domingo, 27 de agosto de 2017

MAYWEATHER IMPONE LA LÓGICA ANTE UN VALIENTE McGREGOR

MATÍAS RIVAROLA
Marca.com

El sueño fue bonito mientras duró. Un chico que hace cinco años cobraba cheques de la beneficencia se convierte en rey de la UFC y desafía al mejor boxeador de su era; en juego la gloria. El guion era tan hollywoodiense que resultaba hasta difícil de creer. Sin embargo, el sueño no se esfumó al pasar los púgiles por las cuerdas del cuadrilátero. McGregor salió fuerte, desafiante, sin mirar atrás, sin miedo a encontrarse luego con el tanque en reserva. El irlandés, con la convicción de estar forjando su destino, atacó al gran campeón, y durante tres mágicos asaltos consiguió hacer creer al mundo que todo era posible. Hasta el purista del boxeo más reaccionario tuvo que pensar por tan solo un instante que tal vez el hombre al que llaman 'Mystic Mac' podía hacer peligrar el 50-0 con su zurda. Pero como tantas veces en la vida, la lógica asomó la cabeza e hizo volver a la tierra a los soñadores. Tras tres asaltos en los que McGregor impuso su ritmo, entró en escena el maestro del boxeo, y Mayweather no ha llegado a los 40 años invicto sin razón. El americano, sabedor de que la gran baza del irlandés era su potencia en los primeros compases, leyó el ritmo del combate como si de un director de orquesta se tratara. A partir del sexto asalto, dejó atrás su tradicional estilo defensivo y notando que su rival ya había dado lo mejor de sí, pasó al ataque de manera ordenada, como el gran estratega que siempre ha sido.
El final del combate llegó por K.O. técnico en el décimo asalto. Un McGregor abrumado por los golpes de 'Money' fue salvado por el árbitro tras un intercambio contra las cuerdas. Pero este final en el que se impuso la lógica ante la valentía, tras tres meses de idas y vueltas, dimes y diretes, fue casi lo de menos. El respeto mostrado en el abrazo final entre ambos deportistas pone fin a una guerra entre dos deportes que desde ahora, para lo que valga, estarán un poco más hermanados. Mayweather se consagró como el mejor de todos los tiempos, no solo sobre el papel con su histórico récord de 50 victorias y cero derrotas, sino como un profesor de boxeo que como amante de la 'dulce ciencia' está dispuesto a sacrificar su tiempo para enseñar al mundo la esencia del combate bajo las reglas del Marqués de Queensberry. Pero, ojo, no hay que confundirse, Floyd Mayweather Jr. pasa a ostentar el título del mejor profesional que jamás se ha subido al ring, pero Conor Anthony McGregor de Dublín es también ya leyenda.

MAYWEATHER APLASTÓ A McGREGOR PARA FIRMAR EL 50-0

JESÚS MÍNGUEZ
AS.com

Con Floyd Mayweather no caben las sorpresas. Ya se encarga él de reventarlas. El combate del siglo, el cóctel comercial o el circo, como se quiera llamar según quien lo califique (de las tres cosas hubo), acabó en Las Vegas con Conor McGregor noqueado en el décimo asalto. Sin lugar a las dudas. El juez, Robert Byrd, tuvo que parar el combate: KOT. Se cerraba un pleito con la sensación de alivio. El espectáculo deportivo no fue una pantomima pese a las evidentes diferencias de nivel. El debutante, en una competición dispareja, se mostró digno. "¡Demonios, eres un un buen luchador!", le soltó Floyd en un abrazo final que cerró dos años de bombazos verbales.
El estadounidense no es un tipo querido, ni le gustaría serlo porque le va ejercer el papel de malo, pero su boxeo emerge por encima de eso. Y ante el supercampeón de la UFC, un personaje también excesivo y sin miedo, dejó que Conor McGregor se creciera en los tres primeros asaltos. Se los regaló. Un maquiavélico ejercicio de cálculo de un púgil con 40 años que venía de un retiro de 714 días. A partir del cuarto asalto comenzó a carburar el diablo de Grand Rapids hasta acabar exhibiéndose. Tampoco las habilidades de McGregor le exigieron grandes alardes. Pudo golpear frontal sin temor.
Antes, por el Strip, la calle que hace de corazón de Las Vegas, el pulso latía acelerado por los miles de irlandeses que acudieron a apoyar a su ídolo nacional. Las pulsaciones estaban disparadas, las apuestas, en las que era amplio favorito Mayweather, comenzaron a tomar más brío por el luchador después de su exceso de testoterona y de su tono amenazante y tribal en el pesaje. Los tres primeros rounds abrieron una puerta. Pero Mayweather pegó un portazo. Ni los abucheos ni el exfontanero de Crumlin iban a estropear su fiesta.
Pretty Boy comenzó a conectar a McGregor, que se defendió con la diestra por delante para mantener alejado a la leyenda, muy al estilo UFC. También se le fueron muchas manos a la nuca y, cuando se vio superado, se dedicó a agarrar a Money. El juez, Robert Byrd, debió restarle algún punto. Pero fue permisivo. El final estaba escrito.
Mayweather se fue inflamando, sacó a pasear su derecha, no le hizo falta su cintura prodigiosa ante el cansado luchador, que no le puso en aprietos. Como y cuando quiso, frenó a McGregor. En el noveno round pudo cerrar el pleito pero, frío, prefirió alargarlo. Una catarata de golpes acabó con el irlandés, que aguantó más de lo esperado. Floyd se va con 100 millones de dólares garantizados y un récord de 50-0 que supera el de imbatibilidad del mito Rocky Marciano. El luchador de MMA, con 30. Sumarán muchos más cuando se cierren las cuentas. La maltrecha reputación del boxeo sigue a flote. No perdió Floyd, pero tampoco ganó más gloria.

ENLACE PARA VER ON LINE MAYWEATHER VS. McGREGOR

https://www.dailymotion.com/video/x5ydd25