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Voy a hacer una de esas preguntas de las que ya más o menos sé la respuesta: ¿Por qué Miguel Cotto no pelea con el argentino Sergio 'Maravilla' Martínez?
No es una pregunta que carezca de validez, según me parece.
Aunque se le reconoce como campeón peso mediano del CMB, Martínez, escogido como Boxeador del Año de 2010, es más que nada un junior mediano que se ha visto a subir a las 160 libras en busca de retos más jugosos.
Así, el año pasado, Martínez, ligado al promotor Lou DiBella, destronó a Kelly Pavlik y sentenció en menos de dos asaltos a Paul Williams.
Este año, en su última presentación, acabó en ocho asaltos del hasta entonces invicto monarca de las 154 libras, Sergiy Dzinziruk.
Cotto, entretanto, es ahora un campeón junior mediano (de la AMB) que ha demostrado un estilo más comedido y defensivo desde que se unió al famoso Emanuel Steward, un entrenador que, curiosamente, siempre ha tenido la reputación en recalcar la ofensiva.
Y después de sus devastadoras derrotas ante Antonio Margarito y Manny Pacquiao, el boricua ha logrado reencarrilar su carrera con triunfos relativamente cómodos frente al poco más que mediocre (y lesionado) Yuri Foreman, y el último reciclaje de Ricardo Mayorga.
Para no perder la costumbre, su promotor, Bob Arum, sigue aferrándose a su táctica de suplirle contrarios extraídos de su propia cantera promotora, y le tenía designada para septiembre una revancha con el mexicano Margarito.
Era otra pelea ideal: Cotto podría vengar así su primera derrota frente a un rival venido a menos por sendas palizas ante Shane Mosley y el propio Pacquiao, y con una reputación hecha añicos por el hallazgo de que, ya fuera con su consentimiento o no, le hab?ían puesto tiras de yeso dentro de sus vendajes antes de su reyerta con el Sugar Shane.
Después de eso... pues tal vez Cotto iría a otra revancha, esta vez con Pacquiao, o se enfrentaría a quien Arum espera que algún día llegue a ser su próximo niño prodigio, Julio Cesar Chávez, Jr.
Todo se malogró, sin embargo, al revelarse que Margarito aún padece de serios problemas físicos luego de su encontronazo demasiado cercano con Pacquiao en noviembre pasado: no sólo sufrió una fractura del hueso orbital de su ojo sino que, según se dice, también tiene un desprendimiento de retina.
No en balde su entrenador, Robert García, reveló cándidamente en una entrevista el otro día que había hablado hombre a hombre y amigo a amigo con el veterano ex campeón, y le había dado algunos 'tips' acerca del retiro.
“Siempre les digo a los peleadores que lo mejor que pueden hacer es adquirir casas”, dijo García, también un ex campeón mundial. “Si las pueden comprar al contado y después las alquilan, entonces, aunque no vivan como millonarios, pueden depender de una entrada económica estable durante muchos años”.
OPCIONES DE MÁS
Es lógico pensar que Arum tendría muchas otras opciones para Cotto: para empezar, si quiere mantenerse 'inhouse', podía arreglarle una defensa ante Kermit Cintrón, a quien Arum acaba de firmar para su empresa Top Rank.
O, si quería ser algo más creativo, podía concetar una defensa con Williams, quien se apresta a reaparecer en junio en su primera pelea desde su revées con Martínez, pero continúa siendo uno de los peleadores norteamericanos más reconocidos del mundo.
Incluso, si los organismos hoy en día siguieran ordenando defensas obligatorias, también hubiese existido la posibilidad de que Cotto tuviera que enfrentarse al nortamericano Austin Trout (zurdo de 5'10” y 25 años con marca de 25-0 y 13 nocauts), que se convirtió en campeón 'regular' de la AMB en febrero pasado.
También, naturalmente, pudo haber apuntado en grande y alargado el dedo hacia Martínez, quien tiene previsto pelear el primero de octubre y aún anda en busca de rival.
Pero, ¿a quién eligió Arum, quien el año pasado había descartado una pelea de Chávez con Cotto diciendo que el primero todavía estaba a más de un año de acumular la experiencia necesaria, si acaso la tendrá alguna vez?
Pues nada menos que al hijo del legendario J.C. Chávez.
Este, con marca de 42-0-1 y 30 nocauts, retará el 4 de hunio en Los Angeles al alemán Sebastian Zbik (30-0 y 30 nocauts) por el título del CMB y, según ha dicho el promotor, de ganar, podría defender ese cetro ante Cotto... en noviembre.
Alguien tenía que protestar y quien lo hizo los otros días, con una pizca de razón, lo fue el amigo Trout, en una entrevista con Examiner.com:
“Esto de la pelea con Chávez es ridículo porque Chávez no se merece pelear con Cotto y es un ejemplo perfecto de cómo Arum mantiene las cosas en familia, sin pensar en lo que la fanaticada quiere. No estoy diciendo que los fanáticos vayan a preferir necesariamente que Cotto pelee conmigo, pero sí estoy seguro de que hay como 50 peleas que los fanáticos preferían que nuestro 'super campeón hiciera antes de pelear con Chávez”.
Eso sí, estoy convencido de que Cotto no ha rehuido ningún combate en su vida.
Pero, ¿su promotor?
Naturalmente. A cada rato.
