martes, 16 de noviembre de 2010

¿ Y AHORA QUE SIGUE PARA MANNY PACQUIAO?



AP
Arlington, Texas

Manny Pacquiao estaba más inquieto por la lista de canciones para su próximo concierto que con Floyd Mayweather hijo.
El combate que todos quieren ver tal vez nunca se haga realidad, pero Pacquiao tenía un compromiso impostergable: un concierto en Lake Tahoe antes de volver a su país y cumplir sus deberes como diputado en el Congreso de las Filipinas.
Pacquiao cimentó su condición como el mejor boxeador del momento al propinarle una paliza a Antonio Margarito, tan brutal que el aguerrido mexicano tuvo que ser llevado al hospital.
El único inconveniente fue que Pacquiao no pudo firmar autógrafos para sus aficionados, ya que no podía sostener bien el bolígrafo.
“Mis manos están bien hinchadas, me duelen en serio”, dijo Pacquiao.
Margarito permanecía en el hospital el domingo y el promotor Bob Arum informó que el boxeador sufrió la fractura de un hueso debajo del ojo derecho y será operado el martes en Texas.
Esto no sorprende, si se considera que el “Pacman” pasó 12 asaltos demoliendo la humanidad de Margarito, sobre todo la cabeza.
Castigó a Margarito desde todos los ángulos y con una llamativa puntería, dejando al mexicano con ambos ojos cerrados y el rostro ensangrentado al dominar cada asalto del combate en las 150 libras (68 kilos).
Fue la actuación de un virtuoso, aunque ello ya no sorprende porque eso es lo que se espera del diminuto Pacquiao. La diferencia de tamaño nunca incidió en una noche en la que la velocidad del filipino imperó y los 41.734 espectadores en el Cowboys Stadium rugieron con cada combinación.
La madre de Pacquiao quedó tan impresionada por la emoción que tuvo un desmayo ligero cuando la pelea terminó. La gran mayoría de los demás estaban de pie, mirando satisfechos la manera en que Pacquiao terminaba una noche de trabajo, hincado en una esquina neutral diciendo una oración de agradecimiento.
La abrumadora victoria le entregó a Pacquiao su octavo título mundial durante una insigne carrera que comenzó peleando en las 107 libras (48,5 kilos) cuando adolescente en las Filipinas.

Una masacre
Tuvo el control todo el tiempo, y vapuleó tanto a Margarito que Pacquiao le suplicaba al árbitro que detuviera el combate en el 11mo asalto para que su adversario no recibiera más castigo.
“Le dije al árbitro, ‘véale los ojos, véale las cortadas’”, relató Pacquiao. “No quería causarle un daño permanente.
Eso no es el boxeo”.
No bien habían entregado los jueces sus tarjetas cuando Pacquiao ya estaba respondiendo preguntas sobre el púgil que le reste vencer.
Mayweather podría no ser el único rival creíble que le quede a Pacquiao, aunque Arum habló después de la pelea sobre un posible combate con Shane Mosley o un tercer enfrentamiento con Juan Manuel Márquez.
Pero el también legislador dejó en claro que estaba cansado de la política en el boxeo cuando se trata de una pelea que realmente importe.
“No quiero hablar de Floyd Mayweather”, atajó Pacquiao.
“Si se toma una decisión, se la presentaré a Bob Arum”.
¿Y Mayweather?
Si Mayweather gastó 65 dólares para ver el combate en la televisión por pago, podría estar incluso más renuente para enfrentar a Pacquiao que antes. También tiene problemas legales por un altercado con la madre de su hijo que podría interferir con una posible pelea a principios del año próximo, pero Arum cree que el combate podría realizarse si Mayweather quiere de verdad.

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