JAVIER D. CAMPA - /www.atlantico.net
Decepcionado por la derrota por KO que sufrió el pasado sábado en Sheffield ante el británico Jamie McDonnell, con el título europeo del peso gallo en juego, Iván Pozo reconoce que afrontó el combate sin la preparación necesaria, pero además afirma que desde que abandonó el peso mosca no se siente competitivo, por lo que intentará bajar al supermosca.
Decepcionado por la derrota por KO que sufrió el pasado sábado en Sheffield ante el británico Jamie McDonnell, con el título europeo del peso gallo en juego, Iván Pozo reconoce que afrontó el combate sin la preparación necesaria, pero además afirma que desde que abandonó el peso mosca no se siente competitivo, por lo que intentará bajar al supermosca.
Pozo afirma que se ve 'muy pequeño' ante los púgiles del peso gallo.
Apenas logró aguantar cuatro minutos ante McDonnell, ¿cómo vivió la pelea?
El combate fue una consecuencia del accidente de tráfico que sufrí hace unos meses, que me rompió ligamentos de la rodilla y el menisco. Me operaron, estuve mucho tiempo con muletas, sin poder andar, y nos vino la oferta cuando todavía me estoy recuperando. No tuvimos más remedio que aceptarla porque si no, salíamos de las listas europeas. Entonces fuimos con ilusión pero no con el entrenamiento adecuado para un Campeonato de Europa, ni de cerca.
Y en el segundo asalto, echó la rodilla al suelo.
Recibí de mi propia medicina. Es un golpe en el que yo soy especialista pero lo que ocurrió es que yo me estaba cubriendo en exceso arriba, al no tener mucha movilidad de piernas. Tenía que parar los golpes del rival, que era muy largo, y él aprovechó mi error para meterme un latigazo en el hígado. Me quedé sin respiración y tuve que apoyar la rodilla en el suelo.
¿El rival era más duro de lo que se esperaba?
No es un gran pegador, pero sí muy alto, de mucha envergadura, y estaba en muy buena forma. Yo me sentía muy pequeñito. Tengo que hablar con el míster y con mi equipo médico porque el peso gallo creo que me queda grande. En Europa, tienes que pasar del peso mosca al gallo, cuando en realidad hay un peso intermedio que es el supermosca, que no existe a nivel continental. Subir dos categorías de golpe ha sido demasiado. Me veo muy pequeño con gente mucho más grande y fuerte.
¿Cuáles serían entonces las opciones en el peso supermosca?
Tengo que barajar las alternativas. En el peso gallo no me encuentro competitivo. Necesito sólo una semana de sufrimiento para dar el peso, cuando otro boxeador necesita por lo menos un mes y medio con dieta y entrenamiento duro. No podemos dar tantas ventajas. Lo que quiero es sentirme competitivo. Si no, no merece la pena boxear. Me gustaría pelear por el título de España del peso mosca o supermosca. Es una pena que en Europa no haya supermosca, que es para 52 kilos. En gallo te encuentras gente de 53,5 kilos que igual baja de más de 60 y están fuertes y muy definidos. Yo, normalmente, puedo estar en 57.
¿Se ha arrepentido de haber ido a Sheffield?
Nunca. Fue una experiencia maravillosa. He conocido otra manera de ver el boxeo y hemos aprendido cosas, como que cuando vayamos a un campeonato, hay que estar al cien por cien. Viajamos porque somos valientes y profesionales, pero allí también son muy profesionales. Como sabían que yo soy un boxeador pegador, nos dieron un modelo guantes muy acolchados y así era difícil hacer daño.
¿En algún momento se le pasó por la cabeza dejar el boxeo?
No, eso nunca se piensa. Yo quiero ser competitivo en el mundo del boxeo y pienso que puedo serlo hasta los 36 años. Después de esa edad, ya no me planteo seguir de ninguna manera, a no ser que todo me fuera muy bien, de película. Será el momento de decir adiós.
