jueves, 11 de diciembre de 2008
PACQUIAO CONTRA JUDAH, EN MAYO
Bob Arum, dueño de Top Rank y promotor de Manny Pacquiao, ha desvelado que el filipino reaparecerá en mayo ante el ex campeón mundial del peso welter, el estadounidense, Zab Judah.
NUDO BORROMEO – CAMPEONES LINEALES EN TRES DIVISIONES
Autor: Cesar Pancorvo
En las postrimerías del siglo diecinueve, Bob Fitzisimmons ganó el título de peso mediano y el de peso pesado. Ya a los cuarenta años, ganó una pelea de veinte rounds para conseguir el recientemente creado título de los semi-pesados, que perdería sin defender.
Todavía en una época de categorías difusas, los 1920s y 30s, el neoyorquino Tony Canzoneri obtuvo el título de peso pluma. Tras perderlo, ganó el de peso ligero y welter júnior. Perdió ambos, y luego recobró únicamente el de peso ligero, venciendo a Lou Ambers.
Barney Ross, también de esa era, pesó 134 libras cuando ganó, en la misma pelea (por ilógico y absurdo que suene), los títulos de peso ligero y welter júnior. Luego fue campeón welter en dos oportunidades.
Henry Armstrong, el segundo mejor boxeador de todos los tiempos –hay quienes dicen que es el mejor–, tuvo en su posesión, simultáneamente, los títulos de peso pluma, peso ligero y peso welter. Después de dejar vacante el título pluma, sin defenderlo, arrebató el título welter de Barney Ross y el ligero de Lou Ambers. Defendió el título de peso ligero tan solo una vez antes de perderlo; en el caso del título welter, Armstrong peleó por él dieciocho veces antes de perderlo, en un lapso de dos años.
En una era donde los bordes y límites de las divisiones ya estaban más determinados, donde más rigurosidad imperaba, Emile Griffith ganó el título welter tras noquear a Benny Kid Paret. La trilogía entre ambos, desarrollada en las 147 libras, terminaría en tragedia, pues Paret moriría tras la tercera pelea entre ambos. Sin finalizar su portentoso reinado en la división welter, Griffith migró a la novedosa división de los mediano júnior, donde también ganó el título. En 1966, venció a Dick Tiger por el título de peso mediano. En el ocaso de su carrera, Griffith se enfrentaría a buena parte de los grandes pesos medianos de los setentas.
Sugar Ray Leonard, ya se sabe, ganó el título welter a Wilfredo Benítez. Fue el único que defendió, perdiéndolo y recuperándolo en batallas contra Roberto Duran, y unificándolo contra Tommy Hearns. Subió a las 154 libras para una única pelea, contra Ayub Kalule, en la cual ganó el título lineal de esa categoría. En 1987, volvió a los cuadriláteros para una megapelea contra Marvin Hagler, que estaba demacrado por tantas peleas pero aún en estado formidable. En un fallo discutido por muchos, Leonard se llevó a decisión dividida que le dio el título de las 160 libras.
Oscar de la Hoya ganó cinturones en seis categorías –desde las 130 hasta las 160 libras–, pero títulos lineales sólo en tres: welter júnior, welter y mediano júnior. Venció al veterano Julio César Chávez para llevarse a casa el título de las 140 libras, tuvo muchos problemas con el viejo Pernell Whitaker para obtener el título de las 147 libras y, pocos años después, venció a Javier Castillejo para ganar el de las 154 libras.
Floyd Mayweather venció a Genaro Hernández para ganar el título lineal de las 130 libras. Después, a José Luís Castillo para el de las 135 libras. Su tercer título lineal, el de la división welter, lo consiguió tras doce tediosos rounds dominando a (y escapando de) Carlos Baldomir.
Manny Pacquiao, siendo un desconocido a los diecinueve años, ganó el título de las 112 libras a Chatchai Sasakul –nada menos que en Tailandia, la tierra de Sasakul. Dominó a Marco Antonio Barrera para ganar el título de las 126 libras y llegar al estrato mayor de boxeadores a nivel mundial. Finalmente, tras una campaña donde el título de las 130 libras le era esquivo (incluso tras vencer a Morales, dos veces, y a Barrera), lo ganó en su revancha contra Juan Manuel Márquez. Si se concreta la pelea contra Ricky Hatton y la gana, Pacquiao se convertiría en el primer boxeador en ganar títulos lineales en cuatro divisiones diferentes.
ÓSCAR DE LA HOYA SIGUE SIENDO EL REY MIDAS: 1,250 MILLONES DE PINCHAZOS Y 70 MILLONES DE DÓLARES DE RECAUDACIÓN
Una vez más, y a pesar de la mala imagen ofrecida dentro del ring ante Manny Pacquiao, Óscar de la Hoya ha vuelto a demostrar por qué es el Golden Boy, o Rey Midas de nuestro tiempo, en el pugilismo. Había expectación por ver los resultados de PPV, de la retransmisión por la HBO, de su megapelea ante el filipino Manny Pacquiao y han sido auténticamente espectaculares, teniendo en cuenta la recesión económica en los EE.UU. Finalmente, fueron 1.250.000 pinchazos (680.000 por el sistema de cable y 570.000 a través del satélite), con una recaudación de 70 millones de dólares, la cifra récord de 2008, tras los fracasos recientes de dos peleas tan interesantes como la Pavlik vs. Hopkins, que no pasó de los 190.000 o la más reciente Jones vs. Calzaghe, con 400.000 aproximadamente, cifras decepcionantes para combates tan esperados. Por cierto, la asistencia de público al MGM Grand de Las Vegas, fue de 15.001 espectadores, la segunda mejor de 2008, detrás del Hopkins vs. Calzaghe y séptima de todos los tiempos.
La mejor marca, hasta el momento, de Manny Pacquiao, era de 405.000, en su combate de revancha con Juan Manuel Márquez y los dos combates con mejores resultados de este año eran hasta el sábado: Roy Jones vs. Felix Trinidad (560,000)y Miguel Cotto vs. Antonio Margarito (450,000).
En los últimos años, los ingresos obtenidos por la HBO por este concepto han sido elocuentes y más que rentables. En 2006, se vendieron por la primera compañía de televisión de pago estadounidense un total de 3.700.000 pinchazos, que dejaron un total de 177 millones de dólares. El 2007 fue aún mejor, concretamente el mejor de la historia en este concepto, con un total de 4.800.000, que dejaron nada menos que 255 $ millones. El récord absoluto en un combate, lo tiene el histórico De la Hoya vs. Mayweather de mayo de 2007, con 2,5 millones de ventas de PPV, que dejaron una rentabilidad también récord de 134,4 millones de dólares. En un año, el anterior, realmente sobresaliente, el combate de diciembre de 2007 entre Hatton vs. Mayweather lo compraron en 1,5 millones hogares USA. Otros registros de combates históricos son los siguientes:
De la Hoya vs. Trinidad, 1,4 millones.
Holyfield vs. Lewis I, 1,2 millones.
Holyfield vs. Lewis II, 850.000.
De la Hoya vs. Quartey, 570.000.
De la Hoya vs, Mayorga, 925.000.
En definitiva, el mexico-estadounidense Óscar de la Hoya es el hombre récord de toda la historia de la televisión de pago, con 14,1 millones de ventas y un total de 696,4$ millones. El segundo en el ránking es Evander Holyfield, con 12,6 millones de unidades (543 $ millones) y el tercero, Mike Tyson, con 12,4 millones de ventas y un total de 545 $ millones. Junto a De la Hoya, sin duda, de los boxeadores recientes, ha sido el ahora retirado Floyd Mayweather el más solicitado en la modalidad de PPV, por lo que podría ser presionado el de Grand Rapids para que vuelva, sobre todo, si se confirma la retirada del Golden Boy.
El próximo gran combate a nivel internacional en HBO PPV será el Margarito vs. Mosley del próximo 24 de enero de 2009, que pondrá de manifiesto la popularidad del "Tornado de Tijuana", auténtico rey del peso welter en la actualidad.
JOSÉ MANUEL MORENO BOXEO VELEÑO
Un PPV decepcionante y para el olvido
Por Juan E. Brignone, editor@notifight.com
Los menos de 36 minutos de boxeo que mostró HBO PPV el pasado sábado fueron para el olvido y los 1.250.000 fanáticos que lo compraron deben estar lamentándose de los 55 dólares echados a la basura.
El choque estelar entre Manny Pacquiao y su jefe quedó nublado de suspicacias por la extraña inacción del “Golden Boy”. Es que con De La Hoya como organizador y participante todo se hace sospechoso, tal como sucedió en su combate ante Bernard Hopkins (luego su socio en la empresa promocional Golden Boy Promotions).
Ya la prestigiosa pluma de José Luis Camarillo comentó las innumerables dudas que presentaron los amantes del boxeo en NotiFight.com. Como suele suceder, las cuestiones turbias son difíciles de aclarar. Y lo único que está demostrado es que Oscar De La Hoya perdió credibilidad como boxeador y como promotor.
El californiano siempre resaltó su espíritu combativo e incluso una de sus empresas le erigió un monumento para rendir tributo a su campaña y a su dedicación, como parte de la promoción del combate. Ninguno de esos valores se vio el sábado.
De hecho, si al ring del MGM Grand hubiera subido la estatua de bronce que levantaron a la entrada del Staples Center, habría realizado mejor papel que el De La Hoya de carne y hueso. Es que al menos hubiera sido más resistente al ataque del ex campeón mosca.
Repentinamente, el estadounidense pasó de ser un boxeador aguerrido a un ex pugilista sin siquiera voluntad de guerrero.
Como deportista el Golden Boy puede esgrimir una mala preparación, que le costó bajar de peso y miles de otras excusas. Pero cualquier pretexto que utilice revelará que montó la cartelera a sabiendas de que él mismo, el protagonista central, no estaba en condiciones de pelear.
Pero nada de lo que diga, como promotor o como boxeador, puede terminar con la sensación extraña y sospechosa que dejó su combate.
Tampoco pudo verse acción en el choque semi-estelar, que en esta misma columna se había resaltado. El argentino Sergio “Rocky” Medina sucumbió ante el poder del invicto boricua Juan Manuel López y prefirió descansar en la lona en vez de presentar oposición.
Medina denunció presiones para perder, las cuales supuestamente recibió tras el pesaje. Incluso menciona a la esquina de López como partícipe de las amenazas.
Lamentablemente “Rocky” recién expresó esto cuando llegó a su Salta natal y no aprovechó a difundirlo antes del combate, ante el micrófono de alguno de los cientos de medios que cubrieron la velada en Las Vegas.
Mencionar esto tras haber sido noqueado de manera patética en 98 segundos suena a excusa.
Aparte, ni HBO, ni Golden Boy Promotions, ni el propio “Juanma” se vieron beneficiados por las zambullidas de Medina. ¿Qué provecho podrían obtener de eso?
“Rocky” menciona a una casa de apuestas que pagaba más por una victoria de López en el primer asalto. Si algún casino ofrecía mayor pago por un triunfo del boricua está destinado al fracaso comercial en breve.
Lo único que se puede conseguir con estas denuncias es intentar manchar el honor de López o dar excusas para la peor actuación de un boxeador argentino en títulos mundiales.
Pero “Rocky” juró por sus hijos que esto sucedió, así que vamos a suponer que fue verdad…
La situación detallada por Medina, fue sufrida por Muhammad Ali en infinidad de ocasiones. Y con amenazas escalofriantes. El “bocón” de Lousville por su personalidad y sus declaraciones, como campeón del mundo de la máxima categoría, era una molestia grande para algunos grupos de poder racistas.
No hay que olvidar que por esos tiempos fueron asesinados John F. Kennedy (en 1963), Malcolm X (en 1965) y Martin Luther King (1968).
Había razones de sobra para asustarse.
Sin embargo, a pesar de que el FBI buscaba francotiradores en los estadios donde se presentaba, no recuerdo haber visto a Ali arrojarse a la lona como lo hizo Medina el sábado.
Por eso, entre otras muchas cosas, la gente siempre se acordará de Muhammad Ali y se olvidará pronto de Sergio Medina.
En la misma jornada, Víctor Ortíz y Daniel Jacobs parecen tener un gran futuro, pero ninguna conclusión puede sacarse de las rápidas victorias que lograron en el MGM Grand.
Poco podía esperarse del texano Víctor Lares frente a Jacobs, pero más decepcionante fue la poca durabilidad del neoyorquino Jeffrey Resto.
A pesar de todo lo mencionado, esos dos combates fueron los mejores momentos del PPV.
En total fueron televisados 35 minutos con 41 segundos de “actividad sobre el ring”. Es difícil decir que ese tiempo fue “de acción” o “de boxeo”, especialmente cuando 24 de esos minutos están sospechados de “farsa”.
A un precio sugerido de 55 dólares (en realidad hubo múltiples campañas que entregaron descuentos) el valor de cada minuto fue de aproximadamente 1,60 dólares que, a la luz de lo mostrado, parece una cifra demasiado alta.
Pero el dinero resignado por los fanáticos es ínfimo a comparación de todo lo que perdió la imagen del boxeo el pasado sábado.
Rocky Medina, mentiras y vergüenza
El salteño Sergio Rocky Medina sintió que no podía defraudar a su gente. Una derrota humillante en el primer round de su segunda pelea en Las Vegas desilusionó a todos. Pero lo que siguió fue peor. Los organizadores protestaron porque casi no presentó combate y luego él mismo se enredó en una increíble historia de mentiras y confusión.
El sábado último, todo Salta aguardaba con enorme esperanza su pelea con el puertorriqueño Juan Manuel López, por el título supergallo de la Organización Mundial de Boxeo. Pero sin oponer resistencia, Medina cayó tres veces en la primera vuelta y sus ilusiones se hicieron trizas. Tal vez por ello, al regresar dijo lo que dijo. Que lo habían presionado para que perdiera porque de lo contrario "no iba a salir vivo de EE.UU."; que él estaba preparado para soportar 12 rounds, pero que debió "tirarse", y que "tenía miedo y no sabía qué hacer", ni siquiera a denunciarlo.
Ayer, cuando notó que sus dichos trascendieron los límites de su querida Salta, decidió rectificarse. Ya era tarde. Desde Puerto Rico, Iván Rivera, el representante de su rival, lo atacó: "Es bochornoso y ridículo. Seguro que se sintió avergonzado al llegar a su país y, al ser abordado por la prensa, fue lo primero que se le ocurrió: una mentira descabellada. Que lo amenazaron de muerte... eso es algo serio´´.
Al ser consultado por LA NACION, Rocky confesó que había mentido "para no desilusionar a la gente de Salta". "Nadie me amenazó. López es un gran campeón y me noqueó bien. Realmente me sorprendió -susurró del otro lado del teléfono, entre avergonzado y arrepentido-. Pensé que mis declaraciones iban a quedar acá nomás. Espero que esto no me perjudique. No sé si seguiré peleando. Ahora me preocupa que me retengan la bolsa (unos 60 mil dólares).
Medina dejó escapar, a los 26 años, una gran oportunidad. Boxear en los EE.UU. en un combate preliminar a uno de Oscar de la Hoya no es cosa de todos los días. Al parecer, el verdadero golpe de KO lo recibió debajo del ring. Ahora su carrera y su credibilidad tienen la fragilidad de un pugilista "sentido" en pleno combate.
Joaquín Aguirre LA NACIÓN.
ROCKY MEDINA AHORA DESMIENTE LAS AMENAZAS
Tras perder por paliza en Las Vegas, Sergio Medina denunció amenazas previas a la pelea. Sus declaraciones repercutieron y horas después desmintió todo. En Puerto Rico, el país del campeón, están indignados
"Medina no sólo fue un rival flojo, sino un mentiroso", reza el título del diario Primera Hora, de Puerto Rico, la tierra de Juan Manuel López, el hombre que el último sábado, en Las Vegas, le hizo besar la lona tres veces en 98 segundos al argentino Sergio Medina en la pelea por el título mundial supergallo OMB.
El segundo papelón del pugilista salteño comenzó a gestarse horas después. A su regreso al país, el vencido se excusó en una radio de su provincia de que perdió porque lo habían amenazado antes de la pelea. "El día del pesaje me dijeron que si no me tiraba en el primer round, no salía vivo de los Estados Unidos", denunció.
Y luego se envalentonó y su relato siguió con que había una casa de apuestas que pagaba mucho dinero si el puertorriqueño lo noqueaba en el primer round. "Te juro por mis hijas que lo que digo es totalmente cierto", completó.
Nunca imaginó "Rocky" que sus declaraciones trascenderían los límites de su Salta natal. Se equivocó largamente. Por la tarde, el manager de López, Iván Rivera, contraatacó al indicar que se trataba de "una mentira descabellada".
Y luego interpretó las declaraciones: "Eso es bochornoso y ridículo. Seguramente, se sintió avergonzado cuando llegó a su país y, al ser abordado por la prensa, fue lo primero que se le ocurrió". Supuso bien, Rivera.
Es que horas después, Medina se sinceró: "Les pido mil disculpas porque yo mentí. Sinceramente, a mí me noquearon bien. Estaba sentido. Me dio vergüenza decir que me noquearon bien".
Ahora su futuro es desolador y de hecho anunció el retiro: "Creo que sí. Creo que afecta mi carrera, porque haber sido derrotado allá y ahora yo mismo haber creado este inconveniente, me deja mal. Prácticamente estoy quemado, me quemé el otro día por decir que esta gente quiso hacer esto o lo otro, cosa que no fue así...".
La publicación puertorriqueña tomó al pie de la letra la desmentida del argentino y también las declaraciones de su agente, Sampson Lewkowicz, que no elogió en absoluto a su pupilo. "Este chico tiene un problema mental", lo castigó.
Hasta su padre sintió vergüenza. "Sergio desmentirá todo. En realidad López le ganó muy bien. Soy testigo de que en ningún momento hubo semejante amenaza, al contrario, estamos muy agradecidos por la oportunidad que nos concedió el campeón. Nunca hubo tal amenaza de muerte en ningún momento", dijo Manuel Medina.
Las palabras del promotor Peter Rivera le dieron el toque final: "He conocido tipos cobardes en esta vida, pero que se inventen algo así, es lo último. Ese tipo estaba muerto del miedo, como le ha pasado a montones de peleadores. Puede ser supertalentoso y el miedo los traiciona. ¡Pero que se invente eso! Increíble".
"Óscar nunca tuvo el control"
Ernesto Castellanos G.
El manager Ignacio Beristáin reapareció ayer en el gimnasio Romanza, donde rodeado de reporteros habló de la derrota de Óscar de la Hoya frente a Manny Pacquiao la noche del sábado pasado en Las Vegas. Nacho, quien entrenó durante dos meses al "Golden Boy" en las montañas de California, afirmó:
"La realidad fue que Óscar nunca tuvo el control de la pelea. Quiso, pero no pudo. Tal vez este fue el aviso de que ha llegado el final de su carrera. Me parece bueno el consejo que dio el manager Freddie Roach de que debe colgar los guantes, pues lo peor es que ponga en juego su salud", agregó el mentor.
Beristáin siguió diciendo:
"Esta fue una pelea que debió ganarse. Óscar logró una gran condición física durante su concentración. Yo soy testigo de que no tuvo problemas de peso y no se le rostizó en el vapor. Desde hace tiempo ha tenido a su lado a un nutriólogo que se encarga de su alimentación y el peso, pero a la hora del combate no pudo hacer bien las cosas, no pudo con la velocidad de Pacquiao.
"El filipino es tremendo cuando se le deja suelto y Óscar lo dejó hacer. Yo le insistía en que le caminara a Pacquiao hacia el lado izquierdo, pero él insistía en caminar hacia el otro lado, hacia el derecho, y solamente lograba ponerse en la línea de fuego".
El manejador mexicano asentó que desde los primeros rounds le pedía a Óscar que tirara más golpes, pero eso no sucedía. Y si tiraba, no podía rematar.
"Y es que por la movilidad de Pacquiao no lo encontraba".
-"Si no tiras golpes, te voy a detener la pelea, fue lo que le dije a Óscar, y se lo subrayé desde el sexto round. Él me contestaba que le diera un round más para poder cambiar la marea, pero no lo lograba. Y finalmente yo fui quien detuvo el combate. Así se lo dije al réferi, y todo se acabó", agregó.
Beristáin expresó que tras detener el encuentro le dijo a De la Hoya que lo mejor era eso, y que no era el caso que estuviera arrastrando su prestigio en el ring.
"La verdad es que Óscar por momentos lanzaba sus golpes, pero Pacquiao lo superaba, lo avasallaba. La reacción que esperábamos nunca se presentó. De ese modo, lo mejor fue poner fin al encuentro".
"MI PRESPECTIVA" DE JOSÉ LUIS CAMARILLO
José Luis Camarillo
La taquilla como fuente de ingresos para sostener funciones de boxeo de menor o gran importancia pasó a segundo término desde hace décadas, ya que solamente es posible montarlas con apoyo de las televisoras.
Por ello, a la sociedad que presentó el show entre Óscar de la Hoya y Manny Pacquiao poco le importó haber tenido que abrir las puertas de la Arena Grand Garden para entrada libre al público, al comprender que era mejor dejarlos pasar que mostrar un escenario "con huecos en distintos lados".
De la Hoya debe haber estallado en júbilo al escuchar ayer el anuncio de la cadena HBO, de que la farsa que protagonizó contra el "Pacman" generó un millón y cuarto de compras de pago por evento, o sea 70 millones de dólares en ingresos por ese concepto.
Es apenas cuarta vez que un duelo fuera de peso completo rebasa la marca del millón de ventas. Lástima que en esta ocasión los contribuyentes estuvieran lejos de presenciar una real pelea.
Lo anterior bien valía "una mancha más" en el palmarés de Óscar, quien al mismo tiempo invirtió para ese siguiente negociazo que será un encuentro entre su representado, el ídolo inglés Ricky Hatton, y Pacquiao, para mediados de 2009 en Inglaterra.
Increíblemente, ahora será Pacquiao el que "baje de peso" para medirse con el gran bebedor de cerveza Guinness que reinó en las 140 libras o superligero y que sólo ha sido vencido una vez en su carrera -una golpiza brutal- por Floyd Mayweather.
Como se preveía, deslumbrado por la danza de los millones, Mayweather ya anunció su intención de regresar, luego de que sus intervenciones en la lucha libre como "vencedor" de gigantes de ese espectáculo no le redituaron las ganancias deseadas.
Mayweather vencerá a Hatton o Pacquiao, a menos que se preste para otro circo.
El Salón de la Fama con sede en Canastota dio conocer que el ex campeón pesado Lennox Lewis fue elegido como nuevo miembro, a ser entronizado en junio próximo, junto con Orlando Cañizales (gallo) y Brian Mitchell (superpluma).
Lo curioso es que ese nicho de inmortales tiene por norma que cada candidato debe tener un mínimo de cinco años de retirado, pero Lewis, de 43 años, acaba de proclamar su retorno, animado por el éxito de una de sus víctimas, el ucraniano Vitali Kitschko. ¿Lo "desconocerán" en Canastota?
Medina se fue a la lona por amenazas de muerte
Héctor Martínez
Diario As.
El pasado sábado, Sergio Medina perdió por KOT ante el puertorriqueño Juanma López en Las Vegas. La pelea por el título mundial del peso supergallo duró minuto y medio. "En el pesaje me dijeron que si no me tiraba en el primer asalto no salía vivo de Estados Unidos", afirma Medina.
Lástima que Norman Mailer falleciera el pasado año, porque de aquí sacaba una novelita corta con boxeo hasta los tuétanos. Juan Manuel López y Sergio Medina se enfrentaron el sábado en Las Vegas. Lo que no hubiera pasado de simple aperitivo del Pacquiao-De la Hoya, plato fuerte de la noche en el MGM, se ha convertido en picante del bueno tras la denuncia de Medina de haber recibido amenazas de muerte antes de la pelea. El púgil argentino justifica así su KOT cuando apenas había transcurrido un minuto y medio de combate. "Durante el pesaje me dijeron que si no me tiraba en el primer asalto no salía vivo de Estados Unidos", declaró a la emisora de radio FM Aires.
Hay que poner sus palabras en cuarentena, aunque resulte sospechoso cómo se desarrolló la noche. Y también hay que escuchar a Juanma López (24-0, 22 KO), quien luce el cinturón de campeón del mundo del peso supergallo de la OMB, pero no saca pecho. Ayer, pese al runrún en los medios de comunicación puertorriqueños, guardó silencio. Sobre el cuadrilátero, sin embargo, pareció ser el primer sorprendido del vertiginoso KOT, como bien muestra una de las fotos de la derecha. El de Juncos (30-6-1983) aparece de pie, con los brazos en cruz, mirando a la grada, como queriendo decir: "¡Qué quieren que haga, se ha ido al piso!".
Eran comprensibles los silbidos de los aficionados tras la espantá de Medina, quien ayer dijo basta y denunció un amaño en el que, según él, su rival y la propia Organización Mundial de Boxeo "estaban unidos". Y va más lejos: "Se sabe que había una casa de apuestas que pagaba cierta cantidad de dinero si Juanma me volteaba en el primer asalto. Pienso que todo estaba diagramado de esta manera".
Sin bolsa.
También apunta que los organizadores de la velada le amenazaron con no pagarle la bolsa, fijada en 60.000 dólares, si no perdía por KOT en el primer asalto. El miedo es libre. Medina (récord de 33-2-0, 18 KO), que cayó hasta en tres ocasiones antes de que Joe Cortez, uno de los árbitros estrella del boxeo mundial -fue testigo, por ejemplo, del último crochet de Mike Tyson-, diera por finalizada la pelea, decidió irse a la lona. El miedo es libre y quizá Medina pensó en sus hijas más que en él mismo cuando la amenaza de muerte llegó a sus oídos. Por muy Rocky que le apoden.
La pelea fue un visto y no visto, los aficionados se enfadaron y abuchearon, y CompuBox, ese ingenio que contabiliza hasta cuando uno pestañea, reveló que López llegó con nueve golpes al cuerpo de su adversario, mientras que éste sólo hizo diana en una ocasión. Pim, pam, pum y Medina a la lona. "Es que esperaba más de él porque habló mucho antes de la pelea y dijo que me iba a noquear, y que yo no iba a aguantar su derecha, la que no pudo meter", dijo López tras la pelea. La que no pudo o no quiso meter. Porque el miedo es libre. Es una lástima que Norman Mailer no esté vivo para hablarnos de ello.
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