viernes, 19 de diciembre de 2008

44 KILOS DE DIFERENCIA ENTRE VALUEV Y HOLYFIELD


El veterano peleador estadounidense Evander Holyfield tendrá que batallar con una diferencia de 44 Kg. en su combate de este sábado contra el ruso Nikolai Valuev, campeón de los pesos completos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Holyfield marcó hoy viernes en al báscula 97,2 kilos por 141 de Valuev, un gigante de 2.13 metros de estatura que salta como amplio favorito para este compromiso de título mundial. Holyfield, de 46 años, es 11 años mayor que el ruso y ganó su último título hace ya ocho años luego de una controversial victoria por puntos sobre su compatriota estadounidense John Ruiz. El combate está programado para este sábado en Zúrich, Suiza y los pesos fueron los siguientes:

Nikolai Valuev 141 Kg., Evander Holyfield 97,2 Kg.

(Título pesado de la AMB)

José Legrá no tira la toalla


Por VÍCTOR RODRÍGUEZ.

Extiende la mano para saludar Pepe Legrá y uno piensa que la suya va a quedar hecha añicos, pero no. El saludo de Legrá es suave como la brisa, leve y no se extiende más de lo necesario. Apenas el tiempo para sentir su tacto áspero, para ver sus nudillos rebajados y unos dedos afilados que al final se retuercen.

Ahí está, la mano derecha que han estrechado Franco, Fidel Castro, Haile Selassie, Cassius Clay o Martin Luther King.

La mano derecha que en ı967 tumbó a Yves Desmarets para quitarle el título de campeón de Europa del peso pluma (57 kilos) en el Palacio de los Deportes de Madrid.

La mano derecha que en Porthcawl, ante ı5.000 seguidores enfurecidos que jaleaban al ídolo local, machacó a Howard Winstone, el brujo galés, y terminó levantada por el árbitro para coronar como campeón del mundo al segundo español que llegaba a lo más alto del boxeo en la Historia.

«Ya en el primer asalto se tambaleó y se levantó», recuerda Legrá. «Como buen galés, era valiente. Yo le había conocido en Mallorca. Había venido a veranear y José María García me llevó allí y nos sacó unas fotos. Y allí vi que no era muy fuerte. Lo vi más bien delgadito, blanquito, y me dije: ‘Coño, yo le gano a éste’».

Le ganó, Dios sabe que le ganó. En el quinto asalto y tras haberle dejado el ojo izquierdo como un avispero. «Le di una derecha con toda la potencia», continúa, «y, de causalidad le cogí de pleno». Fue el 24 de julio de ı968, hace 40 años...

«¿Hace 40 años? Joder, me cago en la puñeta, fíjate tú...». Cuarenta años. Al propio Legrá le sorprende. Es como si en su reloj, un Rolex flamante, el tiempo corriera más despacio. De hecho, lo lleva atrasado. Recién llegado de Cuba, donde ha ido a visitar a la familia tras la reciente pérdida de su madre, el reloj de Legrá aún da la hora de La Habana. Marcándole el ritmo al recuerdo de cosas que no se olvidan.

La infancia... José Legrá Utría era el segundo de ocho hermanos. Había nacido en Baracoa, en el extremo más oriental de Cuba, el ı9 de marzo (día de San José) de ı943. Su padre descargaba barcos en los muelles. Su madre limpiaba casas y fregaba escaleras.

Era otra Cuba. Los locales que hoy albergan comités de defensa de la revolución eran entonces casas de lenocinio. Y al niño José Legrá le tocó trabajar y mucho: limpiaba botas, lavaba coches, vendía cacahuetes y periódicos, cualquier cosa que le valiera para ganar unos pesos.

«Los sábados me acercaba a los muelles para coger turistas que vinieran en busca de fiesta», cuenta. Eran sobre todo alemanes y americanos. Dejaban más propina que los que se sentaban a que les lustraran los zapatos. Y al caer la tarde no hacía el calor que pegaba por las mañanas. Legrá los llevaba casi siempre al mismo sitio, casa Lala. «Era muy famosa esa mujer, Lala...», evoca.

En esas excursiones perdió algo más que la inocencia y aprendió cosas que luego le serían muy útiles en el cuadrilátero. Pero donde empezó a boxear realmente fue en la calle. Cuando la necesidad aprieta, un limpiabotas no puede dejar que le roben un cliente.

«Siempre me andaba quitando clientes con otros muchachos», cuenta. «Y la verdad es que me gustaba mucho liarme. Era peleón. Me peleaba muchas veces al día, no sabes cuántas...». Las suficientes, al menos, para impresionar a un tipo que solía pasar.

Tentaciones de La Habana. «Se llamaba René Castro, pero todo el mundo le llamaba Pecado», prosigue. «Se me acercó y me preguntó: ‘Oye, ¿tú siempre te has fajado en la calle?». Le dije que sí y me comentó que había un sitio donde se boxeaba en Baracoa, que si quería ir. Fui allí, me puse los guantes y le causé buena impresión. Empecé como amateur. De todos los combates que peleé en mi pueblo sólo perdí uno».

El siguiente paso era viajar a La Habana para abrirse paso como profesional. Hubo una cuestación en Baracoa para pagarle el viaje. No había cumplido ı7 años cuando bajó del autobús y pisó por primera vez la capital. A finales de los 50 un negro guapete, chuleta y de ı6 años podía haber tenido la tentación de intentar comerse la noche de aquella ciudad del Malecón, el Tropicana y las mulatas más sabias del mundo. Y no precisamente por haber leído a Schopenhauer...

Legrá la venció. «Algunos amigos me decían si salíamos a dar una vuelta; yo les contestaba que no», apunta. «No es que me haga el santo, pero el que quiere algo tiene que sacrificarse». De ı4 combates en La Habana, ganó ı2, perdió uno y tuvo un nulo. Era ágil y pegaba bien con la derecha. Bailaba a los rivales. Sólo la Revolución pudo pararle.

Al poco de llegar Castro al poder se prohibió el deporte profesional y Legrá marchó a México y a Miami. No fue mucho tiempo, pero sí intenso. En un gimnasio de la ciudad de Florida, el cubano coincidió con un joven púgil que venía de ganar la medalla de oro de los semipesados en las Olimpiadas de Roma de ı960. Se llamaba Cassius Clay.

«Como boxeador era un fuera de serie», rememora Legrá. «Como persona, no es mala gente. Pero ya entonces, que aún no era nadie, no era profesional, iba diciendo todos los días que era el mejor: ‘I am the best, the best’. Caía mal a la gente. Pero fue uno de los más grandes del mundo...».

Cassius Clay de bolsillo. Durante años, Legrá tuvo que soportar comparaciones con Clay. Se le llegó a llamar pequeño Clay y Cassius Clay de bolsillo. De hecho, el famoso lema «Vuela como una mariposa, pica como una abeja» podía aplicarse también al estilo ágil de Legrá. Al cubano nunca le ha gustado la comparación. «Seguramente nadie copió a nadie, pero si alguien lo hizo, yo ya era profesional cuando él aún era amateur...».

En Miami, vivió también el que fue el primer y único episodio de racismo que ha padecido en su vida. Fue al subir a un autobús. Se sentó en un asiento delantero y le dijeron que se marchase a los de atrás. Lo hizo. No volvió a coger esa línea en todo el tiempo que pasó en la ciudad.

«Tampoco voy a exagerar», dice ahora. «Eran tradiciones y esos problemas no los ibas a a arreglar en un día. En España, nunca me han gritado por la calle: ‘¡Negro!’. Y jamás un contrario me ha dicho nada por ser negro, todo lo contrario. Seas negro, seas blanco, seas chino, seas ruso, a mí lo que me importa es la persona. Si eres negro y eres borde, para mí te vas con la madre que te parió».

No deja de tener gracia que el país que en los años 60 le obligó a sentarse en la parte trasera del autobús vaya ahora a tener un presidente negro: «Cambia la vida, cambian los tiempos», reflexiona. «A mí me da igual que el presidente de EEUU sea blanco, negro o chino si se porta bien y lleva bien a la sociedad. Obama tiene que tener cuidado. Aún hay problemas raciales en EEUU».

Tras México y Miami, Legrá recaló finalmente en España. Le trajeron un cubano afincado en París, Kid Tunero, que se convirtió en su entrenador hasta que se retiró, y un español, Vicente Gil, presidente de la Federación Española de Boxeo y médico de Franco. El púgil aterrizó en Barajas el ı4 de septiembre de ı963 literalmente con lo puesto: un traje y unos zapatos de verano.

Gil les pagó a Legrá y a Tunero una pensión en la calle Recoletos de Madrid. Y Legrá empezó a crecer como boxeador mientras se tramitaba su nacionalidad española. Se la concedieron en ı966. Golpe a golpe, sin haber ganado antes el campeonato de España –curiosamente Legrá, siete veces campeón de Europa y dos del mundo, nunca ha sido campeón de España–, se había ganado el derecho a pelear por el título europeo.

El 22 de diciembre de ı967 fue su primer día grande. «Vicente Gil vino al vestuario 20 minutos antes del combate, me dio una palmada en la espalda y me dijo: ‘Por España. Su Excelencia está pediente’. Yo ni sabía quién era Su Excelencia, pero salí acojonado. Recuerdo que el primer golpe lo di en la carota», relata. El francés Yves Desmarets cayó al tercer asalto. Un negro nacido en Cuba, español reciente, era el nuevo campeón de Europa.

Siete meses después, llegó el combate con Winstone en Gales. Cuando Legrá se alzó con el Campeonato del Mundo, el Régimen no dudó en aprovecharlo. Ningún español había estado en la cumbre desde ı935, cuando Baltasar Berenguer se proclamó campeón mundial del peso gallo.

Las puertas del Palacio de El Pardo se abrieron de par en par para Legrá. «A mí Franco me trató bien», cuenta él, «sería injusto decir lo contrario. Cada vez que hablábamos sonreía mucho y hablaba conmigo de tú a tú. Cuando aquí nadie tenía bicicleta, el Estado me regaló un cochazo, un Oldsmobile traído de Estados Unidos que tuve que ir a recoger a Barcelona».

También conoció al entonces Príncipe Juan Carlos. «Le gustaba el boxeo, pero no tanto como a Franco», asegura. «Siempre me trató como lo que es, un señor. Me preguntaba: ‘¿Cómo está el campeón?’. Aún hoy cuando me ve me lo sigue diciendo».

Fueron los días de gloria de Legrá, cuando le llovía el dinero y las mujeres guardaban turno para encamarse con él. El periodista Manolo Alcántara le bautizó como El Puma de Baracoa. Perdió el Campeonato del Mundo y lo recuperó en otra pelea memorable, en ı972, con el mexicano Clemente Sánchez en Monterrey, en su misma casa, como había hecho con Winstone.

Después vinieron las dos derrotas que lo retiraron. Una, en mayo de ı973, discutible, con el brasileño Edder Jofre. Otra en noviembre de ese mismo año, sin paliativos, ante el nicaragüense Alexis Argüello. Legrá decidió que dejaba el boxeo esa misma noche. Colgó los guantes bastante joven, con 30 años, y un palmarés de ı3ı victorias, ıı derrotas y cuatro nulos. A diferencia de tantos otros púgiles, nunca se los volvió a enfundar.

Carrero Blanco fue asesinado ocho semanas después. El franquismo estaba visto para sentencia. Y como el país entero, Legrá se preparaba para una vida del todo nueva.

«Boxeando gané 327 millones de pesetas y los invertí», asegura. «Unas cosas salieron mal y otras regular». Legrá se metió en negocios inmobiliarios que no han resultado del todo satisfactorios. También se aventuró en una empresa de calzado deportivo, Legrá Sports, de la que salió con 30 millones de pesetas menos y un enemigo más de cuyo nombre sólo quiere acordarse para llamarle hijo de puta.

Relaciones públicas. Hoy, recién alcanzada la edad de jubilación, Legrá sigue trabajando. Pesa 20 kilos más, pero su paso sigue siendo ligero, ligerísimo. Sabe cómo llevar un traje y no habrá en Madrid muchos hombres que se hagan mejor el nudo de la corbata. Se encarga de las relaciones públicas de Sasegur, empresa de seguridad presidida por Jesús Capote, ex boxeador de segunda al que conoció en los gimnasios del Madrid de los años 60. «De salud estoy bien; de dinero, regular, y de amor, mejor que nunca», confirma.

Nunca se le dio mal esto último. «Yo he tenido siempre mucha suerte en cuestión de amores», asegura con dulzón acento cubano que 45 años en España no han podido enterrar. «Y el color de mi piel me ha ayudado mucho. Más de lo que tú puedes imaginar... Ahora estoy hecho una mierda, pero yo he sido un negro bastante guapo».

Desde hace ı5 años vive con Nines, una española de 49 a la que conoció cerca de la Plaza de las Ventas. Todos los días reza por ella, por su familia y por los escasos amigos a los que llamar tales. Dice que tiene motivos para creer en Dios.

–Y cuando uno está en el ring, zurrando al contrario, ¿se acuerda de Dios?

–Ay, amigo, ahí arriba uno sólo piensa en ganar. Quien te diga otra cosa miente.

Y parece como si la imagen de oro del Sagrado Corazón que José Legrá lleva hoy en la solapa quisiera sonreír.

QUE EL BOXEO DE HOY SUPERA AL DE ANTES? POR FAVOR...


AL CENTRO, "BLINKY" PALERMO, CONNOTADO MAFIOSO DESDE 1940-61 QUE AYUDO A FUNDAR JUNTO A OTRO GANGSTER, FRANKIE CARBO, EL I.B.C. O “CLUB INTERNACIONAL DE BOXEO”, LA PRIMERA ORGANIZACION QUE EXISTIO CON CARACTER LEGAL Y QUE MANEJO, PRIMERO, MIKE JACOBS, EL QUE SE LA VENDIO A JIM NORRIS CUANDO ENFERMO DE CANCER.


Autor: Andres Pascual

Existe una relación de decadencia entre el fanático y el boxeo de hoy: por regla general, el "asiduo" al pugilismo de estos tiempos, lo mismo si asiste al programa "en vivo" o sigue el deporte por "los medios", se caracteriza por una total conducta de irrespeto hacia el pasado y como que, verdaderamente, para el béisbol y para Fistiana si es aplicable la maxima de "cualquier tiempo pasado fue mejor"; pues, no conoce del deporte como si conocía el aficionado anterior; pero disfruta de la constante discusión en la que no falta la comparación inadecuada por lo errática con pretensiones de imponer su estilo "bocón y ofensivo" cuando debería de callar para aprender, en un caso; en todos los otros observar los videos de peleas realmente clásicas y leer lo suficiente para prepararse y poder defender lo indefendible; pero, por lo menos, hacer un esfuerzo digno en asalto perdido.
El pasado dia 6, en una de las peleas mas malas y "raras" de la historia, promocionada con más dinero y publicidad que todas las de Marciano, Louis y Dempsey juntas, Manny Pacquiao derrotó a Oscar de La Hoya por real abandono mas que otra cosa: el mexicoamericano no quiso salir al octavo...para algunos, como el periodista e historiador Enrique Encinosa, quizás acuso sobreentrenamiento; para mi, le faltó el valor necesario para salir y morirse como un gran campeón ante un público que equivocadamente le ha colocado, con ayuda de la prensa, en un lugar al cual nunca podrá pertenecer: de La Hoya dejó olvidada en el camerino la derecha recta necesaria para contener al boxeador zurdo y se mostró tan confundido que el filipino, con 4 pulgadas menos de estatura y seis de alcance le colocó, increiblemente y peleando desde afuera, el jab en el hocico cada vez que quiso. ¿Para que estuvieron “Nacho” y Angelo en aquella esquina tan poco defendida, tan abandonada a su suerte por el llamado "Golden Boy"?
Yo creo que esa pelea debería ser estigmatizada para siempre como fue la del "no mas" de Durán contra Leonard; o como "la entrega de la “Sultana del Norte" entre Clemente Sánchez y José Legrá hace casi 38 años. Son los tiempos, que no lo dude nadie: corruptos, decadentes, confusos...si, antes, cuando la “Edad de Oro” del boxeo profesional, hubo fraudes de ese tipo; pero ni con tanta propaganda; ni con tanto dinero en todos los sentidos. Hace unos días, "un tal Medina", argentino el muchacho, por poco le echa a perder la fiesta al boricua “Juanma” López, al declarar después de un pleito que perdió por un extraño nocaut, pues cayó bajo el supuesto efecto de dos golpes sin contundencia, que "tuve que tirarme bajo amenazas de muerte"; en el “statement” involucraba a miembros de la esquina del puertorriqueño...yo, personalmente, no le crei; sin embargo, nadie puede dudar que, a pesar del desmentido posterior, el oscuro manto de la duda cubre el resultado del pleito.
¿Se tiro o no Medina? Quien sabe...en estos tiempos, todo puede ser dudoso...! La fanaticada boxística de hoy, incapaz de buscar en los archivos no solo los récords sino las fotografías del gladiador ayer grandioso; por regla general, no están relacionados con nombres como Frank "Blinky" Palermo o Frankie Carbo; sin embargo, posiblemente con nombres ficticios producto del guión adaptado a la realidad, haya podido disfrutar de personajes hechos para el cine con facetas de la personalidad de estos individuos: "Blinky" Palermo y Frankie Carbo fueron dos raqueteros del bajo mundo durante los 40's y 50's que, entre sus intereses, estuvo dominar el circuito del boxeo profesional con mano de hierro desde posiciones de managers y apoderados de boxeadores, incluso muchos de gran cartel. Estos dos gángsters ayudaron a crear el I.B.C. (INTERNATIONAL BOXING CLUB), con el legendario manejador de Joe Louis y promotor del Garden, Mike Jacobs.
A propósito de la derrota de “Kid” Gavilán contra Johnny Saxton en Filadelfia en 1953, el maestro Eladio Secades redactó un reportaje para la revista “Bohemia” desde el teatro del pleito que titulo "Se lo quitaron los mismos que se lo dieron", detallando las razones por las que el brillante cronista entendía tal situacion y, relacionando a Blinky Palermo, nativo de la Ciudad Quáquera como responsable por la derrota en base a que Fernando Balido, mánager del cubano, habia inclumpido con el ritual del padrinazgo obligado para llegar a campeón mundial y, por bueno que fuera, mantener decentemente la faja. Sin embargo, el pillaje de estos tiempos supera con creces el que identifica "el buen tiempo ido": con mas tecnología, con mas pillos, sobre todo a nivel de promotaje, la era de Carbo y Palermo parece juego de muchachos comparado con la actividad delictiva de Bob Arum y Don King por lo que esta es una etapa en que la manipulación indecente del ranking mundial no tiene paralelos y claro, antes también se acondicionaron los escalafones a intereses turbios; pero nunca un peleador que se retiró regresó al plano de preferencia directamente con una pelea de campeonato, por regla general, en un peso superior y este vicio se repite tanto que ya cansa; sin embargo, el público esta ahí, como indefenso para aplaudir la forma descarada en que le sacan el dinero del bolsillo con el criminal y fraudulento PAGUE PARA VER.
¿Cuando HOLLYWOOD va a comenzar el rodaje de filmes que muestren directamente el ángulo delictivo en relación con el pugilismo del tiempo actual? Evander Holyfield, multicampeón peso pesado y superpesado, enfrentara el dia 20 de diciembre de 2008 a la mole ex-soviético Nicolas Valuev, de 320 libras y 7 pies de estatura. ¿Que clase de pelea será esta? Otro paquete, inferior a las que efectuó el similar de Valuev durante los 30's, el italiano luchador antifacista Primo Carnera. Lo peor no es la pelea como tal, sino que existe la posibilidad de que por lo mal boxeador que es, el ucraniano pierda, lo que se constituiría en un golpe demoledor al ya moribundo boxeo; porque Holyfield esta liquidado hace 6 o 7 años, y con 46 de edad, sería una catástrofe que pudiera ganarle a este peleador; aunque todos los expertos esperan la victoria del europeo.
Otro que pretende un campeonato; o una pelea grande es Riddick Bowe que, en su momento, enfrento a Holyfield; pero en los utimos 10 años solo ha boxeado 3 veces y, ahora, debe estar mas liquidado que hace una década... en realidad, esto es asi: promotores, amistades verdaderamente peligrosas y hasta familiares de la víctima, le muestran una realidad diferente a la pupila mediocre que, a no dudarlo, camina hacia la lesión cerebral irreversible o hacia la muerte, porque no fue capaz de poner su fortuna a buen recaudo; o porque no puede vivir sin las cegadoras luces de la marquesina. Pretender recuperar la fama y el dinero asi, casi siempre conduce a la perdida de la salud mental con el tiempo, y de la vida a mas o menos corto plazo. Si, que nadie lo dude, el pugilismo de hoy es peor en cuanto a decencia que el del ayer glorioso; pero no solo supera esta época decadente en menos corrupción; sino que los peleadores de ayer superaban por milla y media a los de hoy...o, ¿no ha visto usted que ya no existe el nocaut “flat” decretado por conteo de diez? Son señales de los tiempos, que nadie lo dude.

EL VIEJO EVANDER AÚN PERSIGUE LA GLORIA


Brian Doogan

Las calles de Moscú estaban cubiertas de agua nieve cuando Evander Holyfield salió del Khodinka Ice Palace en octubre pasado. "La pelea se definió por decisión y Sultan Ibragimov ganó", dijo sobre su chance de ganar el título pesado de la OMB. "Simplemente debo recuperar la forma, pero eso no significa que esté terminado".
La negativa de Holyfield a reconocer que desde el cambio de década, cuando perdió cuatro de sus seis peleas y empató una de las otras, es sintomática de un boxeador de 46 años prisionero de su pasado glorioso, un cuatro veces campeón de peso pesado cuya cabeza está repleta de peligrosas alucinaciones.
Dijo que "trabajará duró para ganar el título" cuando enfrente al titular de la AMB de 2,19 metros, Nikolai Valuev, el sábado en Zurich pero, por una mera bolsa de 750 mil dólares, pondrá en riesgo su salud ya con su talento, que distinguió su carrera como futuro miembro del Salón de la Fama, erosionado.
"Es como enamorarse con una mala mujer que no te ama, que ya no te quiere ver, y tu sigues enganchado", dijo George Foreman, quien se convirtió en el boxeador más viejo, con 45 años, en ganar el título mundial de los pesados al noquear a Michael Moorer en 1994.
"Simplemente no sabemos como seguir adelante, todos nosotros. Me quedé demasiado tiempo porque te enamoras de algo con lo que no deberías enamorarte. La cabeza de Holyfield está empezando a atraer golpes y no me gusta, realmente no me gusta".
"Nunca fue un hombre grande y fuerte. Es frágil y se está poniendo cada vez peor. Gane, pierda o empate, debería retirarse por el sólo hecho de dejar un buen recuerdo".
Lo que más llama la atención respecto de una pelea que refleja el estado actual de la categoría pesado es que Holyfield permanece inmune a las críticas. Sólo un problema serio o una lesión permanente lo alejarán, supuestamente, de su curso presente.
"Mi rendimiento sorprenderá a mucha gente", dijo Holyfield esta semana. "Me preguntaron muchas veces mi edad, pero está bien. No se trata de cuán viejo seas. Se trata de cuán viejo te sientas y las cosas que puedas hacer dentro de un ring".
"Tengo mucha experiencia, estoy en gran forma y se lo que tengo que hacer frente a Valuev".
Hubo un tiempo, obviamente, en el que Holyfield hubier sabido que hacer ante el gigante ruso, cuyo tamaño y fuerza compensan por su falta de talento y movilidad. Pero eso fue hace más de una década cuando Holyfield era uno de los boxeadores más finos de su generación, en lugar de la celebridad perdedora en la que se ha convertido.
¿Entonces por qué lo hace? Más allá de lo que diga, sobre su deseo de retirarse como campeón pesado, el dinero es gran parte de la motivación de Holyfield para extender su carrera de 24 años.
Anque ha ganado más de 200 millones de dólares, tiene suficientes gastos como para necesitar el presupuesto de una pequeña república bananera. Sus 11 hijos con siete mujeres distintas, cinco de los cuales nacieron fuera del matrimonio, son todos bancados por Holyfield. Además debe pagarle la pensión alimenticia a sus dos ex esposas y mantener su mansión en Fairburn, Georgia, en las afueras de Atlanta.
"Si, es cierto que mi casa tiene más de 100 cuartos pero he trabajado muy duro para ganarla", dijo Hollyfield. "En mi primera pelea de campeonato ante Buster Douglas cobré 8 millones de dólares. En la segunda, 22 millones, la tercera 17. Me convertí en cuatro veces campeón pesado y de repente me dan 250 mil dólares por enfrentar a [Jeremy] Bates [en agosto de 2006]. Me enfrento a [Fres] Oquendo [en noviembre de 2006] por supuestamente 2 millones de dólares, pero no recibo nada".
"Pero no se trata del dinero. El dinero no es un problema. Creo que Dios siente que el boxeo es simplemente otro trabajo. Lo que a Él le importa es que sea ganado justamente, correctamente. No le preocupan las cosas materiales y a mí tampoco".
Sin embargo, se necesita mucho dinero para mantener el estilo de vida poco convencional al que él y su familia se han acostumbrado. Valuev, quien ha perdido sólo una vez ante Ruslan Chagaev antes de recuperar el título vacante de la AMB frente a John Ruiz en agosto, explicó que su nueva casa en St. Petesburgo (actualmente está viviendo en un apartamento en el que tiene que agachar su cabeza para pasar) no está terminada.
"Evander Holyfield es una leyenda y lo respeto mucho", dijo Valuev. "Sin embargo, una vez que estás en el ring, no importan ni los títulos ni los nombres".
Tampoco importaría esta pelea si Holyfield no estuviera involucrado. Han pasado tres años desde que fue suspendido por la Comisión Atlética de Nueva York por "disminución de talento". Ron Scott Stevens, el director de la comisión, fue enfático en las vísperas de una pobre actuación de Holyfield ante Larry Donald, su tercera derrota seguida.
"No busco terminar su carrera si no está garantizado, pero la principal preocupación de la comisión es la salud y la seguridad del boxeador", dijo Scott. "En mi mente, Holyfield no debería seguir peleando. Ha absorbido suficiente castigo en su gran carrera. Es tiempo de frenar la herida".
Pero el dinero sangriento llegará a las manos de Holyfield el sábado y es improbable que le haga tomar conciencia a alguien y menos, lamentablemente, al mismo Holyfield.

Foreman cree que Holyfield muestra "una imagen terrible" del boxeo


El ex boxeador estadounidense George Foreman cree que su compatriota Evander Holyfield ofrece "una imagen terrible de la categoría de pesados" al intentar convertirse a los 46 años en el campeón de boxeo con más edad de la historia.
"Ofrece una imagen terrible de la categoría de pesados. Ya gane, pierda o quede en tablas, tendría que dar la espalda al boxeo para preservar su reputación en este deporte", estimó el viernes Foreman, que se convirtió en el campeón con más edad en 1994, cuando tenía casi 46 años.
"No se sabe nunca cuándo es hora de pasar a otra cosa. Todos. Yo mismo me quedé (en la competición) mucho tiempo", añadió.
Holyfield pelea el sábado en Zurich ante el campeón mundial de pesados de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), el ruso Nikolai Valuev. En el pesaje de ambos el viernes, en el Gran Casino de Baden, Holyfield presentó 97,2 kilogramos, mientras que su rival ascendió a 141 kilogramos.
"El (Valuev) es más grande y más pesado que yo, pero un combate es un combate", comentó el aspirante.

KIKO MARTÍNEZ GANA A LOS PUNTOS A GHEORGHE GHIOMPIRICA


El alicantino Kiko Martínez sumó un nuevo triunfo en su carrrera boxística, al vencer a los puntos, en 6 asaltos, en la noche del jueves al rumano de 29 años, Gheorghe Ghimpirica, un pugilista que a pesar de contar con un pobre palmarés de 8 victorias y 42 derrotas, tan solo una vez perdió antes del límite. Martínez, que ganó sin problemas todos los asaltos, suma su 20ª victoria, por tan solo una derrota, y se pone de nuevo en la carrera para recuperar el cetro europeo de los supergallos, ante Randall Munroe, que se lo arrebató el pasado 5 de julio, y que se impuso en la misma velada, celebrada en la Dublin City University, de Irlanda, al italiano Fabrizio Trotta por KOT en el 5º asalto.

CASI OFICIAL: PACQUIAO VS. HATTON EL 2 DE MAYO EN LAS VEGAS



Manny Pacquiao y Ricky Hatton están a punto de firmar un contrato para enfrentarse el 2 de mayo, en la división de los superligeros, dijo el jueves a The Associated Press el director general de Golden Boy Promotions, Richard Schaefer.
La pelea propuesta en la categoría de las 140 libras (66,6 kilogramos) se realizaría en Las Vegas, y confrontaría a Pacquiao, considerado el mejor boxeador libra por libra en el mundo, ante uno de los fajadores más populares, lo que redituaría grandes bolsas para los contrincantes.
"Me emociona mucho la forma en que progresa esto, y yo hablaré de nuevo (el viernes) con la gente de Hatton", dijo Schaefer. "Tendremos en realidad a dos de los boxeadores más populares de su generación, uno frente al otro, y ése es el tipo de pelea que queremos hacer".
Pacquiao (48-3-2 con 36 nocauts) parece estar en el pináculo de su carrera y de su fama internacional, luego de propinarle una paliza a Oscar de la Hoya el 6 de diciembre, en un combate largamente aguardado.
El astro filipino nunca había peleado por encima de la división de los ligeros (135 libras o 61 kilogramos), pero subió dos peldaños en las categorías para aplastar a De la Hoya, que no se levantó del banquillo para pelear en el octavo asalto.
Pacquiao descendería una división para enfrentar a Hatton (45-1 con 32 nocauts), el astro inglés que ganó su última contienda contra Paulie Malignaggi el 22 de noviembre, defendiendo su título superligero (140 libras o 63,5 kilos). Hatton ganó dos peleas este año, tras sufrir la única derrota en su carrera, frente a Floyd Mayweather Jr., en diciembre del 2007.
Schaefer dijo que ambos bandos negocian todavía la sede del enfrentamiento, pero añadió que le gustaría que la función se realizara en la capital del boxeo.
"Esta es una pelea con un gran atractivo mundial, y ellos dos han tenido mucho seguimiento", dijo Schaefer. "Ante la popularidad de Manny en Asia y la de Ricky en Europa, podríamos decir que Las Vegas está en el centro de todo".