lunes, 21 de septiembre de 2009

SIN DEJAR DUDAS


DAN RAFAEL

Después de 21 meses fuera del ring, nada ha cambiado.
Floyd Mayweather Jr. sigue siendo grande.
Todavía es muy rápido.
Todavía tiene una defensa sublime.
Y todavía es un boxeador frustrante.
Mayweather dio una clase magistral de boxeo, castigando duramente a Juan Manuel Márquez en una actuación tan apabullante como se pueda lograr, para alzarse con una victoria por decisión unánime ante 13.116 personas (mayormente fanáticos de Márquez celebrando el fin de semana del Día de la Independencia de México) este sábado por la noche en el MGM Grand Garden Arena.
No hubo un solo minute de verdadera competencia en esta pelea, porque Mayweather simplemente atropelló a su rival, más pequeño que él.
"Estuve fuera durante dos años, por eso tuve ganas de darme un par de rounds para realmente hacerme a la idea de que estaba de regreso en el ring", dijo. "Y yo sé que mejoraré más todavía".
Eso es lo que más asusta. Pero la parte frustrante es que se perdió una oportunidad dorada de cerrar el espectáculo con más estilo.
Mayweather dejó a Márquez hecho un desastre, con el rostro hinchado. Le rompió la nariz también. Ah, y también lo dejó sentado en las lonas en el segundo asalto tras conectarle un híbrido entre gancho y uppercut en plena quijada.
Pero el ex campeón en cinco divisiones no pudo liquidar al peleador más pequeño, a quien había elegido especialmente en lugar de pedir a un boxeador de élite en su misma división (Miguel Cotto, Shane Mosley, por ejemplo).
"Lo derribé con un golpe que no creo que haya visto, y cuando se levantó siguió peleando", dijo Mayweather, quien tuvo que pagarle a Márquez una multa de $600.000 por ni siquiera intentar bajar al peso contractual de 144 libras y subirse a la báscula en 146 en el pesaje del viernes.
Dijo Márquez: "fue una pelea muy difícil. Me sorprendió con la caída. Me lastimó en ese asalto, pero no lo volvió a hacer en ningún otro momento".
Y aún a pesar del dominio de Mayweather, uno nunca tuvo la impresión de que tuviese la voluntad de pisar el acelerador para noquear a Márquez de una vez por todas.
Un nocaut, que era perfectamente posible, hubiese sido una impresionante demostración aún cuando Márquez , campeón en tres divisiones y monarca reinante en el peso ligero, es más pequeño que él.
Márquez nunca ha sido noqueado, y lo más importante es que un nocaut le hubiese dado a Mayweather (40-0, 25 KOs) algo que Manny Pacquiao no pudo lograr. Pacquiao, quien heredó el trono del mejor del mundo libra por libra cuando Mayweather se retiró, aparenta ser el oponente más significativo de Mayweather en el futuro inmediato. Ambos púgiles son comparados incesantemente.
Mientras que Mayweather domino a un inflado Márquez (50-5-1, 37 KOs), Pacquiao apenas logró escapar en dos batallas a vida o muerte con él, en un empate y una decisión dividida por un solo punto en su ventaja en los pesos pluma y ligero junior.
Pero en lugar de hacer una clara declaración de su poder, Mayweather se puso a trabajar de manera más constante, y no de la manera excitante y explosiva que Pacquiao expone usualmente.
"Simplemente hice lo que tenía que hacer para vencerlo", dijo. "Quería acumular rounds y necesitaba trabajar. Tuve que boxear toda la noche de manera astuta. Realmente estoy contento de regresar al boxeo. Necesitaba acumular rounds".
Cuando se le preguntó por la disparidad en tamaño, Mayweather simplemente dijo "él es un gran hombre pequeño, pero no olviden que yo también vengo de una división menor". Claro que sí. Pero eso pasó hace varios años.
Sin importar lo bueno de su actuación, le faltó el signo de admiración al final del renglón. Esta victoria debió haber sido por nocaut.
De todos modos, las estadísticas de CompuBox fueron atrapantes por su amplitud. Mayweather conectó 290 de 493 (59 por ciento) de sus golpes, superando el total de Márquez con 69 de 583 (12 por ciento). El jab de Mayweather también fue dominante, al conectar con 185 de 316 (59 por ciento) ante los 21 de 288 de Márquez (7 por ciento).
Ahora bien, tengan en cuenta que el promotor de Márquez, Oscar De La Hoya, había pasado mucho tiempo durante la promoción del combate hablando de cómo Márquez necesitaba usar su jab, y que así lo haría.
Sí, claro.
Márquez no pudo hacer nada ante el mejor boxeador del mundo, conectando en cifras de un dígito en cada asalto. Cuando todo terminó, fue sorprendente ver que algunos jueces encontraran asaltos para darle a Márquez, pero aparentemente lo hicieron. El juez Bert Clements lo vio como una blanqueada de 120-107, pero los jueces William Lerch (118-109) y Dave Moretti (119-108) tuvieron algo para regalarle a Márquez.
ESPN.com la vio en 120-107 también. (La pelea será repetida el próximo sábado a las 10 p.m. ET en HBO en Estados Unidos).
Lo que fue casi divertido fue oir a la multitud, ampliamente en favor de Márquez, gritando de delirio cuando Márquez sacaba una lenta combinación de cuatro golpes y erraba todos y cada uno de sus lanzamientos. Y esto sucedió a menudo.
Para finales del sexto asalto, el réferi Tony Weeks se mostró preocupado por la cantidad de golpes recibidos por Márquez, y visitó su rincón a partir del sexto asalto en adelante para ver si Márquez deseaba continuar.
El orgulloso guerrero mexicano siguió adelante, claro, pero no mejoró en ningún momento.
¿Décimo asalto? Una ventaja de 34-4 en golpes conectados por Mayweather. Y en el 11ero la diferencia fue de 41-5.
Y aún así, no hubo un serio esfuerzo por lograr el nocaut por parte de Mayweather. "Márquez es duro como una roca", dijo luego Mayweather. "Es un gran hombre pequeño. Realmente fue difícil de pelearle y recibió unos golpes tremendos".
Sin sorprender a nadie, Márquez culpó todo a una cuestión de peso.
"No quiero poner excusas, pero el peso fue un problema", dijo. "Él es demasiado rápido. Cuando le pegué él se rió pero yo se que sintió mis golpes. Tratamos de trabajar la velocidad pero la diferencia estuvo en el peso. Si yo tuviese tres o cuatro peleas en este peso mejoraría mucho. Hoy hice lo mejor que pude".
Y aún así no le sirvió de mucho.

Pero igual Márquez fue lo suficientemente bueno como para llegar a la campana final, y ése es el problema de Mayweather.