sábado, 13 de febrero de 2010

Propaganda, la forma de escapar de un examen de sangre aleatorio


Ismael Rubio

Naief Yehya en su libro "Guerra y Propaganda" nos dice que “La habilidad del propagandista radica en doblegar la verdad de tal manera que transmita el mensaje deseado,” y que para lograr ese objetivo, se omiten algunas verdades, y se seleccionan las convenientes para que el discurso no pueda ser denunciado de falso.
Eso mismo fue lo que utilizaron Bob Arum, Freddie Roach y Manny Pacquiao para contrarrestar el brutal impacto provocado por la solicitud de Floyd Mayweather de que los dos peleadores se sometieran a exámenes aleatorios de sangre previos a su pelea.
Floyd Mayweather y sus colaboradores sostenían la hipótesis de que si no había nada qué esconder, no había razón por la cual Manny no accediera a realizarse los exámenes. Pero Arum, Roach y Pacquiao satanizaron la solicitud, y la convirtieron en una disputa personalista acerca quién controlaba la negociación, o mejor dicho, quién podía hacer valer sus reglas de juego previo a la lucha.
Luego que el daño causado por Floyd fue tan grave, cambiaron de estrategia y comenzaron a decir que todas esas solicitudes ridículas obedecían a que es un cobarde y que en verdad nunca estuvo dispuesto a enfrentar a Pacquiao, porque dada su naturaleza, jamás se arriesgaría a subirse a un entarimado contra alguien que tenga oportunidad de derrotarlo.
Al final, esa siempre ha sido la forma en que Floyd Mayweather ha trabajado en el boxeo, llevando una carrera extremadamente cuidada, eligiendo a rivales en el momento preciso en el que estaba seguro que podía derrotar. Esa era y es la escuela que le enseñó el propio Bob Arum, el maestro de la mediatización en el boxeo.
La idea de que Floyd Maywetaher le tenía miedo a Pacquiao tomó fuerza debido a lo explicado en el párrafo anterior, y a ello le sumaron la demanda por daños interpuesta por Manny Pacquiao a los Mayweather, Oscar De la Hoya y Richard Chaefer, y la elección de Joshua Clottey como próximo rival y sustituto de Floyd en la tan anunciada fecha del 13 de marzo.
Habían encontrado salida al embrollo de los exámenes sanguíneos de forma aleatoria. No había necesidad de someterse a los mismos contra Joshua Clottey, peleador de Top Rank -empresa propiedad de Bob Arum-, y si de verdad estaban ocultando algo, ya era demasiado tarde como para que la opinión general tomara en serio ese supuesto.
Todo indicaba que Floyd Maywetaher era el culpable de que se viniera abajo la pelea que pudo ser la más lucrativa de la historia del boxeo, por su cobardía y su falta de compromiso hacia el boxeo. Pero como en todas las historias ‘El que ríe al último ríe mejor’, la semana pasada se formalizó el que seguro será llamado ‘All-American Showdown’ entre Floyd ‘Money’ Mayweather y ‘Shugar’ Shane Mosley, que ha sido programado para el mes de mayo.
En este match, Floyd enfrentará a su Némesis, el peleador con el que está a punto de terminar un feudo que ha durado poco menos de una década. Y lo mejor de todo, que en el pasado, Shane Mosley llegó a confesar haber utilizado esteroides, y hoy está dispuesto a someterse a los exámenes aleatorios de sangre para limpiar su reputación.
Por azares del destino, Floyd Mayweather tomó la pelea mas lógica a estas alturas, y ahora ya no es ese cobarde que por tener miedo de Manny Pacquiao, realizó exigencias ridículas para sabotear la mega-pelea. Pero lamentablemente ese asunto ya se ha enfriado, y poco le interesa a Bob Arum y al actual ‘Rey Libra por Libra’ ser juzgados de escapar hábilmente de una negociación en la que estaban comprometiéndose. Pues ellos cumplieron su cometido y el aficionado dio vuelta a la página hace varias semanas.

mayel00@yahoo.com

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