MATÍAS RIVAROLA
Marca.com
El sueño fue bonito mientras duró. Un chico que hace cinco
años cobraba cheques de la beneficencia se convierte en rey de la UFC y desafía
al mejor boxeador de su era; en juego la gloria. El guion era tan
hollywoodiense que resultaba hasta difícil de creer. Sin embargo, el sueño no
se esfumó al pasar los púgiles por las cuerdas del cuadrilátero. McGregor salió
fuerte, desafiante, sin mirar atrás, sin miedo a encontrarse luego con el
tanque en reserva. El irlandés, con la convicción de estar forjando su destino,
atacó al gran campeón, y durante tres mágicos asaltos consiguió hacer creer al
mundo que todo era posible. Hasta el purista del boxeo más reaccionario tuvo
que pensar por tan solo un instante que tal vez el hombre al que llaman 'Mystic
Mac' podía hacer peligrar el 50-0 con su zurda. Pero como tantas veces en la
vida, la lógica asomó la cabeza e hizo volver a la tierra a los soñadores. Tras
tres asaltos en los que McGregor impuso su ritmo, entró en escena el maestro
del boxeo, y Mayweather no ha llegado a los 40 años invicto sin razón. El
americano, sabedor de que la gran baza del irlandés era su potencia en los
primeros compases, leyó el ritmo del combate como si de un director de orquesta
se tratara. A partir del sexto asalto, dejó atrás su tradicional estilo
defensivo y notando que su rival ya había dado lo mejor de sí, pasó al ataque
de manera ordenada, como el gran estratega que siempre ha sido.
El final del combate llegó por K.O. técnico en el décimo
asalto. Un McGregor abrumado por los golpes de 'Money' fue salvado por el
árbitro tras un intercambio contra las cuerdas. Pero este final en el que se
impuso la lógica ante la valentía, tras tres meses de idas y vueltas, dimes y
diretes, fue casi lo de menos. El respeto mostrado en el abrazo final entre
ambos deportistas pone fin a una guerra entre dos deportes que desde ahora,
para lo que valga, estarán un poco más hermanados. Mayweather se consagró como
el mejor de todos los tiempos, no solo sobre el papel con su histórico récord
de 50 victorias y cero derrotas, sino como un profesor de boxeo que como amante
de la 'dulce ciencia' está dispuesto a sacrificar su tiempo para enseñar al
mundo la esencia del combate bajo las reglas del Marqués de Queensberry. Pero,
ojo, no hay que confundirse, Floyd Mayweather Jr. pasa a ostentar el título del
mejor profesional que jamás se ha subido al ring, pero Conor Anthony McGregor
de Dublín es también ya leyenda.