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Jean Pascal se cansó de advertir que esta vez la historia
sería diferente, pero no lo fue. Sergey Kovalev dio la impresión que pudo
noquearlo muy pronto en la pelea pero, como había dicho que era personal, fue
castigando sistemáticamente, poco a poco, sin acelerarse, hasta obligar al
entrenador Freddie Roach a detener la pelea al final de siete asaltos ante casi
10.000 fanáticos en el Bell Centre de Montreal.
Roach, que entrenó a Pascal para la revancha ante Kovalev
tras la caída que había tenido en marzo del año pasado, ya había advertido en
el sexto episodio a un Jean falto de respuestas desde el arranque que pararía
la pelea, y eso sucedió luego que sobreviviera a un séptimo episodio en el que
de nuevo el ‘Krusher’ no tuvo compasión.
“No me gustan las
revanchas pero se la di porque Pascal es una persona especial, porque no
respeta a nadie, todos en Montreal me decían que le pateara el trasero, hubiera
podido castigarlo mucho más pero nada más aguantó siete rounds”, recordó
Kovalev, quien se dijo contento por la posibilidad de enfrentar a Andre Ward y
luego llamó "gallina" a Adonis Stevenson, con quien casi tiene un
encontronazo en el ring.
Kovalev, que llegó a una marca de 29-0-1 con 26 nocauts y
retuvo los cetros de la
Asociación Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo y
Federación Internacional de Boxeo, siempre marcó el ritmo de la pelea, lució su
poderoso jab desde el arranque y de hecho hasta lo envió a la lona en el primer
episodio, pero el réferi dijo que no fue caída legal. Luego, lanzó fuertes
volados de derecha que pusieron en piernas tambaleantes a Pascal en más de una
ocasión.
Jean, que se quedó con 30-4-1 y 17 nocauts, no sólo no pudo
responder como hizo la pelea pasada, esta vez se le vio débil, sin la
estrategia ideal, lento y todo en menor dimensión que el ‘Krusher’ Kovalev. En
los únicos destellos que tuvo Pascal, fue cuando Kovalev metió el acelerador y
más fuerte lo castigó, y hasta el final dejó en claro quién es el mandamás en
las 175 libras,
aunque los retos que recibió de Ward y Stevenson dejaron el terreno candente
para el futuro de los Semicompletos.