Vernon Forrest por la corona del mundo.

El mundillo pugilístico argentino conoce de sobra a Martínez. Siempre apreció su calidad y virtuosismo. Pero fuera del ambiente nadie sabe nada de él. Es que hace seis años, cansado de pelear por un puñado de monedas, y convencido de que si se quedaba en la Argentina sólo lo aguardaba un destino mediocre y sin ambiciones, Martínez juntó sus cosas en una valija y se fue a España. Los hechos le dieron la razón. De allí en más enhebró, en completo silencio, una serie de 28 victorias consecutivas, la mejor racha del momento en el boxeo argentino. Además se mantiene invicto desde el 19 de febrero de 2000, cuando el mexicano Antonio Margarito, actual campeón de los welters de la Asociación Mundial, le dio una soberana paliza y lo venció por nocaut técnico en siete asaltos en Las Vegas.

Aquel traspié ante Margarito en su 17ª salida profesional marcó un quiebre en la vida de Martínez. Y lo puso en una disyuntiva. O se tomaba el boxeo en serio o volvía con su padre a trabajar, de la mañana a la noche, como obrero metalúrgico. Maravilla, entonces, adoptó dos decisiones cruciales: abandonó a su manager de entonces, Osvaldo Rivero, y se operó de los nudillos de su mano izquierda. Luego de un año de inactividad, volvió a los rings y en 2001 logró el título argentino de los welters. Pero en 2002, tras vencer a Francisco Mora en el estadio de la FAB, resolvió que su ciclo en el país ya estaba cumplido y que seguiría su carrera en España. “Antes de pelear con Mora, no tenía guita y me pasé toda la semana comiendo fideos hervidos”, declaró tiempo después.

En Barajas lo aguardaba Pablo Sarmiento, un boxeador argentino que, unos años antes, había hecho el mismo trayecto por idénticas razones. Sarmiento lo vinculó con Ricardo Sánchez Atocha, el manager español más importante. Y con Sánchez Atocha su carrera tuvo un renacimiento, dentro y fuera de los cuadriláteros. Luego de cuatro peleas ante rivales de ocasión, el 21 de junio de 2003 en Manchester, Inglaterra, Maravilla derrotó por puntos en 12 rounds al inglés Richard Williams y consiguió la corona de los medianos juniors de la Organización Internacional de Boxeo, una entidad de segundo nivel. Europa ya hablaba de su boxeo zurdo, fino, rápido y poderoso.

Pero no se detuvo allí la marcha triunfal del quilmeño. Entre 2005 y 2006 ganó siete peleas más en España, seis de ellas antes de límite. Y en 2007, ya bien ubicado en las clasificaciones del Consejo Mundial, subió la apuesta y se fue a los EE.UU. Ganó cuatro combates, tres por nocaut. Ya estaban dadas las condiciones para dar el gran salto hacia el título del mundo. Hasta que pasó lo de tantas veces: nadie quería pelearlo. Y nadie deseaba programarlo. No era negocio que un argentino venido de España y sin la protección de los grandes promotores llegara a ser campeón.

El tiempo fue pasando sin novedades. Y el Consejo Mundial tampoco lo defendió, pese a que era el retador obligatorio. José Sulaiman, el eterno presidente de la entidad con sede en México, le dijo que pelearía este año con el ganador del combate entre el campeón, Vernon Forrest, y el californiano Sergio Mora. Pero como Mora ganó en fallo polémico y el CMB ordenó una revancha directa que Forrest ganó hace dos semanas, Sulaiman ideó un interinato entre el congoleño Bunema y Martínez. El ganador iría con Forrest por el título regular.

Bunema de ninguna manera era un bulto. De sus 30 triunfos, 16 habían sido por fuera de combate, y el 11 de julio pasado había noqueado en seis vueltas a otro argentino, Walter Matthysse. Era un boxeador fuerte, áspero y peligroso. Pero Martínez lo redujo a la ínfima medida de un principiante. Plantado como zurdo, lo martirizó desde afuera con su derecha en jab y directo y la izquierda cruzada a la cabeza. Tanto le sobró el talento, tal fue la superioridad, tan abrumadora resultó la diferencia de velocidad y recursos técnicos a su favor, que Maravilla hasta se dio el lujo de pelear con los brazos bajos y hacer fintas con los hombros. Sobró a su rival, ésa es la verdad. Sólo le faltó repartir algo más el castigo a los planos bajos para que su tarea pudiera ser calificada como perfecta.

En el tercer asalto, una izquierda recta sentó a Bunema sobre la lona. Y antes de que comenzara el noveno, el médico subió al rincón del congoleño, le miró el rostro y se apiadó de él. Le estaban dando una paliza. Hasta allí, Martínez había ganado todos los rounds en las tarjetas y las estadísticas posteriores ratificaron la impresión: Maravilla había pegado en proporción de 7 a 1 (212 a 31). Max Kellerman, el comentarista de HBO, no vaciló. Dijo de él: “Ha nacido una estrella”. Este cronista apagó el televisor de madrugada, exclamó: “¡Qué boxeador!”, y se fue a dormir. Había disfrutado de una clase magistral.

Juanma ya busca el próximo “valiente”


Luego de su espectacular demolición de César Figueroa en apenas 47 segundos, Juan Manuel “Juanma” López asegura estar preparado para mayores retos.

El campeón supergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) espera que su próximo compromiso sea el próximo 6 de diciembre como parte del cartel donde Oscar de la Hoya y Manny Pacquiao combatirán en el MGM Grand de Las Vegas.
El único problema podría ser conseguir un oponente dispuesto a enfrentar al fuerte pegador.

“En realidad nadie quería pelear. Me enfrenté a Figueroa porque fue el único que aceptó. No es algo que nos estamos inventando. Hasta Rafael Márquez, quien está número tres, dijo que éste no era el momento. No lo estamos diciendo como táctica de promoción, es una realidad. Si se llega a un acuerdo, el día 6 de diciembre estamos en Las Vegas”, dijo López luego de su exitosa defensa ante unas 7,000 personas en el Choliseo.

“Bernabé Concepción dijo que no me atreví pelear con él antes de la pelea contra Daniel Ponce de León. Pero luego que le gané a Ponce de León ahora no quiere pelear. No le rehúyo a nadie, me enfrento al que me ponga de frente”, agregó.

Peter Rivera, de PR Best Boxing, indicó que estará conversando con los directivos de la OMB para que tome la acción pertinente contra aquellos boxeadores clasificados que no aceptan retar al campeón. “No hay dudas que será difícil encontrar un rival para Juanma, pero en este negocio los que están tienen que pelear. Ya hablamos con la OMB para que inicie alguna gestión contra aquellos boxeadores que no quieran pelear (con López) y los que estén clasificados que los saquen. Un peleador que está en las clasificaciones es porque tiene aspiraciones de ser campeón mundial, así que alguien va a aparecer”, dijo Rivera.

Por el momento, López se concentrará en defender el cetro mientras se materializa la oportunidad para unificar títulos contra los otros campeones de las 122 libras.

“Israel Vázquez es la opción más viable. Celestino Caballero (monarca de la Asociación Mundial de Boxeo) y Steve Molitor (campeón de la Federación Internacional de Boxeo) van a unificar en noviembre y Vazqúez tiene en agenda una pelea contra Jorge Arce, así que no creo que por el momento se haga una unificación. Así que tal vez para junio del 2009”, explicó López.

El campeón no vislumbra subir de categoría en un futuro inmediato, pero se ha trazado como meta ganar coronas mundiales en cuatro divisiones distintas. “No tengo necesidad de subir, pero como he dicho anteriormente, quiero ser campeón en las 122, 126, 130 y 135 libras para así ganar cuatro títulos mundiales, algo que ningún puertorriqueño lo ha hecho y ésa será mi historia”, comentó.
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