JESÚS MÍNGUEZ
AS.com
Un bombazo, un KO espectacular y dramático en el noveno
asalto sobre Artur Szpilka que será desde ya candidato a knockout del año,
cerró con éxito para Deontay Wilder su tercera defensa del Mundial de los
pesados del Consejo Mundial (CMB). Y comenzó inmediatamente la promoción de un
hipotético choque unificatorio con Tyson Fury. Porque el verdugo de Wladimir
Klitschko saltó al ring y se encaró con el de Alabama. “¡Donde quieras, cuando
quieras… y si quieres ahora!”, comenzó a gritar el inglés a Wilder, que aculó
un poco abrumado en ese primer asalto psicológico. “¡Esto no es el pressing
catch!”, le espetó mientras la seguridad contenía a duras penas al Rey Gitano.
Palabras como dardos. Un show.
El polaco Artur Szpilka , (20-2, 26 años) llenó el Barcklays
Center de Brooklyn, la cancha de los Nets, con todos los polacos de Nueva York.
Crecido por los gritos de ánimo de su parroquia, puso en dificultades al
gigantón Wilder (2,01
metros y 2,11 de alcance) en los tres primeros asaltos.
Zurdo y rápido, Spizlka salió dispuesto a jugársela ante el ‘Bombardero de
Bronce’, un atleta que, a falta de buenos desplazamientos sobre el ring y
estrategia, tapa sus grietas con una pegada granítica.
Szpilka comenzó a bajar las manos según avanzaba el combate
y a tragarse golpes. Confió su suerte a la capacidad de aguante de su quijada
de acero. Pero en el noveno round, entró a por el hombre que devolvió a EE UU
el cinturón de los pesados en enero de 2015 tras ocho años de orfandad y un crochet
descendente de Wilder hizo blanco en su mandíbula. Cayó desmadejado. Incapaz de
levantarse, tras unos minutos angustiosos, se lo llevaron camino del hospital
en camilla (“por precaución”, según primera valoración de urgencia) y con el
cuello inmovilizado aunque respondía a estímulos. Wilder, un poco en estado de
shock, levantaba los brazos: 36 combates y 35 victorias antes del límite a sus
30 años (con bastante ‘paquete’ en su récord), un 97% de KO’s.
Una máquina de destrucción.
Entonces apareció Fury, campeón de la AMB y la OMB , y se erigió en
protagonista. En cualquier caso, tiene pactada la revancha con el menor de los
Klitschko, por lo que fue desposeído del cinturón de la FIB que en la misma velada de
Brooklyn se ciñó Charles Martin tras derrotar a Glazkov (KO en 3º, en realidad
por abandono por lesión de rodilla). Y Wilder, reglamentariamente debería hacer
frente antes al duro aspirante Povetkin. Pero meditáticamente, un duelo entre
los dos verborreicos campeones tendría miga. Y no está descartado en 2016. En
Brooklyn se encargaron de encenderlo, por si acaso. KO y pelea verbal de
gallos. Esencia del boxeo.