La Opinión
Sergio "Maravilla" Martínez es reconocido hoy en día como uno de los mejores boxeadores del mundo.
Tras un exitoso 2010, el púgil argentino (46-2-2, 25 KO’s) quiere algo más: convertirse en el mejor boxeador libra por libra del orbe.
Así lo expresó ayer el campeón durante la conferencia ofrecida en Times Square para hacer oficial el anuncio de su próximo combate ante el ucraniano Sergiy "Razor" Dzinziruk (37-0, 23 KO’s), que tendrá lugar el 12 de marzo en el MGM Grand Arena, de Foxwoods, Mashantucket, Connecticut.
Los dos convincentes triunfos del año pasado sobre los estadounidenses Kelly Pavlik —a quien arrebató el título del peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en abril— y Paul Williams —en la revancha de noviembre, con un espectacular nocaut en el segundo asalto— le valieron para ser nombrado como el Boxeador del 2010.
Ahora Martínez —electo el pasado mes de enero por el CMB como Campeón Emérito del organismo— se prepara para repetir o mejorar su actuación del año anterior.
Su primera prueba en este 2011 tendrá lugar ante el invicto Dzinziruk.
"Éste va a ser mi año, éste va a ser nuestro año. El objetivo nuestro ahora es apuntar a ser el mejor libra por libra", aseguró "Maravilla" Martínez, luego de agradecer al CMB por la oportunidad que le da de pelear por el cinturón diamante del organismo.
El 21 de febrero, Martínez cumplirá 36 años y espera continuar en la cúspide de su carrera, que empezó cuando tenía 20 años.
"Espero que sea el mejor momento de mi carrera porque estoy haciendo la mejor de las preparaciones y estoy seguro que va a ser así", dijo Martínez a El Diario La Prensa.
"Dzinziruk es un gran campeón, es un gran boxeador, es muy difícil aunque no lo conozcan aquí", aseguró Martínez.
SIGUE CON EL TÍTULO
Ante la oleada de críticas al Consejo Mundial de Boxeo tras la nominación de Martínez como Campeón Emérito, Mauricio Sulaimán, vicepresidente del organismo e hijo del titular, José Sulaimán, dejó en claro que no es verdad que se le haya quitado el título del peso mediano, sino que se le hizo un reconocimiento a su gran labor en el cuadrilátero como fuera del mismo.
