Una enorme decepción para las más de 5.000 almas que llenaban el Pabellón As Travesas de Vigo y para todos los aficionados, resultó el esperado combate por la correa universal O.M.B. del peso mosca, entre el vigués Iván Pozo, en su intento de derrotar al doce veces campeón del mundo, el criollo Omar Narváez. Para empezar, nos dejó estupefactos el comportamiento de muchos seguidores, quienes abuchearon todos los himnos protocolarios, incluidos el americano, en honor del referee y ¡hasta el himno nacional! algo sin precedentes. Mal empezaba el combate que pretendóa ser el de la resurrección del boxeo nacional. Y en cuanto sonó la campana, el público, eso sí, animó de lo lindo a su boxeador, quien, tras unos intercambios inofensivos de jabs, hay que tener en cuenta la condición de zurdo del argentino, intentó arrollar a su experimentado rival, llevándolo contra las cuerdas. El segundo asalto comenzó con una buena derecha de Pozo, que, jaleado por los suyos, y con rápidas e imprecisas combinaciones, volvía a hacer que el campeón se recostara contra las cuerdas, aguantando el chaparrón. El tercer round empezó de forma similar, con un agresivo Pozo, como si tuviera gasolina suficiente para sólo unos asaltos. En la segunda mitad de este episodio, Narváez tiró de catálogo y comenzó a poner de manifiesto la diferencia técnica, que era visible. Pozo daba como táctica de ataque dos pasitos hacia delante, pero nunca conseguía conectar ningún golpe interesante sobre Narváez. En el cuarto asalto, más de lo mismo, un Pozo agresivo y atacante los primeros instantes, y un campeón que empezaba a cogerle el aire a la pelea y a su rival. En el quinto round, se evidencia un bajón palpable del español, lo que aprovecha su rival para aplicar su boxeo de alta escuela, tanto defensiva como en sus ataques rápidos y demoledores. En el sexto round, Narváez arrincona a un Pozo muy parado, que parece sin aire ni moral de victoria. No obstante, consigue quitarse el dominio de su rival, con más corazón que fuerzas. El séptimo round es el que decide la pelea, Narváez sale decidido a terminar con un Iván Pozo, que se ha quedado sorpredentemente sin oxígeno. La golpiza en este asalto es importante, sin ninguna respuesta por parte del local, que se siente derrotado. En el octavo asalto, ante la sorpresa y la incredulidad de los presentes y de los que seguían el acontecimiento por televisión, Iván Pozo abandona cuando suena la campana de inicio de round, echando por tierra sus ilusiones y las de los seguidores del boxeo español. El resultado oficial es derrota por K.O.T. en el 8º round. La lectura final es sencilla: Pozo acusa lesiones graves pasadas y es inferior a un gran campeón como es Omar Narvaéz, digno sucesor en el corazón de los criollos de un tal don Carlos Monzón, el mejor entre los mejores. Y para el boxeo español, otra vez será. El deporte siempre concede revanchas y oportunidades de desquite.
Foto: Boxeodirecto.com. Sergio "Maravilla" Martínez felicita a su compatriota minutos después del combate.
Foto: Boxeodirecto.com. Sergio "Maravilla" Martínez felicita a su compatriota minutos después del combate.