jueves, 11 de diciembre de 2008
NUDO BORROMEO – CAMPEONES LINEALES EN TRES DIVISIONES
Autor: Cesar Pancorvo
En las postrimerías del siglo diecinueve, Bob Fitzisimmons ganó el título de peso mediano y el de peso pesado. Ya a los cuarenta años, ganó una pelea de veinte rounds para conseguir el recientemente creado título de los semi-pesados, que perdería sin defender.
Todavía en una época de categorías difusas, los 1920s y 30s, el neoyorquino Tony Canzoneri obtuvo el título de peso pluma. Tras perderlo, ganó el de peso ligero y welter júnior. Perdió ambos, y luego recobró únicamente el de peso ligero, venciendo a Lou Ambers.
Barney Ross, también de esa era, pesó 134 libras cuando ganó, en la misma pelea (por ilógico y absurdo que suene), los títulos de peso ligero y welter júnior. Luego fue campeón welter en dos oportunidades.
Henry Armstrong, el segundo mejor boxeador de todos los tiempos –hay quienes dicen que es el mejor–, tuvo en su posesión, simultáneamente, los títulos de peso pluma, peso ligero y peso welter. Después de dejar vacante el título pluma, sin defenderlo, arrebató el título welter de Barney Ross y el ligero de Lou Ambers. Defendió el título de peso ligero tan solo una vez antes de perderlo; en el caso del título welter, Armstrong peleó por él dieciocho veces antes de perderlo, en un lapso de dos años.
En una era donde los bordes y límites de las divisiones ya estaban más determinados, donde más rigurosidad imperaba, Emile Griffith ganó el título welter tras noquear a Benny Kid Paret. La trilogía entre ambos, desarrollada en las 147 libras, terminaría en tragedia, pues Paret moriría tras la tercera pelea entre ambos. Sin finalizar su portentoso reinado en la división welter, Griffith migró a la novedosa división de los mediano júnior, donde también ganó el título. En 1966, venció a Dick Tiger por el título de peso mediano. En el ocaso de su carrera, Griffith se enfrentaría a buena parte de los grandes pesos medianos de los setentas.
Sugar Ray Leonard, ya se sabe, ganó el título welter a Wilfredo Benítez. Fue el único que defendió, perdiéndolo y recuperándolo en batallas contra Roberto Duran, y unificándolo contra Tommy Hearns. Subió a las 154 libras para una única pelea, contra Ayub Kalule, en la cual ganó el título lineal de esa categoría. En 1987, volvió a los cuadriláteros para una megapelea contra Marvin Hagler, que estaba demacrado por tantas peleas pero aún en estado formidable. En un fallo discutido por muchos, Leonard se llevó a decisión dividida que le dio el título de las 160 libras.
Oscar de la Hoya ganó cinturones en seis categorías –desde las 130 hasta las 160 libras–, pero títulos lineales sólo en tres: welter júnior, welter y mediano júnior. Venció al veterano Julio César Chávez para llevarse a casa el título de las 140 libras, tuvo muchos problemas con el viejo Pernell Whitaker para obtener el título de las 147 libras y, pocos años después, venció a Javier Castillejo para ganar el de las 154 libras.
Floyd Mayweather venció a Genaro Hernández para ganar el título lineal de las 130 libras. Después, a José Luís Castillo para el de las 135 libras. Su tercer título lineal, el de la división welter, lo consiguió tras doce tediosos rounds dominando a (y escapando de) Carlos Baldomir.
Manny Pacquiao, siendo un desconocido a los diecinueve años, ganó el título de las 112 libras a Chatchai Sasakul –nada menos que en Tailandia, la tierra de Sasakul. Dominó a Marco Antonio Barrera para ganar el título de las 126 libras y llegar al estrato mayor de boxeadores a nivel mundial. Finalmente, tras una campaña donde el título de las 130 libras le era esquivo (incluso tras vencer a Morales, dos veces, y a Barrera), lo ganó en su revancha contra Juan Manuel Márquez. Si se concreta la pelea contra Ricky Hatton y la gana, Pacquiao se convertiría en el primer boxeador en ganar títulos lineales en cuatro divisiones diferentes.
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