Ramón Cairo
ESPN.com
Maravilla está ansioso. y tiene sus razones. Maravilla es Sergio Gabriel Martínez, claro: 37 años, campeón mundial regular y oficial de los pesos medianos (160 libras) del Consejo Mundial y reciente vencedor por puntos de Julio César Chávez Junior en Las Vegas.
En realidad, Maravilla siempre está ansioso. La adrenalina forma parte de su vida diaria. Este hombre suma un total de 54 peleas profesionales, de las cuales ganó 50, habiendo despachado 28 rivales antes del límite y solamente fue derrotado 2 veces -ambas en los Estados Unidos, jamás en la Argentina-, con 2 empates. Solamente Antonio Margarito y Paul Williams lo batieron. El primero, en el 2000 por KO en 7 en Las Vegas; el segundo, Paul Williams, en un fallo controversial, en el 2009. En el desquite, Martínez noqueó a Williams de un solo golpe y fue consagrado como El Knockout del año 2010.
Pero aquí y ahora, la ansiedad no es solamente por su tarea más específica, que, según sus palabras, es la de "subir al ring y moler a golpes a mi adversario, como si fuera un predador. Subir al ring a golpear la carne y los huesos de otro hombre, arrancarle la voluntad, Destino de Boxeador que todavía no sé si yo elegí, o si fue ese Destino, como algo inexorable, que me eligió a mí".
Como un actor que corre el telón desde el escenario -primero las manos, luego asoma la cabeza-, para echarle una mirada al salón en donde se prepara el público antes que comience la función, Maravilla divisa muchas cosas. Una propuesta para trabajar en televisión, una posible actuación en una película, una empresa de promociones pugilísticas que ya está en marcha, una colección de ropa con su nombre... y también un bisturí.
"Me espera un bisturí, señor, pero no le temo -afirma, con una sonrisa-. El 12 de noviembre". Se trata de una artroscopia de ligamentos de la rodilla derecha y estará a cargo de una eminencia, como el doctor Ángel Villamor, el mismo que atiende al Rey de España. "Por supuesto que estará a mi lado la doctora Raquel Bordons Cortázar, especializada en osteopatía y que es algo así como mi Ángel de la Guarda". Tanto es así que durante la pelea con Chávez, la doctora tuvo que encajarle en su lugar un par de costillas semi salidas, producto de golpes recibidos en el entrenamiento y de los cuales, por supuesto, nada se dijo para no darle ventaja al mexicano. "Pero dolía, y mucho, por cierto, más que los golpes", dice ahora, riendo.
En el decimosegundo asalto de su pelea con Chávez Junior, Maravilla apareció de pronto inspeccionando la lona del Thomas and Mack Center de Las Vegas, ante unos 20.000 aficionados al borde de la locura. Faltaba 1 minuto y 40 segundos para que terminara un combate que iba ganando ampliamente cuando, de pronto, ¡pum y al suelo! Se levantó, sí, y salió a pelear, pero volvió a caer, en este caso producto de un empujón y una mala maniobra. Resultado, lesión en la rodilla. ¿Y ahora?
"Ahora, por lo pronto, no puedo moverme demasiado, como es mi costumbre, ustedes saben, gimnasia, bicicleta, correr por las mañanas -cuenta-. Bueno, sí, igual estoy de vacaciones, pero no tanto -se ríe-. Lo que ocurre es que tengo que hacer movimientos específicos para ir preparando mi cuerpo para la operación. Y, cuando esta termine, tendré también para reposar por un tiempo que se calcula en un mínimo de un mes, durante el cual, por ejemplo, no podré volar, justamente para facilitar el postoperatorio". Para un hombre que suele viajar más que un comisario de a bordo, estar un mes sin treparse a un avión -en donde aprovecha el tiempo para escribir- es una eternidad.
Está bien lo de los stand ups, lo de la tele y el cine, pero, ¿y el boxeo?, ¿qué pasa con el boxeo? Si Maravilla está ansioso, nadie es más ansioso que un cronista deportivo esperando un anuncio. Sí, hay alguien más ansioso aún y es el fanático al deporte. "Si yo lo supiera, lo diría, pero no lo sé", afirma el campeón. "Primero se dijo que íbamos a ir a una revancha directa con Chávez en mayo, en Dallas, pero ha sido suspendido por el Consejo Mundial. Además, fue multado con 20.000 dólares y debe ser inducido a un programa de rehabilitación, ya que es consumidor al menos de marihuana. Ojalá que se ponga bien y podamos hacer el desquite, posiblemente en noviembre del año que viene aunque no sé para qué, porque esta vez le voy a pegar mucho más todavía". Según Compu Box, una empresa dedicada a contabilizar golpes en el ring, Martínez lanzó 908 golpes contra Chávez, conectando 322, de los cuales 502 fueron jabs de izquierda a la cabeza. "Eso, claro, si se anima a obedecer al control antidopaje olímpico -dice el ahora campeón-, que es sorpresivo y no perdona a nadie, esa es mi primera y más importante cláusula".
Chávez es una opción importante gracias al último asalto, ya que venía de perder todos los rounds en hilera, once en total, con lastimaduras varias, ojos cerrados (los dos) y hasta se dice con una fractura de malar. En el último capítulo, haber derribado al argentino nacido en Quilmes fue algo más que pegar un buen golpe. "Ese asalto se cotiza en millones de dólares -afirma Miguel De Pablos, socio, amigo y consejero del campeón- porque justifica una revancha y, por cierto, una gran taquilla".
Hablando de números: HBO vendió 475.000 abonos entre 50 y 60 dólares cada uno, por lo que en el pay-per-view de los Estados Unidos se llegó a recaudar 25 millones de dólares: para dar una idea, la cadena se hubiera mostrado conforme con 250.000 abonos, o sea que la cifra fue superada ampliamente.
Chávez no es la única opción. Ya se habla de otro joven Tigre, Saúl El Canelo Álvarez. Con cara de niño lleno de pecas, cabellera roja y natural simpatía, El Canelo debutó como rentado a los 15 años y hoy, con apenas 21 (casi podría ser el hijo de Martínez) suma 42 peleas con 41 victorias, 29 por KO y una derrota. Es uno de los más populares boxea- dores de México y el actual campeón mundial superwélter del Consejo en las 154 libras. "No estaría mal darle una lección a otro mexicano", afirma Maravilla.
"Ojalá que se anime". En realidad, El Canelo es hombre de Golden Boy Promotions, empresa liderada por Oscar de La Hoya y que compite directamente con Top Rank, encabezada por Bob Arum. Fue Arum, justamente, promotor de Julito Chávez, quien hizo posible la pelea entre Maravilla y el mexicano. A los 80, Bob siempre tiene un As en la manga, y aunque Martínez lo acusó muchas veces de ser el titiritero del Junior, tampoco pierde su estilo prolijo para contemporizar. "Es posible que ahora Bob Arum también intervenga en algo en futuras peleas mías, aunque ya se sabe que yo trabajo con Lou DiBella y Sampson Lewkowicz. De todas maneras, tiene una experiencia extraordinaria, no estaría nada mal".
Arum seguramente ya está pensando en alguna mega velada, pero no es el único. Se dice que Martínez podría pelear pronto en la Argentina. "No sé si es tan así, pero tengamos cautela. En abril se daría esa posibilidad, pero hay muchos temas todavía por tener en cuenta", dice Martínez. Ya es casi una realidad impuesta que será en el estadio Monumental, el de River Plate. "Tengamos cautela", advierte Sampson, un uruguayo que lleva muchos años radicado en los Estados Unidos. "Se dicen muchas cosas y por eso, a veces, es mejor callar, veremos...".
Mientras su fenómeno de popularidad sigue creciendo -incluyendo un libro publicado en la Argentina, Corazón de Rey, su biografía, en una visita breve a la que él calificó de un "manicomio"-, se siguen barajando nombres. El más codiciado, por cierto, es el de Floyd Mayweather, que a los 35 es el Genio, el Número Uno del boxeo actual, el que más dinero ha ganado, el que jamás perdió en sus 43 peleas, de las que se impuso en 26 por KO, y que es el actual supercampeón WBA de las 154 libras. Pero también es cierto que Maravilla, campeón de las 160, es físicamente más grande que Floyd. "Me saco el sombrero ante el talento que tiene, es un genio -dice Sergio- y sería un placer enorme pelear contra él, porque es el número uno, sin dudas. Y como quiero ser el nuevo número uno, nada mejor que enfrentarlo para ver si es tan difícil de ganar. Él es un genio, pero... ¿quién puede resistir la tentación de pelear con alguien tan grande y talentoso?".
Martínez es un confeso admirador de Muhammad Alí, Ray Robinson, Pernell Whitaker y Carlos Monzón, entre otros. "Todos ellos, ante todo, eran complejos en el ring, y no era tan sencillo pegarles; el boxeo es, ante todo, mantener la cabeza bien lejos del golpe, cuanto menos te pegan, más dura el boxeador". ¿Y cuánto puede durar este boxeador que está más cerca de los 38, a cumplir el 21 de febrero, que de los 37? "Creo que podría ser unas cuatro peleas: yo hago dos por año. O sea que, en la temporada que viene, tengo una en abril, o en mayo, y otra a fin de año. Y, luego, se entiende, dos más en el 2014, al menos es lo que me gustaría hacer a mí".
Claro que existen otros temas que tienen que ver con el futuro, y con su última experiencia. En su combate con Julio César Chávez, se contrató a un reputado técnico, Naazim Richardson, para que controlara el vendaje del mexicano. Richardson se hizo famoso porque descubrió que Antonio Margarito utilizó una especie de capa plástica (prohibida) en su vendaje contra Sugar Shane Mosley, su pupilo. Esa noche Naazim,además, fue designado para vendar las manos de Martínez en lugar de Russ Anber, que lo hace siempre. Pero dice el técnico del argentino, Pablo Sarmiento: "Esa noche fue el peor rincón que tuve en mi vida: el vendaje estuvo flojo, a pesar de que se lo advertí a Sampson. Y, además, no le curaron bien las heridas a Sergio, la próxima vez tomaré el control yo".
"En realidad, pasaron cosas, pero deberemos hablarlas en función de futuro -dice, muy políticamente, Maravilla Martínez, que por ese maldito vendaje sufrió una fisura en la mano izquierda, su arma fundamental, ya que es zurdo-, y no volverán a ocurrir en el futuro, pero son temas para tratar en el equipo". Así, mientras se vienen cambios que pueden ser fundamentales (el doctor Roger Anderson estaba a cargo de las heridas: Martínez sufrió un corte en el arco superciliar izquierdo y otro en el cuero cabelludo, y no se las curaron bien), es cierto que la victoria suele tapar muchas cosas.
El guerrero está obligado a descansar. Pero el mánager de boxeo, el modelo publicitario, el conductor de reality shows, el protagonista de stand ups, el escritor, el futuro actor y el hombre de todos los días -el que, aunque parezca mentira, tiene tiempo para leer a Shakespeare o escribir respuestas a sus miles de fans en Twitter-, está en plena ebullición. "La vida es disfrute, es goce, es disfrutar de cada momento sin dramatizar, agradeciendo estar vivo, pero es también sacrificio y esfuerzo, es tener ideales importantes, por eso siempre me despido repitiendo la frase del Che Guevara: 'Hasta la Victoria Siempre'".
¿No es una Maravilla?