JESÚS MÍNGUEZ
AS.com
-El japonés prometió espectáculo y lo hubo...
-Ha sido una auténtica guerra, sí. Pero así soy yo. Ha salido toda la buena preparación que he realizado estos meses. Me ha acompañado el físico y las ideas.
-Salió a boxear como si fuera el aspirante. Siempre adelante. ¿Era esa la estrategia?
-(Se ríe) ¡Pues no! La idea era esperar su fallo. Pero de inicio, en el primer asalto, me he encontrado tan bien que he decidido meter más ritmo. Lo he ido arrugando y por eso ha llegado el final pronto.
-Pues le habrá dado un buen susto a su esquina, cuando ha decidido irse a por Hasegawa con tanta decisión...
-Bueno, Pablo Sarmiento también lo ha visto claro y en el segundo round me ha dicho que lo presionara, que no le dejara estar cómodo.
-¿Sabe que el aficionado se ha vuelto loco en España buscando un enlace para verlo?
-Ja, ja. Sí, y me alegro mucho de que, aunque haya sido de ese modo, puedan haberlo disfrutado. Es una pena que mis mejores momentos estén llegando sin televisión, pero voy a seguir luchando. Y doy las gracias a todos los que han hecho un esfuerzo por buscarse la vida para verme. Estando tan lejos, siento su cariño.
-¿Y ahora qué le apetece? ¿Piensa en algún rival?
-No, no. Sólo quiero descansar. Llegar mañana (lo hará a Barajas, procedente de Fráncfort a las 23:30) a casa y darle un beso a mi hija. Me traje su chupete a Osaka y me ha dado suerte. Luego, aceptaré lo que digan mis promotores.
(El 31 de mayo se medirán en Macao el estadounidense Chris Avalos, 24 años y un récord de 23-2-0, y el japonés Yasutaka Ishimoto, 32 años y 24-6-0. De ahí saldrá el aspirante oficial de la FIB al título de Kiko. La opción del californiano es atractiva, pero el equipo de Maravilla Box sabrá la semana próxima si autorizan una defensa voluntaria antes. Y el teléfono puede comenzar a sonar...).