Rodrigo Azurmendi
ESPN.com
Robert Guerrero defendió su corona del Consejo Mundial de Boxeo tras derrotar unánimemente a Andre Berto el sábado en el Citizens Business Bank Arena de la ciudad de Ontario.
La pelea, de desarrollo épico, se dio de manera inesperada, ya que fue el campeón defensor quien buscó desde el campanazo inicial, ante la sorpresa de todos, incluso tumbándolo en los primeros dos capítulos.
Los tres jueces coincidieron, entregando tarjetas iguales con marcador de 116-110 a favor del México-americano. Berto decepcionó a propios y extraños, mostrándose incapaz de alcanzar a un Guerrero implacable.
En el primer round fue con un Berto demasiado confiado en su postura y manera de encarar la pelea, casi buscando que Guerrero lo pelee. Si esa era su intención funcionó ya que el de Gilroy conectó los mejores golpes y en una ráfaga furiosa, tras quedar enganchados, Guerrero lo tumbó.
El segundo fue de trámite similar y rápidamente Guerrero se le abalanzó en los segundos iniciales y lo volvió a mandar a la lona al haitiano. Berto solo atinó a sujetarse y esperar que llegara el campanazo, pero nunca generó peligro alguno en el episodio. 'La Bestia' sobrevivió pero con el pómulo derecho muy lastimado.
El tercero tuvo menos acción, ya que Berto fue más efectivo en abrazar a su rival y disminuir la cantidad de golpes soportados. Sin embargo, Guerrero lo tuvo contra las cuerdas durante todo el capítulo y volvió a ser el dominador.
El cuarto round fue el más parejo hasta el momento ya que Berto pudo plantarse un poco mejor. Sin embargo, el floridano solo ofreció puñetazos aislados y abusó de los golpes a la nuca de Guerrero. El México-americano mantuvo su intensidad y se adjudicó el round.
El recurso del abrazo se convirtió en el mejor amigo de Berto, ya que nunca pareció desarrollar una estrategia consistente. Se dio el primer intercambio en el medio del ring y Guerrero salió mejor parado. Acto seguido, Berto fue advertido por seguir apuntándole a la nuca de su rival, quien volvió a mostrarse superior.
El sexto vio un renacimiento de Berto, quien siguió intentando poco pero conectó con más efectividad. Un par de derechas suyas hicieron efecto y eso le alcanzó para llevarse el round.
El séptimo fue de una intensidad tremenda ya que gran parte de los tres minutos se disputaron en una esquina, con Berto contra las cuerdas pero ambos intercambiando golpes con igual efectividad. El trámite fue de alto voltaje y los dos debieron soportar el castigo rival. Sin dudas, fue de lo mejor de la pelea.
Con el ojo derecho cerrado y una clara desventaja en las tarjetas Berto siguió buscando el manotazo salvador que le devolviera las esperanzas. Guerrero empezó a mostrar señales de cansancio y el desarrollo se emparejó de gran manera, pese a que la intensidad cayó durante el octavo pasaje.
El noveno volvió a encontrar a Berto contra las cuerdas, pero este conectó el golpe más efectivo, un gancho de derecha que encontró de lleno el mentón del de Gilroy. El ojo derecho de Guerrero también comenzó a cerrarse y para esa altura el final ya se encontraba abierto nuevamente.
En el décimo Guerrero siguió buscando una pelea corta, trenzándose con Berto desde el principio y absorbiendo los embates rivales en busca del golpe de gracias. Su insistencia pareció dar frutos ya que el otro ojo de 'La Bestia' se inflamó de sobremanera. El desarrollo fue parejo pero el público cambió de favoritos y se mudó para el lado del haitiano.
Lo conmovedor de Guerrero fue que nunca sacó el pie del acelerador. En el undécimo siguió yendo para adelante y tras acorralar a Berto volvió a hacer lo suficiente para llevarse el round.
En el último el californiano buscó acabar la duela pero un resistente Berto (casi sin poder ver) aguantó la última ráfaga de golpes, ante la locura del público que vio como su dinero estuvo bien invertido en un combate con fuegos de artificio. Guerrero, empujado por la adrenalina, siguió golpeando a Berto hasta cinco segundos después del campanazo final.
Con el triunfo, Guerrero mejoró su record a 31-1-1 (18 nocauts) y seguramente recibirá la oportunidad que viene buscando, ante un boxeador de calibre mundial.