Antes que nada, quiero aclarar que este artículo está hecho en clave de humor, para ser exactos, de buen humor, pero deseando expresar una realidad que me ha llamado la atención durante estos últimos años. Y es que, señoras, señores, el boxeo en Estados Unidos, ha dejado de existir, o por lo menos, ya no hay boxeadores que representen al país más poderoso de la Tierra. Como lo están leyendo. A ver, repasemos los presuntos campeones del país del Tío Sam, que se quedó sin sobrinos pugilistas. El sábado pasado, Brian Viloria, ganó a mi amigo (cuánto lo siento, hermano), Archie Solís, y en todos los medios, se cita la victoria del filipino-estadounidense, cuando no directamente filipino. ¿Pero no es Hawai un estado de los EE.UU.? ¿Lo habrá vendido Obama? Pues es posible, que con esto de la crisis…Hace una semana, se retiraba mi admirado Óscar de la Hoya, al que le recuerdo escuchar el himno estadounidense en Barcelona’92. Quince años después, y antes de medirse con el nú-me-ro-u-no-li-bra-por-li-bra, Floyd Mayweather, el himno que escuchó, después de la preciosa ranchera de rigor, fue el de México. ¿Qué pasó? Los Ángeles fueron devueltos a mis amigos mexicanos? Internet no dijo nada, empieza a fallar la red de redes. Chris Arreola y Víctor Ortiz son dos de las grandes promesas ¿estadounidenses? En ese país nacieron, pero ellos dicen que son “ciento por ciento mexicanos”. Al público norteamericano, todos estos trasvases de estados, los han pillado con el pie cambiado, con la dichosa crisis, y no se han molestado en exceso. No se ven manifestaciones en los alrededores de la Casa Blanca…de momento. Steven Luevano, en el peso pluma, siempre sale al ring con la bandera mexicana. ¿Es que dejaron de vender, en este crack económico, telas con las barras y estrellas? Puede ser, habrá que investigar si la crisis llegó al sector textil. De André Berto, campeón del peso estrella de la actualidad, el wélter, se hace referencia a su presencia en el equipo de Haití, en los JJ.OO. de Sidney. Otro que tampoco. Juan Díaz, el Torito, aunque nacido y criado en Houston, sale al ring, con las banderas de México y Estados Unidos. Algo es algo. Incluso, el campeón mediano, Kelly Pavlik, parece que se ha establecido únicamente en su Youngstown natal, seguramente representando solo a Ohio. Total, que solo los afroamericanos, antiguamente, denominados negros, como su piel, parece que representan al país de Muhammad Ali, Ray “Sugar” Robinson y Ray “Sugar” Leonard. Por cierto, ni el “Sugar” del siglo XXI, Shane Mosley, suele salir con la bandera estadounidense. Y aquí en España, siempre se pensó que en los USA eran muy patriotas. Sí, patriotas, pero de sus países de procedencia. Sí, señores, qué pena de país, y qué pena de boxeo estadounidense, si hasta Bradley y Dawson han pedido asilo político en las Islas Vírgenes…estadounidenses. Obama, haz algo rápido, que se puede perder el poder, el dinero, pero como los EE.UU. pierdan el orgullo de ser de ese maravilloso y singular país, apaga y vámonos.
Última Hora: Barack Hussein Obama acaba de declarar que se siente keniano por los cuatro costados. Se acabó.
JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.
