Dan Rafael
Israel Vázquez, el ex campeón mundial de peso pluma junior, mostró más sangre y drama en un puñado de peleas que la que muchos boxeadores ofrecen en toda su carrera.
Debido a sus épicas batallas, especialmente sus primeras tres legendarias peleas con su rival Rafael Márquez, Vázquez se transformó en una figura amada.
Pero debido a esas mismas batallas, él sufrió varias lesiones en los ojos, una nariz rota y más cortes de los que podríamos contar. En las últimas etapas de su carrera, la piel de Vázquez quedó tan fina como el papel.
En su primera sensacional pelea ante Márquez en 2007, Vázquez sufrió una fractura en la nariz y perdió el título cuando se retiró mientras estaba en su rincón, incapaz de respirar bien después del séptimo round. En la revancha un año más tarde, Vázquez noqueó a Márquez en el sexto round para recuperar su título en una brutal guerra que fue luego nombrada como pelea del año.
Y en la tercera pelea en marzo del 2008, Vázquez se alzó con un fallo dividido en otra infernal guerra que también fue vista como pelea del año. En esa pelea, Vázquez sufrió un desprendimiento de retina, una lesión que terminaría requiriendo tres cirugías.
Vázquez quedó tan golpeado después de ese combate que necesitó 17 meses de descanso. Cuando regresó, sufrió otro terrible corte y tuvo problemas para deshacerse del obrero del ring Ángel Priolo en el noveno round en octubre de 2009.
Luego llegó la cuarta pelea con Márquez el 22 de mayo de 2010. El rostro de Vázquez, que ha tenido crónicamente una piel muy suave durante años, se abrió casi tan rápido como Márquez le puso sus manos encima. Márquez también derribó a Vázquez (44-5, 32 KOs) antes de ser finalmente noqueado en el tercer asalto debido a sus severos cortes. Vázquez había sufrido un horrible corte hasta el hueso sobre su ojo izquierdo en el primer asalto. Otro corte se le abrió tras un cabezazo accidental en el tercer round.
Vázquez ganó $800.000 dólares en ese combate, el mayor total de su carrera, en lo que terminó siendo su seguro de vida después de tantas guerras en el ring. Muchos asumieron que Vázquez estaba acabado. Él no tenía mucho más por lograr, y ahora tenía unos ahorros para mantenerse.
Su manejador Frank Espinoza dijo terminantemente que Vázquez estaba acabado.
"Eso fue todo" me dijo Espinoza un par de días después de la pelea. "Su carrera está terminada. Él no va a volver a pelear".
Pero ¿adivinen qué? Esto es boxeo, y Vázquez, con 33 años de edad y quizás 20 años encima de eso debido al castigo recibido, está considerando un regreso.
"Sí, está entrenando", me dijo Espinoza el lunes. "Pero no hay nada armado. Pueden haber rumores de que está regresando, pero él hará el anuncio oficial quizás en un par de semanas sobre lo que hará, si se retirará o volverá a pelear. Él lo hablará con su esposa. Él dirá si se retira o si sigue. Hasta ahora, los rumores son que va a volver. No nos hemos sentado a discutir posibles peleas futuras. Pero él sabe lo que siento yo. Siento que él no debería volver. Pero en definitiva ésta su decisión".
Espinoza tuvo otros boxeadores que se retiraron y regresaron, como el ex campeón de peso gallo junior Martin Castillo por ejemplo. Su regreso no funcionó muy bien, y es poco probable que el regreso de Vázquez funcione bien si es que decide volver a pelear.
Sin embargo, Espinoza dijo de Vázquez, "Creo que se ha ganado el derecho a venir y decir lo que quiere hacer. Él se merece eso. Ahora mismo está en el gimnasio haciendo lo básico, golpeando guantaletas, bolsas, corriendo. Él todavía es joven y quiere estar en forma. Pero todos sabemos que tuvo muchas guerras y que tiene muchas cicatrices sin curar, por lo cual hay mucho por considerar. Está todo en sus manos. Yo lo apoyo en lo que decida, pero espero que tome la decisión correcta".
No hay nada que nosotros podamos hacer si es que Vázquez decide pelear nuevamente. Él es un hombre grande y conoce los riesgos. Y si una comisión le da licencia, él tiene derecho a pelear.
Pero yo estoy con Espinoza, que conoce a Vázquez mucho mejor que yo. Espero que Vázquez tome la decisión correcta.
