lunes, 28 de julio de 2008

Sulaimán: "Boxeo olímpico perdió excelencia por máquinas de contar golpes"


El pugilismo aficionado en los Juegos Olímpicos ha perdido la excelencia por las máquinas de contar golpes, manifestó hoy el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el mexicano José Sulaimán.

El dirigente mexicano consideró que la utilización de dichas máquinas, a finales del siglo XX, ha hecho que aquellos que las utilizan simplemente presionen botones cuando ven golpes, lo que provocó que el boxeo aficionado perdiera la excelencia.

Sulaimán explicó que púgiles como los mexicanos llegan a los Juegos Olímpicos a intentar boxear, cuando lo único que interesa es conectar golpes.

"Ahora les he dicho a los púgiles mexicanos que estarán en los Juegos de Pekín que lancen golpes de campana a campana", explicó Sulaimán.

Además, el dirigente mexicano lanzó un mensaje a la dirección de la Federación Internacional de Boxeo Aficionado (FIBA) para que tome decisiones en favor de la imparcialidad de los jueces que estarán en los combates en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

"El boxeo tiene que tener jueces honestos y competentes, el que no lo sea, no tiene derecho de estar (en este deporte)", declaró Sulaimán.

EL FUTURO DEL NUEVO "REY" TONY MARGARITO


Antonio Margarito no tiene ya que rogarles a los mejores púgiles de la división welter una oportunidad de pelear con ellos. Después de su victoria espectacular sobre el boricua Miguel Cotto, todos los que deseen el título deberán enfrentar al "Tornado de Tijuana".

Y a juzgar por la condición en que quedó Cotto, con la cara muy golpeada y ensangrentada, esos retadores al cetro welter podrían lamentar el haber decidido medirse con un rival sumamente veloz, quien esperó años la oportunidad que aprovechó el sábado por la noche en Las Vegas.

Con su triunfo ante Cotto, Margarito se encumbró finalmente como el boxeador más temible en una categoría repleta de jóvenes talentos.

"Les dije que yo era un buen boxeador, como Cotto, que también es muy bueno", dijo Margarito. "Les dije que saldría con la victoria. Les dije a todos que me preparé bien y que iba a vencer a Cotto".

Tras sobrevivir al dominio del puertorriqueño en los albores del combate, con sus rápidos movimientos y con la misma temeridad de recibir golpes que muestra en cada pelea, Margarito, de 30 años, llamó la atención incluso de quienes no son sino aficionados ocasionales al boxeo.

Se trata de un púgil con una combatividad inagotable.

Cotto debió ir al hospital, para recibir numerosos puntos de sutura en el rostro. Con la golpiza, Margarito sorteó el último obstáculo que le impedía adquirir la condición de estrella, y lo hizo en un momento particularmente oportuno en México, donde el púgil nacido en Torrance, California, ha vivido desde su niñez.

Ante el retiro de Erik Morales, la declinación de Marco Antonio Barrera y el temperamento explosivo de Juan Manuel Márquez, existe una oportunidad para que un campeón valeroso y carismático se gane el corazón de los mexicanos.

El propio Julio César Chávez subió al cuadrilátero para abrazar al púgil del que fue ídolo en su niñez.

"Esto es lo que México necesita", dijo Sergio Díaz, uno de los managers de Margarito. "Necesitamos otro ídolo, y ése es Tony".

La foja de Margarito (37-5) dista de ser impresionante, pero resulta engañosa. Mientras que Cotto, Floyd Mayweather Jr. y otros welter destacados tuvieron años para pulir su boxeo como púgiles amateur, Margarito saltó de inmediato al profesionalismo, y sufrió tres derrotas cuando era un adolescente que aun no aprendía a pelear.

El mexicano ha ganado antes dos cetros de la división. Perdió el primero ante Paul Williams, el año pasado, y renunció voluntariamente al segundo, para enfrentar a Cotto. Ninguno de esos cinturones era tan importante como el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que conquistó al noquear a Cotto, el monarca invicto que era considerado por muchos el mejor boxeador del mundo libra por libra.

Y a diferencia de Mayweather, retirado a los 31 años, o del propio Cotto, que planeaba alejarse de los cuadriláteros antes de cumplir 30 años, Margarito no tiene previsto irse pronto.

"Siento que apenas estoy llegando a mi mejor momento", dijo Margarito antes de la pelea. "Podría pelear por muchos años más. No quiero retirarme pronto, porque aún hay cosas que quiero lograr".

Luego de devengar mucho más que su bolsa garantizada de 1,5 millón de dólares, debido a que las ventas en la modalidad de "pago por ver" en la televisión superaron las expectativas, Margarito podría aspirar a más dinero. Durante años, debió conformarse con combates preliminares.

Las dos peleas secundarias que Margarito libró antecedieron a combates en los que Cotto expuso el título.
El cambio será notable para Margarito, quien alguna vez no pudo pactar grandes peleas con Mayweather, Shane Mosley u Oscar de la Hoya, porque se le consideraba un rival peligroso y que carecía de la suficiente popularidad.

"Ahora todo es muy diferente", dijo el promotor Bob Arum. "La gente que no peleaba antes con Antonio se inclinará a hacerlo ahora, porque la recompensa en dinero será mucho mayor. Esto cambia todos los parámetros de quién peleará o no con Antonio. El sábado ocurrió algo que cambió todo a su favor".

Arum tiene varias opciones para la próxima pelea del campeón, aunque probablemente éstas no incluyen a De la Hoya. Margarito quisiera medirse al "Golden Boy" en su pelea de despedida, el 6 de diciembre, pero quizás De la Hoya desista después de ver lo que le ocurrió a Cotto.

Lo más probable es que Margarito pase unos meses disfrutando su nuevo cetro y recibiendo honores en México, antes de defender el fajín a finales del año, quizás contra Mosley, quien cayó por decisión ante Cotto el año pasado.

Primero, Mosley debe enfrentar al nicaragüense Ricardo Mayorga en Los Ángeles, a finales de septiembre. Margarito podría también ir contra el ganador de la pelea por el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), entre Zab Judah y Joshua Clottey, quien cayó ya ante el mexicano.

"Mi promotor decidirá qué pasa después", dijo Margarito. "Eso no me preocupa".