sábado, 10 de mayo de 2008

VICTORIA JUSTA DE TIMOTHY BRADLEY ANTE JUNIOR WITTER, POR DECISIÓN DIVIDIDA


Victoria justa y merecida del joven Tim Bradley sobre Junior Witter, en su propia casa de Nottimgham. Desde el principio, mucho más agresivo el norteamericano ante un indolente Witter, que pareció haber subestimado a su rival. En el sexto round, gran gancho de derecha de Bradley, que tumba al inglés, al que le salva la campana. Bradley intenta acabar en el siguiente asalto, pero Witter tira de experiencia, aunque su indolencia parece sorprender hasta a su público. Más agresvo Bradley, tirando los mejores golpes y mucho más rápido en defensa, que se impone hasta la campana final. Al ser en suelo contrario, la victoria se produce por decisión dividida, cuando hasta la televisión británica da por vencedor al estadounidense por 3 puntos. Las cartulinas dictan sentencia: 112-115 para Witter y 114-113 y 115-113 para Bradley, nuevo campeón con toda justicia del peso superligero del Consejo Mundial de Boxeo. Con 24 años, parece haber campeón para rato. Al final, los comentaristas ya le preguntan por Hatton. No sería mala pelea.

LINK PARA VER LA VELADA DE NOTTINGHAM, CUYO COMBATE DE FONDO ES EL MUNDIAL SUPERLIGERO JUNIOR WITTER-TIMOTHY BRADLEY

http://usuarios.lycos.es/moifire/

Sulaimán, el CMB, y un absurdo "retador mandatorio" ( De Fox Sports)


En otro de los absurdos que últimamente se están dando en el boxeo profesional, el Consejo Mundial de Boxeo (CM) y su presidente, el mexicano José Sulaimán, se han sacado del sombrero un 'retador mandatorio' inexistente para el nigeriano Samuel Peter.
El jueves, en una reunión en Ciudad de México, Sulaimán dio su visto bueno para que Peter realizara una defensa ante el ucraniano Vitali Klitschko, un hombre que lleva casi cuatro años sin pelear, dedicado a la política y a los negocios en su natal Kiev.
Klitschko, quien cumplirá 37 años en julio, y con récord de 35-2, con 34 nocáuts, no pelea desde el 11 de diciembre de 2004, cuando noqueó en ocho asaltos al inglés Danny Williams, en lo que fue su primera y única defensa de la faja de peso completo del CMB.
Tras ese pleito optó por retirarse y dejar vacante el cinturón. La causa principal de su adiós adelantado, y en plenitud de facultades físicas, fue su desinterés por la profesión, y que su rostro ya no asimilaba un golpe más.
Después de la paliza que le dio el británico Lennox Lewis en junio de 2003, en una pelea unificatoria en Los Angeles, Klitschko nunca fue el mismo.
Ahora el CMB le da etiqueta de 'retador mandatorio' pese a no figurar en el actual ranking mundial de esa organización.
Tampoco aparece ranqueado en ninguno de los otros tres organismos más reconocidos: Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Contraviniendo hasta sus propios lineamientos, el CMB acordó esta pelea sin sacarla a subasta, afectando así los intereses de otros púgiles que sí están ranqueados y aspiraban a enfrentarse a Peter.
"El negocio fue arreglado en la undécima hora, y estamos encantados", dijo Dino Duva, promotor de Peter, refiriéndose a un arreglo de último momento.
El pacto fue acordado entre Sulaiman, Duva, Don King, Shelley Finkel (representante de Klitshcko), y Tom Loeffler, jefe de la compañía K2 Promotions.
"En vez de ir a las oficinas del CMB para una oferta monetaria y un futuro incierto, hemos alcanzado un acuerdo que podemos anunciar delante de los maravillosos fanáticos y señores de la prensa", expresó Duva, en un intento por ganarse a quienes podrían criticar el lado oscuro del pacto.
Lo extraño del caso es que el CMB dejara fuera del pastel al promotor turco Ahmet Oner, un empresario radicado en Alemania y dueño de la promotora Arena Producctions.
Fuentes cercanas a esa empresa dijeron a la AFP que Oner se encontraba en Ciudad de México intentando hacer una oferta monetaria, mayor que la de Duva y sus socios, para colocar frente a Peter a uno de sus púgiles: el cubano Juan Carlos Gómez (43-1, 35 kos), segundo en el ranking del CMB y décimo en la OMB.
Pero todo este andamiaje se le podría venir abajo al CMB si Peter (30-1, 23 kos) pierde en su próxima defensa, en julio, ante el díscolo polaco Andrew Golota.
Peter, de 27 años y a quien apodan la 'Pesadilla Nigeriana', pactó la pelea a condición de que pueda realizar una defensa previa en julio, probablemente contra el polaco Andrew Golota.
El nigeriano conquistó la faja pesada en marzo pasado, cuando puso fuera de combate en el sexto asalto al ruso Oleg Maskaev, en un pleito realizado en Cancún, México.
Según los planes de Duva y asociados, de salir airoso en sus dos pleitos este año, Peter estaría retando al menor de los Klitschko, Wladimir, campeón de la FIB y la OMB.

POZO CHOCA CONTRA UN COLOSO (De El Faro de Vigo)


El boxeador vigués pierde, ante 5.000 espectadores, el combate por el título mundial del peso mosca al arrojar la toalla tras el séptimo asalto
Iván Pozo llamó a las puertas del cielo del boxeo, pero no le abrieron. El vigués, en el combate de su vida, se encontró con un problema inabordable para él: Omar Narváez. El argentino, que ayer hizo honor a su apodo de "Huracán", confirmó los motivos por los que se mantiene invicto y por los que ha defendido con éxito este cinturón trece veces.

El récord de Monzón, le falta una defensa, va camino de ser historia porque este gran boxeador está absolutamente condenado a la leyenda. Y contra esa realidad se estrelló Iván Pozo que dio la cara con coraje mientras pudo, pero que tras finalizar el séptimo asalto lanzó la toalla consciente de que hasta el final lo que le aguardaba era un martirio interminable y que no conducía a otro lugar que a la derrota. Omar Narváez estalló de felicidad mientras As Travesas, convertido en una caldera, en un infierno dispuesto a llevar en volandas a su chico al título, enfrió de golpe cuando vio volar hacia el ring la toalla roja.

Fue un gesto digno de Pozo pero que pone de manifiesto la distancia sideral que en estos momentos le separa de este argentino que desde que llegó a Vigo no dejó de transmitir seguridad en sí mismo. Y ayer demostró por qué. Era imposible que perdiese con este estado de forma.Los dos púgiles sólo se dieron tres minutos de tregua. En el segundo asalto los dos boxeadores se lanzaron como si el tiempo se les fuese a acabar de golpe y ahí se condenó el vigués.

En medio de un ambiente extraordinario a Iván Pozo le pudo el corazón en el arranque del combate.

Quiso ir demasiado deprisa, le costó aislarse de la caldera en la que se había convertido As Travesas y el argentino es un púgil que sabe moverse perfectamente en ambientes complicados y al que le sobran recursos para sacar adelante cualquier clase de pelea. Narváez es un superclase, un boxeador que maneja de forma perfecta la distancia y que siempre supo sacar la contra cuando Pozo le acosó en el comienzo. Supo aguantar el empuje del vigués, pero poco a poco se fue haciendo con el control de la pelea y enfriando los ánimos de un pabellón que descubrió que la empresa que abordaba su púgil era homérica teniendo en cuenta el talento y la experiencia del argentino.A partir del segundo asalto Narváez encontró la distancia justa a la que boxear con Iván Pozo y el combate se fue muriendo poco a poco.

Desde el rincón Amoedo le insistía en que gol-pease y se marchase, que no se quedase cerca aunque sintiese que había hecho daño porque el argentino parecía un gato que cuando peor cara ponía y más acorralado daba la impresión de estar encontraba las fintas para salir de la situación y las manos para ir minando a Iván Pozo que supo demasiado pronto que no iba a tener posibilidades de llevarse el combate. Lo que nadie esperaba era el desenlace.

Iván Pozo perdía los asaltos cada vez de forma más clara, comenzaba a abrir la boca de forma insistente mientras el argentino no pestañeaba, ni descomponía el gesto. Podía aguantar, daba esa sensación, pero estaba condenado a la derrota.

Entonces, al terminar el séptimo asalto -el que perdió de forma más clara- el vigués pronunció la frase que nadie esperaba esa noche: "No puedo". Iván Pozo lloraba mientras Amoedo lanzaba la toalla y aceptaba la derrota clara ante un boxeador grandioso que en apenas veinte minutos había regalado a los aficionados un verdadero manual de boxeo. Narváez estalló de alegría mientras Iván miraba a la grada y trataba de consolarse mientras parecía pedir perdón con la mirada.

"Estaba desbordado", fue lo primero que acertó a decir tras quitarse los guantes. No mentía. Iván jamás había perdido con tanta claridad, nunca se había enfrentado a un rival de este nivel. Ayer quedó claro que los cinturones de campeón del mundo no están en manos de cualquiera. Narváez va camino de la historia y para derrotar a esta clase de boxeadores hace falta mucho más que voluntad y ganas. Eso le sobra a Pozo, pero Narváez es un portento. Habrá más oportunidades para el vigués y sólo hay que esperar que Narváez no esté en el camino. Un triste final para una noche inolvidable.