Castillejo ya está de vuelta en España tras la dolorosa derrota que cosechó el pasado sábado en Neubrandenburg ante el alemán Sebastian Sylvester. El supercampeón español tiene decidido tomarse un tiempo de descanso y reflexión para ver hacia donde enfoca ahora mismo su carrera deportiva.
En principio, tiene firmada una pelea por el mundial de la AMB para junio contra Félix Sturm, aunque el propio Lince ya advierte que "vamos a pensar bien las cosas y luego tomaremos decisiones".
En declaraciones a Radio Marca, Castillejo relató lo que había apreciado de la pelea ante Sylvester y reconoció que el momento del KO fue "una contra de derecha en que llegó la mano suya más rápido y acertó. Podía haber sido mi mano la que llegara, pero llegó él antes. No me acuerdo del golpe y tampoco he visto la cinta y se que fue un golpe fortuito y nada más. Ha habido mala suerte".
El madrileño reconoció que estaba "jodido porque me he enfrentado a grandes campeones y pegadores y resistí y salí adelante de situaciones muy complicadas y mira como son las cosas que el menos indicado era este chico y pasó lo que pasó". Castillejo admitió que en el segundo asalto, cuando Sylvester acusaba un feo corte en su ceja derecha tuvo claro que saldría vencedor de la pelea.
"Estaba cortado, pensaba que no iba a acabar la pelea y yo seguí intentando golpear esa zona para abrir mas la herida pero no pudo ser", contó el Lince de Parla que también admitió que la clave bien pudo estar en el sexto asalto de la pelea. "Vino un trabajo que hizo bien y lo culminó al final. El Lince, a sus 40 años, sigue desmitificando el tema de la edad.
"Lo de la edad no es verdad, hace dos meses peleé con Carrera, que tiene veintitantos y antes con Sturm que tiene 26 o 27. Eso no influye y en mí menos, pasó que pasó y estas cosas pasan en el boxeo. Los cobardes nunca sabrán lo que es esto ni sentirán lo que sentimos nosotros porque no se suben ahí encima", dijo Castillejo, que dejó claro que "en el terreno de la verdad sólo los grandes saben estar".
Sobre sus planes de futuro, el boxeador madrileño reconoció que "no sabemos lo que vamos a hacer. Lo primero es descansar y luego tendré tiempo de pensar, me he levantado muchas veces en la vida, soy un luchador, no hay problema, nunca arroje la toalla porque mi religión y mi sangre no lo permiten. Soy un luchador de la vida". "Castillejo sólo hay uno y sólo habrá uno, que me quiten lo bailado y que lo haga alguien si tiene cojones", dijo el Lince que admitió también que tiene una deuda pendiente con Félix Sturm.
"La pelea esta firmada, pero vamos a pensar y a descansar. Llevo trabajando muchos meses y me meto mucha caña y ahora necesito descansar, hay tiempo para pensarlo". Castillejo no dudó ni un segundo acerca de un posible tercer enfrentamiento con el alemán. "A Sturm ya le gane por KO la primera vez y la segunda vez también le gané a los puntos aunque se la dieron a él". El mejor boxeador español de todos los tiempos tuvo tiempo para mirar hacia atrás y dar un repasito a sus experiencias sobre el ring.
"Mi carrera ha sido brillante y hecho más de lo que muchos pensaban, la gente está conmigo a muerte y saben como soy, lo que he hecho en mi vida y que quien quiera igualarme tendrá que sudar sangre", dijo el Lince, que reconoció estar tocado anímicamente por la derrota, pero también admitió que saldrá adelante como ya lo ha hecho en otras ocasiones porque "el boxeo es así. Esto ha sido una cornada mala que me ha dado el toro. A veces no lo esperas pero te mete el pitón en la femoral y te empieza a salir sangre y la gente se asusta mucho, pero no hay más". Sobre su rival, Sylvester, Castillejo dijo que "estaba alucinando, no se lo creía.
Estará alucinando porque no es un boxeador grande, es un europeo de buen nivel, pero yo he boxeado con grandes campeones mundiales y no tiene nada que ver con ellos. Tuvo su día y la suerte de cara y nada más". Genio y figura, Castillejo se despidió dejando otra perla más. "Llevo muchas tardes saliendo por la puerta grande y esta vez me tocó salir por otra".
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