martes, 18 de octubre de 2011

"VEO FACTIBLE BOXEAR YA CONTRA MAYWEATHER"



Jesús Mínguez As.com

Sergio 'Maravilla' Martínez (Quílmes, 36 años) vino a España huyendo de la crisis que azotaba Argentina en el 2002. Aquí se hizo mejor boxeador y pudo dar el salto a Estados Unidos, donde ahora es una auténtica estrella en el PPV de la HBO y se codea con los mejores púgiles del mundo.
Yo no sufro. Lo que hay fuera del boxeo sí que puede ser duro. Como estar cinco años sin papeles viviendo en España. Eso te hace aguantar el dolor, pero el dolor mental que es el de verdad". Sergio Maravilla Martínez suelta estas frases mientras sonríe a sus interlocutores en AS y la pedrería de sus cinturones de campeón mundial del medio y el superwelter del Consejo, de la Organización Mundial de Boxeo, de The Ring y el espectacular de diamantes del CMB tintinea bajo la luz del flash.
Este púgil argentino de 36 años, que llegó a España en 2002 y vive entre el madrileño barrio de Chamberí y Oxnard (California) donde se entrena, pertenece a la Santísima Trinidad del boxeo mundial: Manny Pacquiao, Floyd Mayweather y él.
Las Vegas. Es una estrella en EE UU ("cuando voy a una velada en Las Vegas puedo invertir una hora y media en recorrer cincuenta metros") pero pasa inadvertido por aquí: "Uno de cada mil me dice 'hombre Poli', o '¿qué tal, Lince?, pero esta tranquilidad me encanta". Sus combates son base del PPV de la HBO, pero hubo un tiempo en que no fue así
"Quería salir de Argentina en la época del Corralito. Tomé un vuelo barato a Italia y desde ahí trenes hasta España. Traía teléfonos y, cuando llegué, me di cuenta de que me habían robado dentro de las maletas y no estaban. En un bolsillo interior del pantalón llevaba un pedacito con el número de Gabriel Sarmiento. Lo llamé, llegué a Alovera (Guadalajara), se convirtió en mi técnico (con el que todavía sigue) y a los tres días tenía trabajo, aunque fuera en la puerta de un pub".
Así, como un sin papeles, fue sobreviviendo en el boxeo y en la vida. "Desde que llegué a Europa ha sido vertiginoso, de película". Consiguió dar el salto a EE UU en el 2007 y explotó con su zurda centelleante: diez combates con espectaculares KO's a Paul Williams (el mejor del 2010), Dzinziruk o el reciente a Darren Barker.
¿Siguiente estación? "Veo factible enfrentarme en el 2012 a Floyd Mayweather. Ganas no me faltan, la propuesta está hecha y sería en Las Vegas". Es el combate que todos sueñan. Otra alternativa es Manny Pacquiao, pero es más complicado. "Para mí Mayweather es el mejor. Pacquiao, sin embargo, tiene una promotora (Top Rank) que es aún más grande que él y cada vez que mueve el meñique, se mueve el mundo". También sonó Julio César Chávez Jr., actual campeón regular del medio CMB, "pero no quiere boxear conmigo porque puede durar lo que yo me proponga". Lo dice con una frialdad que contrasta con su verbo ágil y dulce. "No voy a estar a gusto hasta que no sea número uno del mundo, libra por libra", remacha. Sólo tiene por delante a Mayweather y PacMan.
Para pelear con Money (la bolsa sería astronómica) debería bajar de peso. Maravilla es medio (máximo 72,565) "y deberíamos pactarlo en 68". "Yo vivo con 79 kilos, voy bajando veinte días antes del combate y, después del pesaje, puedo ganar cinco para subir al ring". Hasta llegar a la báscula, Maravilla sólo come "espárragos, piña, alcachofas y pescado".
No está donde está por casualidad. Se levanta a correr tres días a la semana en la madrugada, "a las 04:30 horas". Y luego inicia un maratón de hasta ocho horas y media de entrenamientos: "Son tres bloques diarios. Primero utilizo unas tablas para hacer equilibrios dentro del agua, lo que me da pánico porque no sé nadar. Después, ejercicios de oxigenación pulmonar con una máquina y luego boxeo toda la tarde. No tiene nada que ver con lo que se hace en España, aunque yo ya aplicara este régimen aquí. Además, los sparrings son campeones o excampeones mundiales".
Con esa exigencia se ha convertido en un pegador terrible. "La pegada mejora con el tiempo y la alimentación, porque yo en Argentina comía como los caballos de ajedrez, a saltitos", bromea contando algo serio.
Sale a relucir el asunto del miedo. De ese paso que hay que dar para subir al ring. "Yo nunca lo he sentido, excepto con Kelly Pavlik, que me dio un golpe en el primer round que parecía una barra de hierro y sólo pensaba en que no se me notara el pánico". No se notó y le ganó.
Argentina perdió un futbolista ("hasta los 17 años jugaba, pero probé el boxeo y, cuando vinieron a buscarme de un equipo de nivel de Segunda B, me escondí. Boxear es más fácil"), pero ganó un campeón mundial.
Portada de 'The Ring', en el especial 'Body Issue' de ESPN y en una película
Pacquiao (32 años) es un semidios en Filipinas, donde ganó un escaño al congreso y podría aspirar a ser presidente a su retirada. Durante sus veladas, la guerrilla y el ejército frenan sus acciones para seguirle. Su carrera es espectacular, subiendo desde el peso mosca hasta el welter. Es menos corpulento (1,69 m) que el argentino, lo que dificulta su choque. El 12 de noviembre pelea con Juan Manuel Márquez, a quien ya ha ganado... Como a Barrera, De la Hoya, Cotto, Hatton o Mosley. Una máquina.